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El bosnio Ivo Andric, Premio Nobel de Literatura en 1961, incluye entre los relatos publicados bajo el título genérico de Café Titanic esta breve epístola. Creo que os puede gustar Lo comentaremos a partir del viernes 22 de agosto, aquí, en este hilo
Natura y yo somos las responsables de este relato, leímos Café Titanic y mantuvimos unas pequeñas y divertidas discrepancias para elegir el relato para leer de este autor, al final quedó este, para mi el segundo mejor del libro, el primero es el que le da título al libro pero lo descartamos por ser demasiado largo y encima agosto.
Lo recuerdo bastante bien, pero lo leeré el viernes otra vez.
Fascinante cómo plantea Andric la relación entre odio y religión. La explicación con las campanadas a destiempo demuestra que una cosa tan objetiva como el tiempo puede manipularse por la religión.
Muy equilibrado el relato, incluso con el final en nuestra Guerra Civil, con un odio de otro tipo al religioso, pero muy comparable con el bosnio.
Releido y vuelta a comprobar que es un relato muy bueno, aunque como dice Carol, dejar solo uno de Café Titanic nos costó un montón
Impresiona cómo se justifica en la carta el abandono de la ciudad por parte de una persona tan sensible e inteligente como el amigo del narrador: no es por cobardía, ni por falta de amor a sus conciudadanos si no porque la guerra y su condición de "extranjero", le dan la posibilidad de ver el gran defecto que le impide, en conciencia, intentar aguantar y ayudar en ese lugar: la existencia de un odio que sobrepasa edades, individuos, razas y credos. No juzga, solo expone con crudeza otro posible (y constatable) punto de vista. Te convenza o no, sirve para cambiar la perspectiva y plantearte la realidad y la Historia de un pueblo bajo un prisma poco común.
Encuentro por mi parte,muy relativa y no convincentes
las razones de Max.Tan amargados los serbios?
Más que alemanes o franceses de la época ?
Que ironico el final en todo caso.
Releído y confirmada mi primera impresión, un relato impecable y atemporal, habla de las experiencias de dos amigos en Bosnia, uno bosniaco y otro de origen alemán-trestino pero integrado en Bosnia, durante los primeros años del siglo pasado, en su momento cuando lo leí me impresionó y mucho la tesis del odio que esgrime el amigo que escribe la carta, ahora creo que además esas explicaciones son muy actuales, solo hay que retrasar un poco la memoria a la sangrienta guerra de la antigua Yugoslavia y las razones son las mismas.
Si tenéis la oportunidad de leer el libro de relatos no lo dejéis pasar, todos son magníficos, experiencias de un autor bosnio que conoce muy bien sus orígenes y a sus congéneres.
La estructura del relato me ha gustado y el problema que plantea me ha resultado interesante. La lectura de la carta, sin embargo, me ha producido sentimientos encontrados. Por un lado, he tenido la sensación de que Max me estaba adoctrinando, hablando como si tuviera una clarividencia de la que los demás no gozamos. Pero al mismo tiempo su mensaje de impotencia, su incapacidad para nadar contracorriente en balde, especialmente cuando al final le declara al amigo que "...en la vida hay ocasiones en las que sirve la máxima latina: Non est salus nisi in fuga (solo en la huida está la salvación)." me ha llegado, me ha hecho empatizar con él. Es frecuente que, ante cualquier conflicto, los de un bando y los del otro nos pidan que tomemos partido, que nos alineemos, cuando nuestro sentimiento es que ninguno lleva la razón o bien que cada uno lleva parte de la razón y que es absurdo seguir con el litigio, con la sinrazón. ¿Qué hacer entonces? Pues quizás lo más razonable sea hacer lo que hizo Max: huir para emplear nuestras energía en otro lugar, allí donde de verdad nuestro esfuerzo pueda servir para algo.
Y gracias a que al final he entendido perfectamente a Max, la lectura del relato me ha dejado muy buena impresión.
Me ha gustado mucho, entiendo perfectamente al protagonista, esa idea de que si ves las cosas desde otro punto de vista, o "desde fuera" como se suele decir, se ven totalmente diferentes que si las ves desde dentro, por eso él habla de ese odio el cual su amigo no entiende.
Por eso mismo el se quiere marchar de Bosnia, para tener otras oportunidades y vivir en un sitio donde lo comprendan.
Lo que no entiendo muy bien es porqué se une a los republicanos en la guerra civil española, si él no era español ni tenía nada que ver con España.
El final es muy irónico la verdad, pensé que iba a acabar de otra manera.
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