Sobre héroes y tumbas - Ernesto Sabato

[cuscurro]

Hola Cape. Voy a iniciar el capítulo XIII.

La lectura me está gustando pero hay que ir con cuidado porque me parece algo liosa: demasiados saltos en el tiempo, unos cuantos personajes de la familia de Alejandra, tanto militar suelto, ....

Ciertamente, lo que cuenta Martín de su madre me impactó bastante ya que nunca piensas que una madre pueda obrar de esa forma y por otro lado, la dureza e indiferencia con la que Martín trata a su padre tampoco parece ser que sea algo merecido. Desde luego, un tipo solitario este Martín en cuanto a sus afectos.

El tal Bruno me tiene despistado ¿Quién es?

Alejandra es un personaje extraño, todavía no hemos profundizado en su interior, estamos rascando la corteza. Veremos que depara.

[Cape]

Hola Cuscurro.

Respecto a Bruno todavía no lo tengo ubicado, no sé que relación guarda con Martín, supongo que más adelante nos enteraremos.
Sería interesante hacerse un arbol genealógico de la familia de Alejandra, porque es verdad que se pierda una entre tanto pariente.
Por cierto, a partir de ahora me va a costar avanzar en la lectura porque mañana vendrán unos amigos a mi casa a pasar unos días, por lo que dispondré de poco tiempo para leer.

[cuscurro]

Sería interesante hacerse un arbol genealógico de la familia de Alejandra, porque es verdad que se pierda una entre tanto pariente.

Voy a ver si encuentro algo por la red.

Por cierto, a partir de ahora me va a costar avanzar en la lectura porque mañana vendrán unos amigos a mi casa a pasar unos días, por lo que dispondré de poco tiempo para leer.

La vida social, qué mala es. Yo estuve ayer de cumpleaños y llegué muy tarde a casa y esta mañana en el metro no he sido capaz de avanzar casi nada por lo que no hay problema.

[Cape]

Hola Cuscurro.
Apenas he podido avanzar estos días en la lectura y estaré fuera en estas fiestas, asi que no sé si adelantaré.
Voy pòr el capítulo XVIII.
Es curiosa la relación que se establece entre Martín y Alejandra.

La primera vez que entró en su casa se tuvo que quedar un tanto asombrado con esas historias centenarias y con el curioso ambiente que se respira en la casa. Entre el viejo, el loco y la india no sé si le van a quedar muchas ganas de volver, aunque la fascinación que siente por Alejandra puede con todo.

La nueva situación en la que se ve envuelto Martín, ahora sin trabajo, enamorado y un tanto perdido sin saber que hacer, le están haciendo vivir situaciones límite hasta el punto de pasar las noches al raso y muerto de hambre. Menos mal que siempre hay alguien, en este caso D´arcángelo y Tito que le hechan una mano. De paso le pegan un buen repaso a las viejas glorias del Boca.

Se va aclarando quien es Bruno, que resulta ser

un amigo de Alejandra según le explica a Martín.

Una cosita Cuscurro. Creo recordar que en algún momento, al principio de la novela, Martín hablaba de Georgina, la madre de Alejandra. Pero asalta la duda de que cómo iba él a conocerla si murió hacía ya muchos años. ¿Has pillado tú este punto? Si me echas una mano te lo agradezco.
Ya te contaré cuando regrese.
Un abrazo

[cuscurro]

Justo para empezar ese capítulo esto yo.

Sobre Giorgina aún no se ha comentado nada. Supongo que saldrá en algún momento puesto que como la narración está en dos planos temporales, hay que estar muy atento para no perderse. Eso y los propios dellates de la historia, personajes y situación argentina hacen que haya que ir con mucho tiento.

Por cierto, el tal Molinari, el empresario con el que tuvo la entevista Martín

me da la impresión que es el padre de Alejandra.

¿No crees que sale en demasiadas ocasiones el tema de la prostitución, así como de pasada? ¿No será que Alejandra se dedica a ello?

No se a que se debe el juego que mantiene Alenjandra con Martín: si pero no y luego no pero si. Me tiene muy intrigado.

[cuscurro]

Acabo de terminar la segunda parte.

La relación de Martín y Alejandra es muy complicada, tanto como todo lo que se oculta detrás de Alejandra y que aún el autor no nos ha contado. Una persona tan atormentada tiene que tener algún suceso trágito a sus espaldas. Veremos.

Por cierto, ya ha aparecido el padre de Alejandra.

[cuscurro]

Llevo unos pocos capítulos de la tercera parte, la centrada en los ciegos, y me tiene muy descolocado. No tiene nada que ver con las dos partes anteriores.
Bueno algo si,

parece ser que el protagonista es el padre de Alejandra, creo.

[Cape]

Hola, Cuscurro.
Acabo de terminar la tercera parte. Disculpa que haya estado desconectada del hilo, pero entre compromisos personales y la Semana Santa, te he dejado abandonado.

Como bien dices, la relación de Alejandra y Martín es difícil y tortuosa.

