Barbastro - Emilia Pardo Bazán

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klatubaradaniktó
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Barbastro - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por klatubaradaniktó »

Barbastro - Emilia Pardo Bazán

Este cuento apareció en el periódico "El Liberal", el 13 de febrero de 1898.

Se trata de la historia de un indiano, que hizo su fortuna en Montevideo y que, de vuelta a su tierra, una obsesión lo condujo a tomar una pésima decisión... cosas de herencias y de mujeres... ¿qué obsesión? ¿qué decisión? lee, lee, querido amigo... son apenas dos páginas...

klatubaradaniktó
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natura
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Re: Barbastro - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por natura »

Buscando alguna referencia más para colocar este cuento en la ficha de doña Emilia, he encontrado un comentario de Clarín sobre el mismo que en algunas frases me ha hecho mucha gracia :arrow:
(Madrid Cómico, n.º 784, 26-II-1898)

Con la mayor buena fe, me pongo a leer un cuento, de la Sra. Pardo Bazán, titulado «Barbastro».

Empieza así: "«Aquella discreta viuda que acostumbraba referirnos cada jueves una historia de elección conyugal masculina...»."

No comprendo. Lo de elección conyugal, puede pasar, previas ciertas explicaciones; pero elección masculina ¿qué quiere decir? ¿Quién elige ahí, el macho o la hembra? ¿Es que elige el varón, y por eso es la elección masculina, por el que elige? ¿o es que se elige a un varón, y elige, por consiguiente una mujer? Por otra parte; parece que se puede elegir, para lo conyugal, entre lo masculino y lo femenino. ¡Vade retro!

"«Y en los paseos que dábamos por las inmediaciones, sucedió que una tarde nos detuvimos...»." Detengámonos. En los paseos que ustedes daban se detuvieron una tarde. No puede ser. Refiriéndose a los paseos, en general, no puede usted decir que en ellos una tarde... En uno de los paseos debió usted decir.

"«Cuyo denso arbolado rebasaba de las tapias y desafiaba las nubes»." Señora ¿cómo quiere usted que la hagan académica, si desprecia así el diccionario de la casa?

Rebasar, según la ex-Valverde, es "«pasar navegando más allá de un buque, cabo u otro punto»."

Y nada más. Luego, académicamente, los árboles no pueden rebasar de las tapias.

Pero supongamos que también se puede rebasar por tierra, y sin permiso de la Marina ni de Cheste; de todas suertes, nunca sería el verbo rebasar el más propio para decir que los árboles eran más altos que las tapias; lo cual, por cierto, no tiene nada de particular. Lo que es extraordinario es que el arbolado desafiase las nubes.

Señora, no lo creo. Ni en la ex-virgen América, ni en el lejano Oriente, hay árboles así, y mucho menos en Galicia donde jamás se han visto esos bravucones forestales.

" «Se desparramaban en fino rocío, resplandeciendo a los postreros rayos del sol»."

Niego también ese rocío vespertino. El rocío es... el rocío; y si el agua siempre que se presenta en gotas menudas la llamásemos, sin más, rocío, estábamos perdidos. Verdad es que el diccionario llama también rocío a las gotas menudas que desparramamos artificiosamente... pero eso no son más que artificios de la poética dueña Quintañona que preside el inventor del Dante.

" «Gentiles estatuas blanqueaban allá entre las frondas, y el palacio erguía sus escalinatas...»."

Una escalinata erguida es como el río de pies de Fernández y González.

Erguir es poner derecha una cosa, levantarla. Se comprende lo de la torre erguida, y otras cosas así, ¡pero una escalinata! Por una escalinata que se yergue... no hay quien suba. "«Los suntuosos estanques»". Legalmente se puede llamar a un estanque suntuoso pero... nadie llama así a los estanques.

" «Con esa cortesía algo almidonada de los que han residido en América largo tiempo»."

Yo creo que por aquí se generaliza demasiado el almidón americano.

¿Cómo es que un señor tan correcto, tan británico, se ha casado con esa torota?

Llamar británico a un español que ha residido largo tiempo en América, por lo correcto, por lo almidonado... no me parece conforme con el derecho político internacional.

De esa manera, señora, las palabras, por capricho del escritor, pueden significar cualquier cosa.

¡Y lo de torota! Pudo llamarla torote... o vaca brava, ¡pero toros hembras no los hay!

Pero en fin, dejémonos de crítica... analítica, como llaman a esto los cursis, y digamos de una vez en qué consiste el cuento de doña Emilia.

Un indiano vuelve rico a su tierra: quiere que una posesión que tiene sea de forma oval, pero como la propietaria de cierto prado, que se mete por el huevo, impide que se realice este ensueño, el indiano, para que pueda tener la quinta la forma oval, se casa con la aldeana, feísima, tosca, borracha, torota, propietaria del prado.

Un cuento así no debería llamarse... Barbastro... «Reblandecimiento».
Muy bien no la trata como cuentista, aunque creo que como novelista sí la tenía en la más alta estima.

Dejaré el enlace a estos artículos de Clarín en el hilo de la autora, que son de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
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Ceinwyn
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Re: Barbastro - Emilia Pardo Bazán

Mensaje por Ceinwyn »

Menudo era Clarín... Madre mía.

Por lo que sé, la desprestigiaba en general. (Y no he podido evitar que me hagan gracia también algunos comentarios que le ha hecho, pero maldita la gracia realmente, y sobre todo lo que le haría sentir a ella). Era un chulito piscina. Y encima mujer... Bufff

Qué guay que hayas traído esto, @natura :60:
Silba la calandria y nos sorprende en vela, amuchados, con ganas de seguir.
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