Los cuentos más cortos
En las novelas de Dostoievski, el reloj no para de dar la hora: "Eran cerca de las nueve de la mañana" es la primera frase de El iditota; en ese momento, por pura coincidencia (sí, ¡la novela empieza con una enorme coincidencia!), se encuentran en un compartimiento de tren tres personajes que jamás se han visto: Mishkin, Rogozhin, lebedev; en su conversación aparece pronto la protagonista de la novela, Nastasia Filípovna. Son las once, Mishkin llama al timbre en casa del general Yepanchin; son las doce y media, Mishkin almuerza con la mujer del general y sus tres hijas; en la conversación vuelve a aparecer Nastasi Filípovna: nos enteramos de que un tal Totski, que la mantiene, se sfuerza a cualquier precio por casarla con Gania, secretario de Yepanchin, y de que esa misma noche, durante una fiesta organizada para celebrar sus venticinco años, ella deberá anunciar su decisión. Terminado el almuerzo, Gania lleva a Mishkin a la residencia de su familia, adonde acuden, cuando nadie la espera, Nastasia Filípovna y, poco después, de un modo igualmente inopinado (las llegadas inopinadas marcan el ritmo a cada escena de Dostoievski), Rogozhin, ebrio, en compañía de otros borrachos. La noche en casa de Nastasia transcurre llena de excitación: Totski espera, impaciente, el anuncio de la boda, Mishki y Rogozhin declaran ámbos su amor a Nastasia, y Rogozhin le entrega un fajo de cine mil rublos, que ella arroja a la chimenea. Las fiesta termina tarde por la noche y, con ella, la primera de las cuatro partes de la novela: en unas doscientas cincuenta páginas, quince horas de una jornada y no más de cuatro escenarios: el tren, la casa de Yepanchin, el hogar de Gania y el de Nastasia.
Hasta entonces, tal concentración de acontecimientos en un tiempo y un espacio tan apretados sólo podía verse en el teatro. Detrás de una dramatización extrema de acciones (Gania abofetea a Mishkin, Varia le escupe a Gania a la cara, Rogozhin y Mishkin, declaran en el mismo momento su amor a la misma mujer) desaparece todo lo que conforma la vida cotidiana. Ésta es la poética de la novela de Scott, en Balzac, en Dostoievski; el novelista quiere decirlo todo en escenas; pero la descripción de una escena ocupa demasiado espacio; la necesidad de mantener el suspense exige una extrema densidad de acciones; de ahí la paradoja: el novelista quiere mantener toda la verosimilitud de la prosa de la vida, pero la escena pasa a ser tan rica en acontecimientos, tan desbordante de coincidencias, que pierde tanto su carácter prosaico como se verosimilitud.
Sin embargo, no veo en esta teatralización de la escena una simple necesidad técnica y mucho menos un defecto. Pués esta acumulación de acontecimientos, con lo que puede tener de excepcional y apenas creíble, ¡es ante todo fascinante! Cuando ocurre en nuestra propia vida, ¿quién podría negarlo?, ¡nos maravilla! ¡Nos encanta! ¡Se vuelve inolvidable! Las escenas en balzac o en Dostoievski (el último gran balzquiano de la forma novelesca) reflejan una belleza muy particular, una belleza muy rara, es cierto, pero real, y que todos hemos conocido (o al menos rozado) durante nuestra propia vida.
Surge la Bohemia libertina de mi juventud: mis amigos proclamaban que no hay experiencia mas hermosa para un hombre que la de tener sucesivamente a tres mujeres en un solo día. No como resultado macánico de una orgía, sino como aventura individual gracias a un cúmulo inopinado de ocasiones, sorpresas, seducciones relámpago. Ese "día de tres mujeres", extremadamente raro, que roza el sueño, tenía un encanto deslumbrante que, tal como hoy lo veo, no consistía en un deportivo alarde sexual, sino en la belleza típica de una rápida sucesión de encuentros en los que cada mujer, en la huella de la que la había precedeido, parecía todavía más única, y sus tres cuerpos semejaban tres largas notas, cada una en un instrumento distinto, unidas en un único acorde. Era una belleza muy particular, la belleza de una repentina densidad de la vida.
