Poemas con cartas

Aquellas maravillosas cartas.

Moderador: natura

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Sunrise
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Sunrise »

Oria escribió:Qué me gusta la palabra fermosura.
Chula la carta, sunri
Que curioso tu comentario Oria, es una palabra muy antigua que ya no se utiliza...excepto aqui, en Asturias, como muchas de las palabras que salen en el Quijote, lo comenté hace mucho en otro hilo, que era una pena que un idioma que incluso Cervantes había utilizado en su libro se ha perdido con el tiempo y aunque estaba extendido se fue quedando sólo en el norte.
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Oria
Me estoy empezando a viciar
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Oria »

Pues debo tener algo del norte, o de Cervantes& Quijote, porque suelo utilizarla.
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

Carta a mi amada

Son ya mil momentos de amor compartidos,
mil instantes juntos y muchas palabras
suaves, dulces, con música de amor
para decirnos lo que sentimos.

Jamás dejemos de decirnos que nos amamos,
que nos queremos, lo que esperamos,
el amor es así, nunca debe aparecer el cansancio,
nunca dejemos de producir magia con sentimientos.

Quiero que siga así, porque con cada palabra,
con cada sílaba, de tus labios, me estremezco,
cada vez que te escucho vuelvo a temblar
y me vuelvo a enamorar de tí, una y cien veces.

Si no estás te añoro, cuando estás te admiro,
si no estás te siento, cuando estás te quiero abrazar,
dime tus pensamientos, lo que sueñas,
me meteré en tus sueños a cumplir tus anhelos.

Quiero seguir oyendo, guardando
tus palabras en mis sentimientos,
obedeciendo con amor tus deseos,
pues cuando lo hago olvido el mundo.

Me despido de tí, no sin decirte que ahora no te oigo,
grabé tus palabras diciéndome que me amas,
deseo que llegue el momento de volverte a escuchar,
porque tus te amo son mi fuerza de vivir.
Quien mucho te ama.


Victor Hugo
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

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Carta sin Fecha
José Angel Buesa



Amigo: sé que existes, pero ignoro tu nombre.
No lo he sabido nunca ni lo quiero saber.
Pero te llamo amigo para hablar de hombre a hombre,
que es el único modo de hablar de una mujer.
Esa mujer es tuya, pero también es mía.
Si es más mía que tuya, lo saben ella y Dios.
Sólo se que hoy me quiere como ayer te quería,
aunque quizá mañana nos olvide a los dos.

Ya ves: ahora es de noche. yo te llamo mi amigo;
yo, que aprendí a estar solo para quererla más;
y ella, en tu propia almohada, tal vez sueña conmigo;
y tú, que no lo sabes, no la despertarás.

¡Qué importa lo que sueña!. Déjala así, dormida.
Yo seré como un sueño sin mañana ni ayer.
Y ella irá de tu brazo para toda la vida,
y abrirá las ventanas en el atardecer.

Quédate tú con ella. Yo seguiré el camino.
Ya es tarde, tengo prisa, y aún hay mucho que andar,
y nunca rompo el vaso donde bebí un buen vino,
ni siembro nada, nunca, cuando voy hacia el mar.

Y pasarán los años favorables o adversos,
y nacerán las rosas que nacen porque sí;
y acaso tú, algún día, leerás estos versos,
sin saber que los hice por ella y para ti....




.
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madison
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Re: Poemas con cartas

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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

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Ariadna dos puntos
necesito saber qué descargaron ayer
los buques americanos
en la rada del Pireo

Si volvió a cruzarse
en tu camino
el niño
su mirada
si perdiste alguna vez
tu sombra en las callejas

Mensaje dentro de una botella.- Miguel Huezo Mixo
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

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CARTA II

Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
-estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.


Idea Vilariño
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

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Ernestina de Champourcin
Carta al vacío

Es escribir a alguien
o lanzarse al silencio,
a nadar en lo oscuro,
a encender una llama
aunque ahoguen las dudas.
¿Carta a lo que no existe?
Hay buzones alados
que se disparan solos
y un correo sin pistas
ni trayecto seguro.

Eludir el camino
que todos conocemos.
Seguir hacia adelante
ruta de los que intentan
lo que nunca pensaron
y se sienten felices
porque hay algo distinto,
porque se desvanece
de pronto lo que sobra
y no existe el vacío
si queremos colmarlo.

