Segunda vez (Alguien que anda por ahí) Julio Cortázar

[Babel]

¡Gracias, Mobley!

[Ginazul]

Bueno, pues eso que se adelante el mc esta semana me va de perilla. Mañana me voy para celebrar la Nochebuena con mis hijas y no podré entrar en el foro hasta pasada la Navidad.
Gracias, Mobley por anunciarlo.

Cuando elegí este cuento no sabía con lo que me iba a encontar. Me gustó el título y pensé que iría bien para esta segunda vuelta.
Cuando terminé su lectura me quedé pasmada y sin entender nada... no sabía a qué se refería Cortázar. Después de pensarlo un poquito, me dí cuenta que todo encajaba dentro de la más pura y dura realidad.
Es de los pocos cuentos en los que Julio parte de un hecho real y escribe un relato sin mezclar fantasía. La realidad, en este caso supera la ficción. El horror, el silencio mortal, las desapariciones, la falta de comunicación, la extrañeza... incluso "la normalidad", están presentes en este cuento, que para mi es magnífico por su brevedad, porque relata unos hechos del pasado con
sólo unas pinceladas que transmiten todo. Eso hace que sea muy grande. Cortázar es genial apuntando matices, sensaciones y sentimientos.
Sino supiéramos de la historia de Argentina, podríamos pensar que era un relato del tipo de "casa tomada" o "manuscrito en el bolsillo" o el del pullover (no recuerdo el título), por la sensación de vacio y de malestar que provoca.

Encuentro que los "verdugos" o esos burócratas que dejan pasar el tiempo, mientras toman una cervecita y juegan una partida como sino pasara nada, están muy bien reflejados.
No son conscientes de la tragedia ni de las repercusiones de sus hechos. O sencillamente no les importa.
Lo más triste y nefasto de algunos seres humanos es que pueden matar con guantes blancos, sin que se les manchen las manos de sangre. !Qué horror!

Me ha impresionado este relato, que es una denuncia y un homenaje a los cientos y miles de desaparecidos.

¡¡Feliz Nochebuena!!

Un abrazo muy cálido y entrañable

para

"El club de la garra"

[Ororo]

Pues una elección magnífica, Ginazul. Como dices, con cuatro pinceladas, cuánto dice.
Me ha parecido una narración calmada, sencilla, de poco a poco, describiendo cada pequeño detalle. Algo cotidiano, como dice Mobley, algo tan terriblemente cotidiano como desaparecer de pronto un día. Es verdaderamente un homenaje como dices, Gina. Muy emotivo. Y espeluznante:

Todo era fácil, si algo patinaba no se la iban a tomar con nosotros, los responsables estaban arriba.

Lo único que les pido es que no se me vayan a equivocar de sujeto, primero la averiguación, para no meter la pata y después pueden proceder nomás.

Me ha gustado encontrarme con los dos cambios bruscos de narrador: al principio y al final, que rompen con el transcurso lento de María Elena. Ésta, por cierto, representante ideal de la víctima: apocada, vergonzosa, inocente... Ni siquiera pregunta dónde fue Carlos, no se atreve a buscarle. Y, probablemente, vuelva el jueves en lugar de quedarse en casa.
Además, el lugar es muy descriptivo de la labor que se lleva a cabo dentro: un sitio supuestamente oficial pero sin banderas ni indicaciones. Como un ala extraoficial, pero dentro de la oficialidad.

[Matu]

Este cuento me encantó.
Creo que la genialidad de Cortázar radica en poder mostrar esa realidad cotidiana que tapaba los secuestros, las torturas y los asesinatos cometidos en la década del 70' en Argentina. Todo era un trámite, todo estaba tapado.
Según lo que leí por internet, este cuento fue escrito en 1974, dos años antes de su publicación y del golpe militar que derrocó a Isabel Perón. Es decir, Cortázar escribe este cuento incluso antes de que muchos se dieran cuenta de lo que realmente pasaba (aunque en esa época ya existía la triple A y demás)

Apenas terminé de leer el cuento, en mi mente comenzaba a sonar esta canción...

Enlace

[Babel]

Muy bueno el relato.

