Un marido de ida y vuelta - Enrique Jardiel Poncela

[Chubbchubb]

Ya la empecé anoche, aunque sólo leí ese prologuillo de las circunstancias de escritura, que me pareció de lo más interesante por esas dos opiniones tan distintas... En cierto modo, yo creo que un poco sigue siendo así, o esa sensación tuve cuando fui al teatro en Madrid, y lo comparé con el teatro al que suelo ir en Barcelona. Incluso cogiendo obras de corte parecido, no ya teatro de vanguardia, las diferencias eran notables... Desde el telón de terciopelo rojo, hasta el ambiente del público... Curioso, sin duda... Y hoy, si no me dan demasiado la lata con el trabajo (que en tiempo de crisi no se respetan ya ni los festivos ni los días de elecciones), empezaré con la obra propiamente, que me apetece mucho un Jardiel

[Arwen_77]

Anda Chubb, que curioso lo que dices. ¿Qué diferencias encuentras entre el teatro en Madrid y en Barcelona?

[Chubbchubb]

Bueno, Arwen, sólo he ido una vez al teatro en Madrid, a ver un Jardiel, precisamente, y tampoco conozco demasiado la distribución de las salas allí.
Pero, por lo que vi, a grandes rasgos, señalaría, en cuanto a la puesta en escena, algunos elementos que aquí en Barcelona no se usan ya, aunque estuviéramos hablando de la misma obra o de alguna de características similares: los cambios de acto, incluso siendo entreactos, raramente se hacen a telón bajado. Es más, son pocos los teatros de circuito profesional con ese tipo de telón acortinado y de terciopelo rojo que además se use. Porque hay que lo tienen, pero más como elemento decorativo, y suelen correr cortina negra en vertical, por ejemplo. Y el público, en Madrid era como más... no sé cómo decirlo... no era tan rigurosamente educado como en Barcelona, que de tan educado parece frío. Daba la sensación de implicarse más, no sé... (y digo sensación, porque en Barcelona el público puede implicarse igual en una obra que el público madrileño, aunque no lo exteriorice tanto.) Ahora que estoy escribiendo me estoy acordando del libro que ha publicado no hace mucho Marcos Ordóñez, Telón de fondo, donde, si no recuerdo mal, también comenta un poco esta diferencia entre el público catalán y el público madrileño, de la que, por lo que parece, el mismo Jardiel deja constancia en su prólogo, ilustrándolo con ese par de críticas, una catalana y otra madrileña. Y quizás sí que aquí, por eso de estar más cerca de Europa o por lo que sea, ha habido siempre una tendencia hacia lo más de vanguardia, y un cierto rechazo a lo más tradicional, típico,... Pero bueno, eso son teorías mías, tampoco hagáis demasiado caso
Pero sí, voy bastante al teatro en Barcelona, he ido sólo una vez al teatro en otras ciudades (una vez en Madrid, una vez en Sevilla, una vez en Londres), y el ambiente entre Bcn-Mdr y también Bcn-Svq es distinto, sin duda. Sería algo interesante de estudiar sociológicamente...

[Arwen_77]

Pues sí que es curioso. Por lo que dices aquí somos bastante más clásicos y campechanos. En este aspecto concreto, te diré que a mi me gusta lo del telón de toda la vida
Esta obra en concreto yo sí que la vi en un entorno curioso y atípico, muy agradable. El teatro de los jardines de Galileo, es al aire libre y los espectadores están sentados en mesitas en las que se están tomando algo. En la sesión en la que fui creo que el público era de lo más agradecido, quizá para algunos demasiado ruidoso. Las carcajadas se oían continuamente.

