Bueno, sigo con mis recetas de este año y así no las pierdo.
Voy a hacer tambien un dulce que probé en Madrid, he buscado la receta y creo que me saldrá.
TARTA DE CHOCOLATE GUINNESS: RECETA DE SAINT PATRICKS´DAY
Ingredientes para Tarta de chocolate Guinness. Receta Saint Patrick’s Day
250 gr. de harina de repostería (harina floja de repostería). Sin levadura.
75 gr. de cacao puro en polvo Valor sin azúcar
400 gr. de azúcar
3 huevos
250 gr. de mantequilla de calidad
150 gr. de nata líquida para cocinar
250 ml. de cerveza negra Guinness
1 cucharadita de esencia de vainilla
2 cucharadas y medio tipo postre de bicarbonato sódico
Para el frosting o cobertura:
300 gr. de queso crema de untar tipo Philadelphia, 150 grs. de azúcar glass y 300 ml. de nata líquida 35% MG (para montar)
Es una tarta cuyo nombre engaña, ya que es suave y no sabe para nada a cerveza. La Guinness aporta una textura densa y húmeda al pastel, así como un realce del sabor a chocolate, pero no se aprecia el sabor de la cerveza como cabría esperar. Además, la estética de esta tarta intenta emular el aspecto de un pinta Guinness, el cuerpo negro con el bizcocho y la espuma blanca y densa representada por el frosting de azúcar, nata y queso de untar. Pero lo mejor de la tarta es que es realmente fácil de hacer. La receta es de Nigella Lawson, una mediática cocinera británica muy popular y con unas recetas sencillas y atractivas. No he probado la de Nigella pero si la de Verónica y Javi (gran cocinera y super pinche) hace unos días y ha sido una verdadero éxito.
A esta tarta le pasa como a un buen guiso, está mucho mejor de un día para otro. Si la tomamos recién hecha nos ofrece un sabor muy suave, que se va transformando a medida que pasan las horas en una densidad deliciosa, casi como un brownie de chocolate con el contrapunto del frosting. Os puedo decir que el frosting en las tartas y cupcakes lo suelo apartar, no me gusta su sabor en un pastel clásico, pero en este caso no es nada empalagoso. Dadle una oportunidad, es el toque perfecto para completar esta tarta, imposible prescindir de él si queremos disfrutarla en todo su esplendor.
Preparación del frosting de queso
Empezamos montando la nata o crema de leche. En España se compra como nata para montar, para los que me leáis desde otros sitios sabed que también recibe el nombre de crema para batir, crema para chantilly, crema doble o whipping cream.
Vamos a necesitar 300 ml de nata líquida para montar que tenga un alto contenido en grasa (35,1% MG) y la mitad del azúcar, unos 75 g de azúcar. Yo uso la batidora con el accesorio de varillas eléctricas, es más cómodo que con varillas manuales, aunque se puede hacer de ambas maneras.
Utilizaremos un bol grande, si está frío mucho mejor, al igual que la nata o crema de leche que debe de salir de la nevera. ¿Por qué frío? La nata es grasa y con el calor pierde consistencia, si no está fría va a ser difícil que suba como queremos, si es que sube. La temperatura idónea es de unos 10º C.
Echamos la nata fría en el bol y batimos hasta que pase de estado líquido a una especie de crema, con un poco de espuma. Este proceso nos llevará unos 3-4 minutos nada más. Una vez que hemos alcanzado esta especie de crema líquida densa, añadimos el azúcar, si es glass mejor, y batimos hasta que llegue a estado casi sólido. Fácil, ¿no? Os aseguro que con el truco del frío sale perfecto. Reservamos.
Mezclamos el queso tipo crema y el azúcar con cualquier batidor eléctrico hasta conseguir una crema suave, homogénea y sin ningún grumo. Después le añadiremos la nata montada y mezclamos con movimientos suaves hasta que estén bien integrados ambos ingredientes. Conseguiremos una crema ligeramente untuosa que pondremos sobre la tarta cuando esté fría. Reservamos en la nevera hasta el montaje final.
Preparación del bizcocho de cerveza negra y horneado
Para este postre lo mejor es usar marca Guinness, que se utiliza mucho en la cocina por su textura especial, si no la encontráis usad una cerveza negra que sea suave.
Ponemos en una olla la cerveza negra a calentar a fuego medio, sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente le añadimos la mantequilla cortada en trozos y la vamos moviendo hasta que se derrita completamente. Retiramos del fuego y reservamos.
En un bol ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato. Mezclamos hasta que queden bien ligados todos los ingredientes y de un color uniforme.
En otro bol, ponemos la nata líquida, los huevos y la vainilla líquida y mezclamos con un batidor manual hasta que nos quede una mezcla uniforme. A continuación añadimos el contenido de la olla, la cerveza con la mantequilla, y lo mezclamos nuevamente hasta integrar bien.
Una vez tenemos la mezcla líquida terminada la vamos incorporando a los ingredientes secos y con unas varillas lo mezclamos con energía hasta conseguir una masa uniforme y sin grumos. Quedará bastante líquida, no os asustéis es así, luego solidifica y obtenemos una textura jugosa y húmeda magnífica.
Pasamos la masa a un molde engrasado. Os recomiendo utilizar un molde desmontable, de lo mejorcito en moldes para este tipo de tartas, sobre todo porque al llevar el plato de cerámica incorporado sólo tienes que desmoldar y listo.
El horno debe estar precalentando a 180ºC (temperatura arriba y abajo) 10 minutos antes de introducir el bizcocho. Metemos el molde en la bandeja media del horno. El tiempo de cocción será aproximadamente entre 45-50 minutos, o hasta que lo pinchemos con un tenedor y veamos que sale limpio. Cuando la tarta lleve 20 minutos en el horno (se verá que ya tiene un poco de costra, que empieza a cuajar) ponemos un poquito de papel de aluminio para tapar la superficie y evitar que se nos queme. Los últimos 5-8 minutos la dejamos destapada para que pille color.
Una vez transcurrido el tiempo, sacamos el bizcocho y lo dejamos enfriar en el molde durante una hora mínimo, para posteriormente pasarlo al plato donde lo vayamos a presentar.
Presentación y degustación
Añadimos la cobertura aplicando sobre el bizcocho una capa gruesa lo más uniforme posible del frosting ya preparado. Conservaremos la tarta en la nevera y la sacaremos unos 15 minutos antes de que lleguen vuestros invitados. También se pueden hacer petit fours o raciones individuales utilizando pequeños moldes.
Lo primero que sorprende de esta tarta Guinness es el color casi negro del bizcocho, lo segundo, su tacto esponjoso. Os aviso que es una tarta muy calórica, pues lleva una gran cantidad de azúcar para compensar el sabor amargo de la cerveza