La verdad es que no esperaba el transfondo político porque hasta ahora no he leído ningún relato de este autor en que se tratara la política y en concreto el problema de los desaparecidos en Argentina. Estaba un poco dudosa de si no sería otro cuento donde se funde la realidad con la fantasía, esa fantasía algo macabra a que nos tiene acostumbrados Cortázar.
Esta vez el relato ha sido macabro, pero sin fantasía . Al contrario, realidad pura y dura. Se me ha hecho especialmente triste leerlo precisamente porque la gente que estaba en esa sala de espera aún no saben la que se les viene encima, están nerviosos, extrañados, hablan por pasar el tiempo... y sin embargo Carlos desaparece, en su segunda vez, no sale por la única puerta que está a la vista.
Aún así María Elena, ignorante, trata de explicarse la situación, de tranquilizarse porque a los tres días ella también tendrá su segunda cita.
Se me ponen los pelos de punta.

El cambio de narradores, que ya habéis comentado, me ha parecido muy apropiado para poder ver la misma historia enfocada desde puntos de vista contrarios: víctimas y verdugos. La inocencia de las víctimas y la alarmante pasividad de los verdugos.

Una gran muestra de que en pocas páginas se pueden contar tantas cosas...

[Ivanovich]

Compañeros minicluberos, venía yo lleno de ideas para escribirlas aquí y veo que me han plagiado de antemano ¿como lograron hacerlo?

Pues nada tengo que añadir a sus comentarios, decir que me ha gustado mucho ese ambiente de angustia, me ha sorprendido el trasfondo político (me ha recordado a los cuentos de tema político de Benedetti) [inmediatamente fui a ver la fecha de publicación -1977-pero por el comentario de Matu es anterior al comienzo de la dictadura, tal vez una visión anticipada de lo que luego fue] y que la construcción del cuento es impecable made in Cortazar, con ese comienzo "in media res" para girar al poco el cuento de los "funcionarios" a "Maria Elena" con un cambio simultaneo de narrador que dice Ororo (a mi también me ha gustado y me ha sorprendido la suavidad del cambio, con un punto y coma a mitad del segundo párrafo).

La identificación de los personajes, tan solo Maria Elena y Carlos por sus nombres, el resto ciudadanos anónimos en la sala de espera .... el señor calvo, la señora anciana, el hombre del pelo colorado, el muchacho de la corbata verde.

En fin, que tocó buen cuento esta semana, con un cambio de estilo, un miedo muy real (esta vez yo no le ví el lado fantástico).

[Ross]

Este es el Cortázar que a mí me gusta, el que describe escenas cotidianas con esa genialidad, esa sencillez a la vez tan elaborada. ¡Me encanta! He disfrutado mucho con esta lectura, pese al trasfondo tan duro que esconde. Denuncia política, como en Casa tomada, aunque esta vez la narración, o la historia, me ha resultado deliciosa de leer. Otro cuento de los "cotidianos" que se suma a mis favoritos

PD. Rescato la frase "la vida es una sala de espera". Tan cierta como impactante.

[Ororo]

La identificación de los personajes, tan solo Maria Elena y Carlos por sus nombres, el resto ciudadanos anónimos en la sala de espera .... el señor calvo, la señora anciana, el hombre del pelo colorado, el muchacho de la corbata verde.

Es verdad, no había caído en el anonimato de la gente que "espera"...

PD. Rescato la frase "la vida es una sala de espera". Tan cierta como impactante.

Me suena haberla oído o leído antes por ahí... pero, claro, hay tantas frases sobre la vida. Me quedo con John Lennon y su "La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo planes".

[Mobley]

Cuando escribí mi comentario yo tampoco sabía la fecha en la que fue escrito, solo sabía la fecha de su publicación que fue en 1977. Así que Cortázar no podía preveer la situación que viviría Argentina poco después (o quizás sí...).

Esta vez el relato ha sido macabro, pero sin fantasía

El relato no es estrictamente de carácter fantástico, aunque la desaparición inexplicable de Carlos sí introduce ese elemento en el cuento. Inexplicable porque solo había una puerta en el despacho, por la que Carlos no salió. Con ese recurso Cortázar consigue en pocas líneas mostrar esas sensación de desconcierto que en estos regímenes suponen las desapariciones de personas. En las que no se sabe el destino que les aguarda a los desaparecidos, que, incluso, permite mantener una duda reconfortante sobre qué ocurrió realmente a las personas que se niegan a creer que algo así pueda ser posible en su país, y, al mismo tiempo, siembra el terror en aquellas personas que sí se imaginan lo que pudo ocurrir y que se enfrentan con la posibilidad de que algo así puede pasarles a ellos mismos, ya que se desconocen los motivos de su desaparición; es una situación terrible de indefensión.