[Chubbchubb]

Sí, ¿ves? Aquí en Barcelona a la gente le cuesta más reírse... Es decir, sonríe, suelta alguna risa de vez en cuando, pero eso de reírse abiertamente, de soltar una carcajada, creo que cuesta más aquí que en Madrid, por ejemplo. A pesar de que las ganas de risa están en todas partes, sin duda, incluso cuando se va a ver un drama

[Chubbchubb]

¡Por fin ayer pude empezar lo que es la obra propiamente! Leí el primer acto, reconocí muchos de los recursos ya habituales en Jardiel y en sus personajes prototipo, y me pareció un buen planteamiento inicial de la situación Algo predecible, eso sí Lo que pasa que últimamente leo tanto teatro contemporáneo que, (no me matéis jardielistas, que ya sabéis que yo soy de las vuestras, quiero mucho a Jardiel, ¡tengo su camiseta!, pero... ), ahora, leo este tipo de obras y... me parecen tan simples, tan puramente de entretenimiento y nada más... Pero, oye, ¡que está genial! Que debe haber obras así, y que además Jardiel siempre pone algún mensaje en sus obras, por simple que sea, y... nada, que se me sube a la cabeza tanto teatro contemporáneo raruno Además, ni siquiera la he terminado, así que ya seguiré comentando

[Chubbchubb]

Bueno, una vez terminada y leídos vuestros comentarios,... Estoy preocupada Creo que me estoy volviendo un pelín tiquismiquis... O eso, o que me estoy volviendo demasiado exigente, o que, como apuntaba en el comentario pasado, el teatro contemporáneo se me está subiendo a la cabeza Me ha gustado, claro que me ha gustado, es Jardiel, y ya por eso sabía que iba a gustarme. Además, como ya habéis comentado, el primer acto es graciosísimo, el segundo tiene puntos muy buenos, y lo que falla en el tercero quizás sea ese final un pelín precipitado, pero que tampoco desentona con el tono general de la comedia. Es una obra divertida, entretenida, muy al estilo del autor. Me apena que no me haya llenado tanto como otras del autor, aunque, como digo, no creo que sea cosa del texto en sí, sino mía... En fin, ¡qué se le va a hacer! Voy espaciar un poco más mis lecturas de teatro contemporánea, que si no, luego, estas obritas me resultan sosas, y tampoco se trata de eso, con la gracia que tienen

[imation]

Chubb, hay temporadas y temporadas

[Chubbchubb]

Será eso... Por cierto, ¡qué buena tu firma!

[imation]

si, ese trozo me gustó especialmente

[Chimista]

La terminé ayer (con retraso, como siempre) y me gustó mucho.

Es, como habéis comentado, Jardiel Poncela en estado puro. Una comedia fresca, llena de ingenio, disparatada desde su planteamiento y muy bien construida. Hay escenas geniales. Estoy de acuerdo en que es sólo una comedia intrascendente y que detrás no hay nada, pero creo que tampoco pretende más (pese a ciertas ínfulas, quizá irónicas, del prólogo). Los diálogos son muy ingeniosos y las situaciones cómicas se exprimen al máximo. El ritmo, con su toque misterioso (no sabes por dónde va a salir) está muy bien llevado. Quizá (sólo quizá) el final es demasiado rápido y decae un poco. Tras las genialidades de los dos primeros actos, el último se me hizo muy corto. Me faltó algo. En cualquier caso, me gusta. Es muy de agradecer que la literatura española, casi siempre tan seria, cuente con autores como Jardiel Poncela o Mihura, cultivadores de un humor tan elegante.

