Nos encontramos ante algunos de los mejores cuentos de Pavón. Desde el primero,
El tren que no conduce nadie, que seguramente es su obra más sobresaliente; mis favoritos son Aquel olor tan rico, Una peseta de vino, Chaquetas para cambiarse, El arreglo de boda y Loco a las doce treinta.
El resto de cuentos son: Confidencias 1916, Evasión de cerebros, La viña de Pablo, ...ya sabes como es, Celos de no haber nacido, Memoria de una sonrisa,
Queso manchego en aceite, Mi viejo amigo Fosforito Serrano, No, el negro, no, Preferí la guerra, Copia de la carta que envié a María con un pastillero de plata,
Las banderas que no volvieron victoriosas, María, public relations, La Euticia, Pedroche en Madrid, Dietario de unos bostezos, La compañera, El día que vi de cerca
a Franco.
También está
Viaje de vuelta 1936, que me parece una continuación de su cuento
Comida en Madrid, que se incluía en la colección
Cuentos Republicanos
Los otros dos cuentos que faltan están protagonizados por su héroe Plinio. El primero,
Pan caliente y vino fuerte, es inedito (y excelente).
El segundo,
El roncador, aparecía en la novela
El hospital de los dormidos en forma de aventura que formaba parte de la historia principal.