Ernestina de Champourcin
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Sunrise
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Sunrise »

Carta de Neruda a Alberti:
neruda.jpg
RAFAEL, antes de llegar a España me salió al
camino
tu poesía, rosa literal, racimo biselado,
y ella hasta ahora ha sido no para mí un recuerdo,
sino luz olorosa, emanación de un mundo.

A tu tierra reseca por la crueldad trajiste
el rocío que el tiempo había olvidado,
y España despertó contigo en la cintura,
otra vez coronada de aljófar matutino.

Recordarás lo que yo traía: sueños
despedazados
por implacables ácidos, permanencias
en aguas desterradas, en silencios
de donde las raíces amargas emergían
como palos quemados en el bosque.
Cómo puedo olvidar, Rafael, aquel tiempo?

A tu país llegué como quien cae
a una luna de piedra, hallando en todas
partes
águilas del erial, secas espinas,
pero tu voz allí, marinero, esperaba
para darme la bienvenida y la fragancia
del alhelí, la miel de los frutos marinos.

Y tu poesía estaba en la mesa, desnuda.

Los pinares del Sur, las razas de la uva
dieron a tu diamante cortado sus resinas,
y al tocar tan hermosa claridad, mucha
sombra
de la que traje al mundo, se deshizo.

Arquitectura hecha en la luz, como los
pétalos,
a través de tus versos de embriagador aroma
yo vi el agua de antaño, la nieve hereditaria,
y a ti más que a ninguno debo España.
Con tus dedos toqué panal y páramo,
conocí las orillas gastadas por el pueblo
corno por un océano, y las gradas
en que la poesía fue estrellando
toda su vestidura de zafiros.

Tú sabes que no enseña sino el hermano. Y en esa
hora no sólo aquello me enseñaste,
no sólo la apagada pompa de nuestra estirpe,
sino la rectitud de tu destino,
y cuando una vez más llegó la sangre a España
defendí el patrimonio del pueblo que era mío.

Ya sabes tú, ya sabe todo el mundo estas cosas.
Yo quiero solamente estar contigo,
y hoy que te falta la mitad de la vida,
tu tierra, a la que tienes más derecho que un
árbol,
hoy que de las desdichas de la patria no sólo
el luto del que amamos, sino tu ausencia cubren
la herencia del olivo que devoran los lobos,
te quiero dar, ay!, si pudiera, hermano grande,
la estrellada alegría que tú me diste entonces.

Entre nosotros dos la poesía
se toca como piel celeste,
y contigo me gusta recoger un racimo,
este pámpano, aquella raíz de las tinieblas.

La envidia que abre puertas en los seres
no pudo abrir tu puerta ni la mía. Es hermoso
como cuando la cólera del viento
desencadena su vestido afuera
y están el pan, el vino y el fuego con nosotros
dejar que aúlle el vendedor de furia,
dejar que silbe el que pasó entre tus pies,
y levantar la copa llena de ámbar
con todo el rito de la transparencia.

Alguien quiere olvidar que tú eres el primero?
Déjalo que navegue y encontrará tu rostro.
Alguien quiere enterrarnos precipitadamente?
Está bien, pero tiene la obligación del vuelo.

Vendrán, pero quién puede sacudir la cosecha
que con la mano del otoño fue elevada
hasta teñir el mundo con el temblor del vino?

Dame esa copa, hermano, y escucha: estoy rodeado
de mi América húmeda y torrencial, a veces
pierdo el silencio, pierdo la corola nocturna,
y me rodea el odio, tal vez nada, el vacío
de un vacío, el crepúsculo
de un perro, de una rana,
y entonces siento que tanta tierra mía nos separe,
y quiero irme a tu casa en que, yo sé, me esperas,
sólo para ser buenos como sólo nosotros
podemos serlo. No debemos nada.

Y a ti sí que te deben, y es una patria: espera.

Volverás, volveremos. Quiero contigo un día
en tus riberas, ir embriagados de oro
hacia tus puertos, puertos del Sur que entonces no
alcancé.
Me mostrarás el mar donde sardinas
y aceitunas disputan las arenas,
y aquellos campos con los toros de ojos verdes
que Villalón (amigo que tampoco
me vino a ver, porque estaba enterrado)
tenía, y los toneles del jerez, catedrales
en cuyos corazones gongorinos
arde el topacio con pálido fuego.

Iremos, Rafael, adonde yace
aquel que con sus manos y las tuyas
la cintura de España sostenía.
El muerto que no pudo morir, aquel a quien tú
guardas,
porque sólo tu existencia lo defiende.

Allí está Federico, pero hay muchos que, hundidos,
enterrados,
entre las cordilleras españolas, caídos
injustamente, derramados,
perdido cereal en las montañas,
son nuestros, y nosotros estamos en su arcilla.

