Editorial: Destino
Año: 1976
29x24,5cm
166págs
PRÓLOGO:En «Tertulia de boticas prodigiosas» el autor dice aprovechar los saberes adquiridos en la rebotica de la farmacia paterna para hacer un repaso irónico y socarrón a la farmacopea tradicional, a la legendaria y a la literaria, sazonándolas —con Cunqueiro nunca se sabe hasta qué punto—con remedios salidos de su prodigiosa imaginación.
- El autor de este texto tuvo ocios bastantes en la oficina de farmacia paterna para, desde párvulo, deletrear en los botes los nombres sorprendentes, desde el opio y la mirra a la menta y la glicerina, y más tarde, ayudar a hacer píldoras y sellos, y escudriñar el misterio del ojo del boticario, y sumergir una mano en los cajones de las plantas medicinales, la genciana, las hojas de sen, la salvia, la manzanilla…, y darle al molino de la mostaza, cerca del cual estaba la redoma de las sanguijuelas. Mi padre preparaba la tintura de yodo, un vino aperitivo, o las limonadas purgantes para la gula del obispo de Solís. Se me aposentó en la imaginación una idea de las farmacias todas del mundo, que era mágica y fui curioso de ellas, recogiendo noticias de aquí y allá, preocupado de elixires y venenos, de la cosmética antigua y de la gloria almibarada de jarabes y de lectuarios, como los de la monja del Arcipreste. Aparecían en ferias y mercados las recetas de los curanderos del país, de quienes tanto he escrito. En estas páginas, pues, va reunida mi ciencia boticaria, mi saber de farmacopea fantástica, desde la farmacia de Elsinor, castillo muy venteado, a la botica de La Meca, con su caimán en el techo; desde los venenos de Mahaut d’Artois, que pusieron fin a los Capetos de Francia, a la botica de los señores traductores de Toledo. Se trata aquí del polvo del cuerno del unicornio, obligatorio en las farmacias inglesas todavía en el XVIII , de la piedra bezoar, de la mandrágora, de los kutbub al mawázin gabirianos, de las corrientes de agua que curan la melancolía, de las plantas secretas de la farmacia de los reyes de Portugal, de somníferos, de las medicinas para fabricar niños prodigios, de la botica del arcángel Rafael, etc. Todo ello compone un mundo a la vez cierto y fantástico, por el que pasa el hombre buscando la salud y la larga vida, o dando la muerte. Se habla también de filtros de amor, de cómo soñar por medicina, y de la falsa muerte de Julieta.