En
Oppiano Licario, la historia de algunos personajes o de familias quedan como truncas, pero luego reaparecen en el libro; de modo que lo supuestamente trunco _el fragmento_ es solo una interrupción. Claro, al final
el todo que es el libro nos queda trunco en ese fragmento grandote que es
Oppiano Licario. Por ello el texto crítico de Enrico Mario Santí que ahora me leo lleva como título "
Oppiano Licario, la poética del fragmento". Y es que, para Santí, el texto de
Oppiano propone precisamente eso: una poética del fragmento. Él también destaca que es la estructura episódica lo que caracteriza la narración de
Oppiano Licario, y que no en balde Severo Sarduy, en su interesante reseña acerca de
Oppiano, describe el libro como "una suite de digresiones". Y, según lo que expresara Eloísa Lezama,
Oppiano Licario es "más novela que
Paradiso".
Pues a meterle mano entonces al texto Lezamiano que ahora nos ocupa. Y sin mieditos, que a estas alturas no nos puede amedrentar
el Gordo de Trocadero. Por la extensión de los capítulos, creo que solo el primero nos exige toda una semana (tengamos en cuenta que en ese tiempo también debemos leer primeramente el prólogo del libro o cualquier reseña o texto crítico); los demás capítulos podrían ser leídos al ritmo de dos en cada semana. Y con un empujoncito nos leeríamos los tres últimos en una semana, pues el décimo capítulo es muy breve. Así terminaríamos el libro en cinco semanas.
Esa es mi propuesta, pero también habría que ver _además de las posibilidades de ustedes_ la densidad de
Oppiano Licario como texto y las características de cada capítulo individualmente. Por cierto, es de intuir que todos sean igualmente difíciles. Pero, bueno, según nuestra experiencia en el
paradiso lezamiano y estimando que la de ahora no sea más compleja, y viendo que esta vez generalmente los capítulos son más cortos, creo que sí podríamos ganar la batalla en cinco semanas y siguiendo ese programa de lectura. Ustedes dirán.
Para terminar, cito a Enrico Mario Santí: "La novela, como veremos, no es solo un fragmento, sino también la explicación y, hasta cierto punto, la anticipación de su propia interrupción". Obviamente, aquí él se refiere a la explicación de
Paradiso; recordemos que
Oppiano Licario es el "primer piso" para facilitar el acceso a la "catedral".
Nos vemos el día 15 de febrero. Entonces me dirán qué piensan de mi propuesta.