Tú vives porque siempre fuiste un dios milagroso.
A nadie más que a ti te buscaron, querían
devorarte los lobos, romper tu poderío.
Cada uno quería ser gusano en tu muerte.

Pues bien, se equivocaron. Es tal vez la estructura
de tu canción, intacta transparencia,
armada decisión de tu dulzura,
dureza, fortaleza, delicada,
la que salvó tu amor para la tierra.

Yo iré contigo para probar el agua
del Genil, del dominio que me diste,
a mirar en la plata que navega
las efigies dormidas que fundaron
las sílabas azules de tu canto.

Entraremos también en las herrerías: ahora
el metal de los pueblos allí espera
nacer en los cuchillos: pasaremos cantando
junto a las redes rojas que mueve el firmamento.
Cuchillos, redes, cantos borrarán los dolores.
Tu pueblo llevará con las manos quemadas
por la pólvora, como laurel de las praderas,
lo que tu amor fue desgranando en la desdicha.

Sí, de nuestros destierros nace la flor, la forma
de la patria que el pueblo reconquista con truenos,
y no es un día solo el que elabora
la miel perdida, la verdad del sueño,
sino cada raíz que se hace canto
hasta poblar el mundo con sus hojas.
Tú estás allí, no hay nada que no mueva
la luna diamantina que dejaste:

la soledad, el viento en los rincones,
todo toca tu puro territorio,
y los últimos muertos, los que caen
en la prisión, leones fusilados,
y los de las guerrillas, capitanes
del corazón, están humedeciendo
tu propia investidura cristalina,
tu propio corazón con sus raíces.

Ha pasado el tiempo desde aquellos días en que
compartimos
dolores que dejaron una herida radiante,
el caballo de la guerra que con sus herraduras
atropelló la aldea destrozando los vidrios.
Todo aquello nació bajo la pólvora,
todo aquello te aguarda para elevar la espiga,
y en ese nacimiento se envolverán de nuevo
el humo y la ternura de aquellos duros días.

Ancha es la piel de España y en ella tu acicate
vive como una espada de ilustre empuñadura,
y no hay olvido, no hay invierno que te borre,
hermano fulgurante, de los labios del pueblo.
Así te hablo, olvidando tal vez una palabra,
contestando al fin cartas que no recuerdas
y que cuando los climas del Este me cubrieron
como aroma escarlata, llegaron
hasta mi soledad.
Que tu frente dorada
encuentre en esta carta un día de otro tiempo,
y otro tiempo de un día que vendrá.
Me despido
hoy, 1948, dieciséis de diciembre,
en algún punto de América en que canto.
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Sunrise
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Sunrise »

Juan Rulfo y Clara Aparicio.jpg
Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye.
Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba.
Se respira en las hojas, se mueve como se mueven las gotas del agua.
Clara: corazón, rosa, amor...
Junto a tu nombre el dolor es una cosa extraña.
Es una cosa que nos mira y se va, como se va la sangre de una herida; como se va la muerte de la vida.
Y la vida se llena con tu nombre: Clara, claridad esclarecida.
Yo pondría mi corazón entre tus manos sin que él se rebelara.
No tendría ni así de miedo, porque sabría quién lo tomaba.
Y un corazón que sabe y que presiente cuál es la mano amiga, manejada por otro corazón, no teme nada.
¿Y qué mejor amparo tendría él, que esas tus manos, Clara?
He aprendido a decir tu nombre mientras duermo. Lo he aprendido a decir entre la noche iluminada.
Lo han aprendido ya el árbol y la tarde...
y el viento lo ha llevado hasta los montes y lo ha puesto en las espigas de los trigales. Y lo murmura el río...
Clara:
Hoy he sembrado un hueso de durazno en tu nombre.
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

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Alejandra

Puesto que hades no existe, seguramente estás allá,
último hotel, último sueño,
pasajera obstinada de la ausencia.
Sin equipajes ni papeles,
Dando por óbolo un cuaderno
O un lápiz de color.
- Acéptalos barquero: nadie pagó más caro
el ingreso a los Grandes Transparentes,
al jardín donde Alicia la esperaba.
Julio Cortázar
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

Julio Cortázar
A Alejandra Pizarnik

Bicho aquí,
aquí contra esto,
pegada a las palabras
te reclamo.
Ya es la noche, vení,
no hay nadie en casa
Salvo que ya están todas
como vos, como ves,
intercesoras,
llueve en la rue de l'Eperon
y Janis Joplin.
Alejandra, mi bicho,
vení a estas líneas, a este papel de arroz
dale abad a la zorra,
a este fieltro que juega con tu pelo

