De Paris a Cadiz.- Alejandro Dumas

[lucia]

Estoy ahora con este libro y me está entusiasmando. Dumas es verborreico y describe con un sentido del humor impresionante. Como cuando dice que reconoció a su amigo por los 32 dientes que le faltaban, o en la corrida, que los demás estaban de colores pero no puede decir sobre él porque no tenía un espejo, y que a pesar de todo no podía quitar los ojos de la arena.

Acaba de llegar a Toledo y España y los españoles le encantan, salvo por la comida. Porque la comida es otro de los ingredientes principales en sus cartas a Madame.

Lástima que el traductor haya corregido la mayoría de las palabras española que pone Dumas de oído, porque algunas son especialmente graciosas (Rabieca por Babieca, Val de Penas por Valdepeñas...). Quitando eso, la traducción es muy buena y las notas son pocas, pero útiles y más que sificientes, pues no molestan la lectura y aclaran algunas cosas que de otra forma quedarían extrañas.

[lucia]

Jeje, ya ha entrado en Córdoba y la primera noche acaba vestido de andaluz. Hoy me iba riendo sola en el tren con algunas de las ocurrencias, como la de asaltar a los ladrones en Coria del Río, o cuando dice de Aga de Benjuí que comía, bebía, dormía y caía, y se critica a sí mismo para luego poder contarnos la historia

Y ya aquí empezamos a ver la fama de bordes de los posaderos y vendedores en general en España. Aunque eso de decir que el aceite y el vinagre españoles no valen la pena...

[madison]

editado