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Confidencias de un octogenario

Publicado: 24 Nov 2014 17:40
por jose manuel saiz
CONFIDENCIAS DE UN OCTOGENARIO
(me adelanto a mí mismo por si la vida no me diera opción
a escribirlo en su momento)



Ocurrió durante esa hora incierta de la tarde
en la que el cielo pasa de un azul intenso al amarillo (o dorado,
según la refracción de la luz del ocaso por un lejano Abril
allá por los setenta). Fue durante esas circunstancias digo,
cuando ella cruzó ante mí sobre una bicicleta negra (o gris,
según la sutileza de mi ojo en ese tiempo, más propenso
a escudriñar muchachas y organismos que a sopesar
matices inestables de un crepúsculo).

Cambian tanto las formas de interpretar el arte
del cortejo en cada época
que puede que esta historia no logre conmover a nadie.
Pero estarán de acuerdo que no es fácil,
común, ni suele darse (y menos en aquella generación
perdida en otro siglo) que una mujer responda
a un joven que la mira, sin esperanzas de obtener
nada a cambio.

Tan grande el mundo; tantos hombres
sobre la tierra; tantas las mujeres
que van de un lado a otro a sus asuntos, y aquel atardecer
una de ellas, al verme, se detuvo, me miró y dio la vuelta.
Y esta historia
que ahora empieza a ser interesante (ya que instintivamente
una cosa llevó a la otra) por cortés y caballero
no la cuento.
Pues a pesar del tiempo transcurrido y de haber perdido el rastro
de su huella en mi memoria, todavía hoy recuerdo
su bicicleta negra, su piel morena, y sobre todo
esa transpiración orgánica, que debido a su contexto,
la juzgué más sensual que deportiva.

A veces, en Abril, sobrellevando
mi humana ancianidad por este umbral
abierto al nuevo siglo, con el corazón ya cansado
y el alma resignada a no esperar del azar otro prodigio,
regreso con mi mente y mi espíritu a ese espacio al final
de los setenta. Y aunque todavía hay mujeres
que van de un lado a otro en bicicleta,
es tanto el tiempo, y tanto es el olvido,
que mis ojos se han acostumbrado a los matices
sensibles de la tarde y han perdido sutileza, digamos,
en las cosas que importan en la vida.

--oOo--

Re: Confidencias de un octogenario

Publicado: 24 Nov 2014 22:55
por lucia
Y la tienes que fastidiar al final: "digamos
en las cosas que importan en la vida."

Mejor si tras el digamos pones una coma. Por cierto, esta confidencia sería mas suculenta teniendo el octogenario pareja en ese momento :boese040:

Re: Confidencias de un octogenario

Publicado: 25 Nov 2014 12:04
por jose manuel saiz
lucia escribió:Y la tienes que fastidiar al final: "digamos
en las cosas que importan en la vida."

Mejor si tras el digamos pones una coma. Por cierto, esta confidencia sería mas suculenta teniendo el octogenario pareja en ese momento :boese040:
Bueno, si la he fastidiado al final y solo es por una coma..., se pone; y deduzco que el resto te ha gustado.
De todas formas en poesía hay más licencias que en prosa. La pausa versal hace que a veces no sea necesaria la inserción de comas, pues el propio verso ya nos hace la pausa correspondiente. Hay muchos poetas que prescinden en muchos de sus poemas de las puntuaciones, Benedetti por ejemplo, fue uno de ellos.
Un abrazo y gracias por el apunte.
J. Manuel

Re: Confidencias de un octogenario

Publicado: 26 Nov 2014 17:16
por Tolomew Dewhust
Mira tú por donde... ahora voy a empezar a disfrutar más, si cabe, de tus poemas. Y la culpa de todo la va a tener una dichosa coma, con lo que a mí me gustan.

El caso es que siempre me he preguntado cómo leías tú tus propios poemas, si hacías pausa al terminar el verso o únicamente en los signos de puntuación... Y ahora salgo de dudas gracias a Lucia y a esa coma que falta (o no) en ese verso.

Pues me toca releer tus creaciones para entenderlas como tú las has concebido.

Por cierto, este poema me gusta, pero aprovecho ya para decirte que me encantan las acotaciones/explicaciones que muchas veces nos ofreces entre paréntesis, como en este caso.