Me parece que Alejandra quiere mantener una cierta distancia con Martín, porque sabe que se encuentra destinada a un trágico final, y por eso no quiere que la relación crezca más. Por eso algunos de los desplantes que le hace a Martín, y la frialdad con la que se comporta algunas veces, pareciendo ignonarle.

En ocasiones me encuentro un poco perdida en medio de la historia de Argentina, que desconozco, y de la que Sabato da una imagen desalentadora, sobre todo en sus tiempos contemporáneos, donde la corrupción está presente a todos los niveles de la política. Y también el autor trata de transmitir constantemente la esencia de un pueblo que se debate contínuamente entre el pesimismo y las ideas enfrentadas, que parece que siempre tienen al país partido en dos.
La tercera parte es extraña, delirante, pero tiene una magia especial que me ha atrapado. Los sueños y las alusiones mitológicas me han gustado mucho. La teoría sobre la Secta de Ciegos es muy ingeniosa

(desde ahora veré con otros ojos, y nunca mejor dicho, a la ONCE )

. Efectivamente, el protagonista se trata del padre de Alejandra.
Desde que leí el libro de Muñoz Molina "La noche de los tiempos", me atraen mucho las historias de anarquistas, socialistas, comunistas... y he encontrado varias alusiones a la Guerra Civil Española, a los brigadistas, y a las confrontaciones en tiempos de la República en otras obras de autores nacionales y extranjeros, como este libro de Sabato o Sostiene Pereira, de Tabucchi.
La trama obsesiva del tal Fernando en torno a perseguir y sentirse perseguido, la manera de resolver todas las circunstancias bajo el principio de que nada es casual, sino que todo está orquestado por la organización, cuyos tentáculos se extienden por todo el mundo, es un ejercicio de ingenio muy curioso.
Pero me queda un cabo suelto, pues parece que todo ha quedado resuelto para el momento en el que Alejandra acaba con la vida de su padre, y parece que la historia de Fernando y los ciegos se desarrolla en un tiempo anterior, pues apenas si hay una alusión a Gabriella cuando habla de los arquitectos. Debo esperar a la última parte para que todo encaje y se resuelva.
Ya seguimos contando....

[cuscurro]

Fernando es un crack del sofismo y un artista de la discusión. Me ha encantado el capítulo en el que discute con Irene y Norma con el feminismo como inicio de la discusión.

Yo esta semana santa he tenido abandonado el libro porque quería finalizar la última parte de la Trilogía de Deptford.

[Cape]

Hola, Cuscurro.

Es cierto, qué capítulo más brillante. Cómo consigue sacarlas de sus casillas de una manera tan inteligente.

[cuscurro]

Hola, Cuscurro.

Es cierto, qué capítulo más brillante. Cómo consigue sacarlas de sus casillas de una manera tan inteligente.

Y la parte final cuando dice que le mal es superior al bien ya que de lo contrario no existirán los mandamientos, las amenazas de ir a infierno, ...., me ha gustado bastante.

[Cape]

Hola Cuscurro.

Es una forma de interpretar el poder del mal. Es cierto que sería más natural que a la criatura más sutil de la creación, se le mandaran cosas positivas que contribuyeran a hacer la vida más agradable a sus congéneres, y sin embargo nos tienen que prohibir aquellas cosas que en teoría van contra nuestra naturaleza. Se puede intepretar como lo hace Sabato, afirmando que el hombre tiene una fuerte tendencia hacia el mal.
La verdad es que esta obra también está cargada de mucha filosofía.
A ver si esta tarde adelanto otro poquito.

[cuscurro]

... nos tienen que prohibir aquellas cosas que en teoría van contra nuestra naturaleza

Bueno, las religiones, al menos las que yo conozco, prohíben cosas que no van en contra de nuestra naturaleza y no aceptan progresos que van a favor de nosotros.

[Cape]

Pon un ejemplo, que ya sé por donde vas

[cuscurro]

Pon un ejemplo, que ya sé por donde vas

No seas mal pensada. O si.

Por ejemplo:
Los musulmanes no permiten comer cerdo. Adiós el Jamón ibérico y el colesterol también.
Los judíos no permiten comer marisco ya que los productos del mar tienen que tener aletas y escamas. Adiós los mariscos y el colesterol también.

Pero hay cosas más preocupantes, a mi modo de ver:
Los testigos de Jehová no aceptan transfusiones de sangre.
La Iglesia Católica no acepta investigar con células madre.
Alguna corriente del Islam tiene bastante acogotada a la mujer.

Pero vamos, que cada cual con sus creencias haga lo que quiera. El problema es cuando las creencias de uno implican a otro que o bien tiene otras, o bien tiene las mismas matizadas, o bien no tiene.

Por otro lado, siempre he pensado que el Mal es un concepto tan real como el Bien y tan necesario uno como el otro para poder ponderarse cuando el Bien hay comparado con el Mal. Siempre se necesita algo con lo que comparar. Ahora la interpretación que cada creencia haga del Bien y del Mal es propia de ella. En muchos aspectos compartida por la inmensa mayoría de las personas, sería parte de la Moral y la Ética, y en otros casos, muy particular.