El imperio de las hormigas - H.G. Wells

[jilguero]

...El personaje contrasta la idea que tenía del cielo y del mar como algo ajeno a lo humano con la de la Tierra, sobre todo pensando en Inglaterra, como un producto humano, que ha podido domesticar...

En relación con esto que comenta Arden, me gustó la siguiente imagen: "En un atlas, también, la Tierra es humana y aparece toda coloreada para mostrar los derechos del hombre sobre ella... en vívido contraste con el universal e independiente azul del mar".

Además, esto del atlas y sus colorines me trae recuerdos de algo que leí no sé dónde, tal vez en alguno de los libros de viajes de Javier Reverte. Era una referencia, un tanto envidiosa, a lo ilusionante y estimulante que resultaría para los aventureros del pasado, por ejemplo del XIX, el hecho de que en los atlas hubiese tantas regiones en color gris y con el letrero "tierra ignota".

Recuerdo algo parecido de Reverte, u otro escritor, que arrancaba el libro diciendo que los antiguos exploradores, en los mapas, más alláde los límites del mundo conocido, escribían "Hay dragones".
Y respecto a lo que comenta Carmen de lo bien que se lo está pasando, decirle que la entiendo, pues el ejército de hormigas replegándose alineadas, con sus extensiones metálicas en cuerpo y patas para aumentar el efecto de su acción, ante los zapatazos del porbre Da Cunha, me han hecho reirme un montón.

[Gorezsu]

¡Vaya coñazo de relato!....
Que no, foreros, que también a mí me ha gustado. En serio. Coincido con la mayoría de las cosas que decís: Me ha recordado al Corazón de las Tinieblas, por lo mismo que a vosotros: un viaje por un río de la selva, en busca de algo terrible, que en este caso son hormigas asesinas, y no Kurt. Me ha gustado, pues, el ambiente, esa naturaleza densa y a veces opresiva, que en este relato se ve suavizada por unos personajes más ligeros, como sacados de una peli de aventuras. También pensé, claro, en "Cuando ruge la marabunta". Por cierto, que las hormiguitas hacen bien de las suyas en la realidad, que no es solo cosa de películas, aunque por fortuna de tarde en tarde y en lugares concretos. No obstante el encuentro con las hormigas venenosas, cual serpientes, me hizo sonreír condescendientemente, probablemente porque conservo menos que vosotros aquel muchacho que también disfrutaba de los cuentos semanales de Capitán Trueno o Jabato. Y bueno, por buscarle algún defecto, reseñar una vez más la falta de cuidado de Wells ( si no es problema de la traducción, lo que tampoco me extrañaría) al hablar de tigres entre los felinos de América; puede que ese tipo de lapsus le tuviera sin cuidado. No le pasaba lo mismo a Julio Verne, quien, sin salir de Francia, me ha sorprendido siempre por la veracidad de las cosas que cuenta sobre lugares de África o Sudamérica, es decir, que se documentaba bastante bien. No obstante, salvo ese lapsus, todo lo demás, las descripciones de la naturaleza selvática, el ambiente y las sensaciones que provoca, parece bastante real. En fin, un relato agradable y entretenido

[Melinoe]

Después de leer el enlace que nos ha dado Primopons y recordando las cosas que en su momento leí de otras estirpes de hormigas (además, én la infancia me pasé horas observándolas, viendo cómo antes de las llegadas de las lluvias trasladaban a las larvas, hormiguitas diminutas blancas con los ojitos ya negros, a los campamentos de invierno o como trasladaban trozos de hojas tres o cuatro veces más grandes que ellas, o como las hormigas soldados, más cabezonas, vigilaban las filas de obreras y ponían orden), yo creo, Melinoe, que si hubieran estado interesadas en en descubrir Europa lo habrían hecho. . Afortunadamente, el viejo contienente es menos atractivo que la selva amazónica para ese tipo de criaturas...

Crecí en clima tropical seco, bastaba con dejar caer un terroncito de azúcar para invocar a las hormigas. De chica, mis primos y yo jugábamos con ellas y teníamos una taxonomía, existían 3 especies: las negritas "cosquillosas", las rojitas "que pican" y las grandes rojas "que pican más". Varias veces las vi cargando una rata , así que también creo que semejantes hormigas amazónicas serían capaces de lo que sea
Decía que se me hace curioso porque Europa es el continente colonizador por excelencia y verse invadida por estos insectos sería una situación tan ridícula como el impotente capitán atacando el ejército de hormigas con los cañones

¡Muchas gracias!, Primopons, ya me pongo a leer.

[Arden]

Es curioso Gorezsu que digas que Wells se refiere a un tigre en el relato, en mi versión creo recordar que no dice tigre sino puma u otro animal, lo comprobaré.

[primopons]

De nada, Melinoe.

Gorezsu, ¡qué travieso! Cuando empecé a leer tu comentario, me quedé de piedra. Vaya susto me diste con esa arrancada. En mi traducción no hay tigre, sino jaguar y puma. Está claro que hay cada traductor por ahí...

[Ororo]

¡Tres páginas de comentarios! Me muero de ganas de leerlos... pero no lo haré hasta que termine el cuento. Espero que en breve.

[Josek]

Hormigas al ataque se titula el documental que he mencionado antes. Primopoms, tigre creo que le llaman al puma en Sudamérica.
Lo de los toros no parece encajar demasiado, me suena a una frivolité del señor Wells. La marabunta, ahora nos hace gracia pero cuando vimos esa película nos impresinó a todos.
Carmen, confieso que también yo me he tenido que reír un rato contigo. Se nota cuando te diviertes.
Ororo, venga anímate. Es la ventaja de los relatos que por poco dan mucho.

[Ororo]

Pues a mí no me van mucho las historias de aventuras, pero este relato me ha gustado mucho. Tiene un aire de leyenda que le va muy bien y de la narración, que al principio se me hizo algo liosa (creo que por la traducción y por el catarro), se extraen elementos muy importantes sobre la relación que hay entre los protagonistas. Sólo leyendo la primera página se puede hacer uno la idea de cómo es Holroyd o Guérileau.
Lo he disfrutado mucho por eso, porque además de la aventura en sí, nos regala muchos datos con los que entretenernos mientras encuentran a las dichosas hormigas.

Además, está muy bien el constante recordatorio de que los hombres somos un animal más cuyo territorio tenemos delimitado, al igual que el resto de animales. Y que, aunque de forma alegórica y exagerada, ellos son tan capaces como nosotros de, no sólo defender el territorio, sino de querer abarcar más y más.

Están muy bien estas reflexiones para complementar la parte más aventurera del relato.

Jilguero, ¿las cabezonas también? Todos hemos comido hormigas de pequeños. Es normal que les toque el turno a ellas de vez en cuando...

Voy a leer el otro relato y así me pongo al día

[Melinoe]

Primopoms, tigre creo que le llaman al puma en Sudamérica.

Pues, yo soy suramericana y no los usamos como términos equivalentes, un tigre es un tigre y un puma es un puma.

[Josek]

Vale, gracias por el apunte. De todas formas, tiene varios nombres comunes.
A unos nos da igual y otros agradecen más el realismo de las descripciones. Eso ya va con cada uno. En Wells, yo no lo veo importante.

[jilguero]

Primopoms, tigre creo que le llaman al puma en Sudamérica.

Pues, yo soy suramericana y no los usamos como términos equivalentes, un tigre es un tigre y un puma es un puma.

¡Qué ilusión, Melinoe, me hace compartir "tertulia literaria" contigo teniendo por medio todo un Oceano... !

[Melinoe]

A mí también me alegra compartir con uds. desde este lado del charco.