Yo voy en la línea de
Eyre, me ha dejado ni fu ni fa. Bien contado, bien de estructura, personajes creíbles y sólidos (sobre todo el de
Margaret, claro)... Pero es un tema este del honor, la respetabilidad, la alteración de las clases sociales por amor... que ya he leido más veces, y Gaskell no me aporta nada nuevo en su relato. Además, al contrario que a
Eyre, me ha parecido demasiado evidente desde el principio, por un montón de alusiones veladas y detalles varios, que había algo raro tanto en el
Dr. Brown como en el "perfecto"
Crawford. La forma de resolver el meollo del cuento,
enlazando el "secreto" del Dr. Brown con el delito cometido en su casa por el criado |
refuerza el protagonismo del personaje principal, Margaret, hasta elevarla a la categoría de heroina cotidiana y admirable. Y el
happy ending...
"Mientras contemplaba la casa y recordaba su historia, la vi acercarse al ventanal con un bebé en brazos y todo su rostro se transformó en una sonrisa de infinita dulzura."
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También reconozco que no soy una fan precisamente del tema de los cuentos de este mes
