Con lo corto que es casi me lo termino en el metro ayer. No me queda nada; unas 15 páginas para hoy.
Normalmente suelo dejar el prólogo para el final, pero no sé por qué ayer me dió por leerlo antes de empezar el libro. La primera en la frente . Me tope con un spoiler. Aunque era algo que podia intuir leyendo la sinopsis;
se hace referencia al trágico destino de Ismael. |
A mí me está gustando mucho el libro. Resultándome una fábula delicada, hermosa, tremendamente cruel, y muy profunda. Sorprende la madurez literaria de Irène Némirovki, siendo lo joven que era cuando escribió este libro. De la misma forma que su niño prodigio tiene la habilidad natural de interpretar las emociones que le rodean y transmitirlas en forma de canciones y letras, ella solo necesita unos pocos trazos para dibujar toda esta historia.
Se observa al principio de la historia que las palabras del " poeta " son proféticas de lo que será el destino de Ismael
cuando comenta que Ismael dejaría de ser un niño feliz cuando conociera su genio. Ese don natural, que en primera instancia le ayuda a sobrevivir y le lleva a abandonar su mundo de miseria con la entrada en ese nuevo mundo que representa la clase alta, será fuente de tormentos. Cuando ha tomado conciencia de su talento y de las expectativas que conlleva en los demás, empieza a cuestionar dicho talento, a mostrar sus inseguridades. La inspiración le abandona en el tránsito de la niñez a la madurez. Ha dejado de tener el encanto del niño y pierde lo genuino que habia en él cuando crece. Deja de interesar a todos. El entorno es muy cruel y se ve abocado al olvido, al desarraigo de esos dos mundos: el de origen y el que lo habia adoptado. Ya no es ese niño que encandilaba con su talento, que reportaba prosperidad a su progenitores, perdiendo el favor de " la princesa " para quién sólo constituia una diversión, una especie de mono de feria fácil de suplantar . |