(Amabas, esas cosas nimias
aboli bibelot d'inanité sonore
las gomas y los sobres
una papelería de juguete
el estuche de lápices
los cuadernos rayados)

Vení, quedate.
tomá este trago, llueve,
te mojarás en la rue Dauphine,
no hay nadie en los cafés repletos,
no te miento, no hay nadie.
Ya sé, es difícil,
es tan difícil encontrarse
este vaso es difícil,
este fósforo.
y no te gusta verme en lo que es mío,
en mi ropa en mis libros
y no te gusta esta predilección
por Gerry Mulligan,
quisieras insultarme sin que duela
decir cómo estás vivo, cómo
se puede estar cuando no hay nada
más que la niebla de los cigarrillos,
como vivís, de qué manera
abrís los ojos cada día
No puede ser, decís, no puede ser.

Bicho, de acuerdo,
vaya si sé pero es así, Alejandra,
acurrúcate aquí, bebé conmigo,
mirá, las he llamado,
vendrán seguro las intercesoras,
el party para vos, la fiesta entera,
Erszebet,
Karen Blixen
ya van cayendo, saben
que es nuestra noche, con el pelo mojado
suben los cuatro pisos, y las viejas
de los departamentos las espían Leonora Carrington, mirala,
Unica Zorn con un murciélago
Clarice Lispector, agua viva,
burbujas deslizándose desnudas
frotándose a la luz, Remedios Varo
con un reloj de arena donde se agita un láser
y la chica uruguaya que fue buena con vos
sin que jamás supieras
su verdadero nombre,
qué rejunta, qué húmedo ajedrez,
qué maison close de telarañas, de Thelonious,
que larga hermosa puede ser la noche
con vos y Joni Mitchell
con vos y Hélène Martin
con las intercesoras
animula el tabaco
vagula Anaïs Nin
blandula vodka tónic

No te vayas, ausente, no te vayas,
jugaremos, verás, ya verás, ya están llegando
con Ezra Pound y marihuana
con los sobres de sopa y un pescado
que sobrenadará olvidado, eso es seguro,
en un palangana con esponjas
entre supositorios y jamás contestados telegramas.
Olga es un árbol de humo, cómo fuma
esa morocha herida de petreles,
y Natalía Ginzburg, que desteje
el ramo de gladiolos que no trajo.
¿Ves bicho? Así. Tan bien y ya. El scotch,
Max Roach, Silvina Ocampo,
alguien en la cocina hace café
su culebra contando
dos terrones un beso
Léo Ferré
No pienses más en las ventanas
el detrás el afuera
Llueve en Rangoon ---
Y qué.
Aquí los juegos. El murmullo
(Consonantes de pájaro
vocales de heliotropo)
Aquí, bichito. Quieta. No hay ventanas ni afuera
y no llueve en Rangoon. Aquí los juegos.
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madison
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por madison »

CARTA FINAL

Quiero morir
con tu espuma carnal
envolviendo
mi pulso casi de polvo

pulpa y zumo
del íntimo adiós
trazarán la sonrisa
que en tus labios de luto
habrás de repetir

mientras el reloj
te aparte el recuerdo

Dina Posada
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Sunrise »

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Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor,
si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor
sí que son
ridículas.

Quién me diera el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).


No sé si Pessoa, al afirmar que “al fin y al cabo, sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor sí que son ridículas”, estaba llamándose a sí mismo "ridículo" y arrepintiéndose de no haberse casado con Ofelia. Pero, de ser así, su arrepentimiento (como siempre, como todos los arrepentimientos del mundo) llegó demasiado tarde.
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Gavalia
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Re: Poemas con cartas

Mensaje por Gavalia »

Las cartas de amor,
si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Entonces el amor es ridículo ?
No lo creo....
Ridículo es aquel o aquello que mueve a la risa o a la chanza según el diccionario claro...quizá este hombre usaba una regla distinta o solo quería que llegáramos a una conclusión,el amor no es ridículo si no más bien las personas, y él es el ejemplo.. si lo dijo en serio.
Espero que no se interpreten mal mis ridículas palabras pero mi cerebro escaso me dice eso.
--- Pareces atribulado!!
--- No entiendo... tan sólo me estoy cagando.
--- Corre raudo, pues...
--- ¡Por los dioses! ¡¡¡Necesito un diccionario!!!
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