[Ross]

He hecho una relectura y algo que ya me llamó ayer la atención, hoy lo ha vuelto a hacer: el humo del tabaco que llena la sala de espera y el hecho de que todos fumen. Es lo primero con lo que se encuentra María Elena al entrar. Luego nos encontramos con la escena de la anciana que se siente mal y los demás deciden apagar los cigarrillos por si es por el humo. Al final de esa escena también añade que "la otra vez había sido peor porque había siete u ocho personas antes, y al final ya no se veía nada en el pasillo con tanto humo".

Es cierto que siempre se asocia la espera a fumar, pero esta vez creo que hay algo más. Completa ese clima de opresión, de oscuridad, de algo casi clandestino (como comentó Mobley, es una situación bastante kafkiana, por el sitio, el papel amarillo con la firma ilegible, etc). También es como una niebla que no deja ver lo que pasa en la habitación.

A mí me ha llamado mucho el detalle, será porque siempre hago fumadores a mis personajes...

PD. Para frase sobre la vida que me gustó muchísimo, esta: "La vida es un tiovivo que da vueltas hasta marear y luego te apea en el mismo sitio en que has subido" (La verdad sobre el caso Savolta - Eduardo Mendoza).

[Babel]

¡Qué buena frase sobre la vida, Ross!
Tienes razón en lo del tabaco, si las cosas no estaban muy claras el humo de los cigarros contribuyen a esa sensación de falta de visibilidad: no saber qué está pasando.

Mobley... no vi como un elemento fantástico la desaparición de Carlos, claro que yo acepté como bueno el razonamiento de María Elena: ella no ha visto que haya otra puerta, lo cual no quiere decir que no la haya.
Pudo desaparecer por alguna puerta que ella no viera... o así lo he querido entender yo.

[Mobley]

Mobley... no vi como un elemento fantástico la desaparición de Carlos, claro que yo acepté como bueno el razonamiento de María Elena: ella no ha visto que haya otra puerta, lo cual no quiere decir que no la haya.
Pudo desaparecer por alguna puerta que ella no viera... o así lo he querido entender yo.

Es posible, no te digo que no. Pero la descripción que hace Maria Elena de la oficina es bastante precisa:

"Dejó de escribir y echó una mirada alrededor, las otras mesas con los empleados trabajando o hablando entre ellos, las paredes sucias con carteles y fotos, las dos ventanas, la puerta por donde había entrado, la única puerta de la oficina."

Además ¿por qué si no introduce esta duda Cortázar?. Bien podría haber visto Maria Elena otra puerta.

[Ororo]

Yo también creo que introduce ese pequeño regalo fantástico quizá con el fin de maquillar con algo de magia una situación tan espantosa y real.

[emedoble]

Como dice Ivanovich, una viene pensando en muchas cosas para comentar y os leo y veo que la gran mayoría ya se comentó, es genial

A mí me gustó mucho este relato, menos mal, porque llevaba varias semanas que no me encajaban los relatos. Sí me ha parecido fantástico, en el sentido que puedes leerlo en esa clave, sin ir más allá y entonces ese elemento de que no haya otra puerta es el que nos da el punto fantástico. Evidentemente, sabiendo lo que sabemos de la historia Argentina (aunque sorprende la fecha en que se escribió), es casi imposible no ir más allá y pensar en los desaparecidos y en lo que parece más duro aún, el no saber o el no querer saber del resto de la sociedad.
Como decís, pone los pelos de punta, sobre todo por ese final con el verdugo apuntando las reflexiones de María Elena que debe volver

Muy, muy chulo este cuento aunque te deje bastante mal cuerpo

[Babel]

A lo mejor había una trampilla secreta.

Seguramente tengáis razón y el autor haya metido ahí un elemento irreal, seguramente es lo más lógico. Entendiendo lógico como la lógica de Cortázar, la línea que sigue en sus relatos. Y además para añadir un dato inquietante.
El caso es que yo la impresión que tuve al leerlo es que Carlos había desaparecido, de alguna manera que no se menciona quizás para también crear también inquietud, pero de alguna manera real. Y me gustó más el relato así.

Es curioso porque normalmente me gusta como aplica la fantasía en sus relatos pero en este prefiero la realidad pura y dura.


Emedoble, me alegro de que este relato sí te haya gustado.