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Partiendo de una reestructuración radical del lenguaje y de sus posibilidades expresivas, usando con riqueza y libertad absolutas las dimensiones temporales y espaciales, del Paso nos cuenta la vida de José Trigo y con ella la de los trenes que salían y llegaban a las estación Nonoalco-Tlatelolco. Pero sobre la anécdota misma de su personaje, simultánea con la recreación del ambiente ferrocarrilero en un momento determinado de la vida de México, el autor ha construido una evocación total de la historia de su país, desde sus orígenes hasta el tiempo presente, José Trigo, como muy pocas obras de la literatura universal, está concebida dentro de una ambición de expresar en forma absoluta, con todas sus ramificaciones, con toda la fecundidad expresiva del mito milenario, un instante del tiempo sobre la tierra.

Pipeline escribió:Yo tampoco lo conocía, pero el Premio Cervantes me parece suficiente carta de presentación. Si está en la colección de El Mundo seguro que es fácil de conseguir, echaré un vistazo y lo pondré en la lista de pendientes. ¿Alguien lo ha leído y nos puede orientar un poco?

Pipeline escribió:Es verdad, la letra es minúscula y son ediciones de poca calidad. La colección se vendía con El Mundo en 2001, yo compré algunos y lo bueno es que está en casi todas las bibliotecas; también es fácil de conseguir en mercadillos y tiendas de segunda mano. A lo mejor después del premio sale alguna edición que merezca más la pena.
Saludos

José Trigo, la primera novela del escritor Fernando del Paso, “fue un piedrón” que nadie esperaba. Un texto que a medio siglo de publicarse sigue siendo incomprendido y se lee poco. El mismo ganador del Premio Cervantes 2015 lo reconoce: “Aunque la quiero mucho, no la recomendaría a lectores primerizos, porque es sumamente complicada”.

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“En los años 20 hay una novela que se publica, Ulises, de James Joyce, que se leía por gente muy especial, también fue muy rechazada porque hace una ruptura total del lenguaje de la novela decimonónica, sin embargo hoy es totalmente comprensible, entonces puede llegar a suceder con José Trigo, que haya un gusto realmente más cultivado y llegue a hacer leída por muchos”, concluye.

Para Socorro

Este libro debe mucho a mi esposa,
Socorro Gordillo,
y a Antonio Montaña,
Álvaro Mutis,
Berta Maldonado,
Jaime Muñoz de Baena
y Juan Rulfo.
Quiero que sus nombres
estén siempre en él
como ellos estuvieron en mi vida.