Hasta entonces, tal concentración de acontecimientos en un tiempo y un espacio tan apretados sólo podía verse en el teatro. Detrás de una dramatización extrema de acciones (Gania abofetea a Mishkin, Varia le escupe a Gania a la cara, Rogozhin y Mishkin, declaran en el mismo momento su amor a la misma mujer) desaparece todo lo que conforma la vida cotidiana. Ésta es la poética de la novela de Scott, en Balzac, en Dostoievski; el novelista quiere decirlo todo en escenas; pero la descripción de una escena ocupa demasiado espacio; la necesidad de mantener el suspense exige una extrema densidad de acciones; de ahí la paradoja: el novelista quiere mantener toda la verosimilitud de la prosa de la vida, pero la escena pasa a ser tan rica en acontecimientos, tan desbordante de coincidencias, que pierde tanto su carácter prosaico como se verosimilitud.
Sin embargo, no veo en esta teatralización de la escena una simple necesidad técnica y mucho menos un defecto. Pués esta acumulación de acontecimientos, con lo que puede tener de excepcional y apenas creíble, ¡es ante todo fascinante! Cuando ocurre en nuestra propia vida, ¿quién podría negarlo?, ¡nos maravilla! ¡Nos encanta! ¡Se vuelve inolvidable! Las escenas en balzac o en Dostoievski (el último gran balzquiano de la forma novelesca) reflejan una belleza muy particular, una belleza muy rara, es cierto, pero real, y que todos hemos conocido (o al menos rozado) durante nuestra propia vida.
Surge la Bohemia libertina de mi juventud: mis amigos proclamaban que no hay experiencia mas hermosa para un hombre que la de tener sucesivamente a tres mujeres en un solo día. No como resultado macánico de una orgía, sino como aventura individual gracias a un cúmulo inopinado de ocasiones, sorpresas, seducciones relámpago. Ese "día de tres mujeres", extremadamente raro, que roza el sueño, tenía un encanto deslumbrante que, tal como hoy lo veo, no consistía en un deportivo alarde sexual, sino en la belleza típica de una rápida sucesión de encuentros en los que cada mujer, en la huella de la que la había precedeido, parecía todavía más única, y sus tres cuerpos semejaban tres largas notas, cada una en un instrumento distinto, unidas en un único acorde. Era una belleza muy particular, la belleza de una repentina densidad de la vida.
Texto sacado de el último encuentro.
Convivieron con naturalidad desde el primer momento, como gemelos en el útero de su madre.Para ello no tuvieron que hacer ningún "pacto de amistad", como suelen los muchachos de su edad, cuando organizan solemnes ritos ridículos, llenos de pasión exagerada, al aparecer la primera pasión en ellos- de una forma inconsciente y desfigurada-, al pretender por pimera vez apropiarse del cuerpo y del alma del otro, sacándole el mundo para poseerlo en exclusiva.Esto y sólo esto es el sentido del amor y de la amistad.La amistad entre los dos muchachos era tan seria y tan callada como cualquier sentimiento importante que dura toda una vida.Y como todos los sentimientos grandiosos, también contenía elementos de pudor y de culpa.Uno no puede apropiarse de una persona y alejarla de todos los demás sin tener remordimientos.
Bonita definición de amistad.
Convivieron con naturalidad desde el primer momento, como gemelos en el útero de su madre.Para ello no tuvieron que hacer ningún "pacto de amistad", como suelen los muchachos de su edad, cuando organizan solemnes ritos ridículos, llenos de pasión exagerada, al aparecer la primera pasión en ellos- de una forma inconsciente y desfigurada-, al pretender por pimera vez apropiarse del cuerpo y del alma del otro, sacándole el mundo para poseerlo en exclusiva.Esto y sólo esto es el sentido del amor y de la amistad.La amistad entre los dos muchachos era tan seria y tan callada como cualquier sentimiento importante que dura toda una vida.Y como todos los sentimientos grandiosos, también contenía elementos de pudor y de culpa.Uno no puede apropiarse de una persona y alejarla de todos los demás sin tener remordimientos.
Bonita definición de amistad.
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Ya lo creo, cómo se puede mantener un secreto a voces durante quarenta años. Pero no quieren morir sin aclararlo; es increible cómo por no perder una amistad el amigo decide irse lejos y no volver, bueno hay ratos que me hace dudar de si era tan amigo, no hubiese hecho la trastada que hizo si realmente fuese amigo . También puede ser que la situación le desbordase.