Reconozco que, cuando comencé a leer, no tenía ni idea del tema, no sabía de qué iba, excepto el título tan sugerente. Y me encontré con el prólogo del propio Jardiel que, tras el desconcierto inicial, me atrapó. La trastienda del escritor, sus ironías, su no saber qué saldrá, sus mentiras y largas al empresario, las reacciones de los actores tras la lectura de cada acto. A mí también me gustaba el título original: Lo que le ocurrió a Pepe después de muerto, pero creo que el definitivo me gusta más: desvela menos de la trama (al menos hasta que no la has leído) y es muy abierto. Da repelo pensar que fue escrita en 1938, en plena guerra, en la misma mesa en había acabado, poco antes, Carlo Monte en Monte Carlo, también muy divertida. Por lo que cuenta en el prólogo, se ve que Jardiel estaba muy satisfecho del resultado. En algunos puntos tiene incluso cierto aire de suficiencia y de revancha respecto a la crítica de Barcelona, que la trató con bastante dureza. Me han llamado la atención las diferencias entre el público de Madrid y Barcelona y me han parecido muy interesantes las reflexiones que haces, Chubbchubb, al respecto. ¿Crees que esta misma obra, representada hoy día en Madrid y Barcelona, tendría aún esa misma diferencia de opiniones? Lo que no he encontrado por ningún lado es esa Poesía a la que alude Jardiel, que sí está, por ejemplo, en el Miguel Mihura de Tres sombreros de copa.

Son muchas las escenas, situaciones y personajes que me han hecho reír. Me encantan la frialdad y la eficiencia de Elías, el mayordomo; y el fatalismo en que se cree envuelto Díaz; y los diagnósticos siempre tan certeros (reúma) del doctor Ansúrez. Los dos primeros actos son perfectos. Cuántos juegos con las lámparas que se encienden y se apagan, con la radio, con el tomo de Sonetos de Shakespeare, con las tazas que caen cuando alguien dice algo impertinente, con los poemas de amor de Bécquer. Es genial la escena con que comienza el acto tercero: ¡qué provecho le saca a las compresas frías (que se están calentando) y la tila caliente (que se está enfriando)! Esa escena me recordó un poco el comienzo de ¡Que viene mi marido!, de Arniches.

Por cierto, que me ha llamado mucho la atención cómo todo el escenario cambia de posición (gira) en el último acto, con la consiguiente desorientación del espectador. Además, el pobre Pepe se pasa casi toda la obra vestido de torero (y eso que no le gustan los toros).

Me encantaría verla representada.

[Chubbchubb]

Me han llamado la atención las diferencias entre el público de Madrid y Barcelona y me han parecido muy interesantes las reflexiones que haces, Chubbchubb, al respecto. ¿Crees que esta misma obra, representada hoy día en Madrid y Barcelona, tendría aún esa misma diferencia de opiniones?

Yo creo que sí... Como ya comenté, el tipo de teatro que se hace en una y otra ciudad es bastante distinto, y por tanto también el público que se cultiva es diferente. Ojo, no estoy diciendo ni peor, ni mejor. Simplemente distinto. Y sí, creo que una obra de Jardiel tendría diez veces mejor aceptación en Madrid que aquí en Barcelona... Aunque, oye, quién sabe, quizás me esté equivocando... Me alegro de que te haya gustado, Chimista

[Arwen_77]

Me han llamado la atención las diferencias entre el público de Madrid y Barcelona y me han parecido muy interesantes las reflexiones que haces, Chubbchubb, al respecto. ¿Crees que esta misma obra, representada hoy día en Madrid y Barcelona, tendría aún esa misma diferencia de opiniones?

Yo creo que sí... Como ya comenté, el tipo de teatro que se hace en una y otra ciudad es bastante distinto, y por tanto también el público que se cultiva es diferente. Ojo, no estoy diciendo ni peor, ni mejor. Simplemente distinto. Y sí, creo que una obra de Jardiel tendría diez veces mejor aceptación en Madrid que aquí en Barcelona... Aunque, oye, quién sabe, quizás me esté equivocando... Me alegro de que te haya gustado, Chimista

La reacción del público en Madrid, como os comenté antes, fue de carcajadas a raudales (el año pasado), así que la parte madrileña está contrastada. Lo que pasaría en Barcelona no lo sabemos, que creo que allí no se fue de gira este montaje.

[Chubbchubb]

Pues fíjate, Arwen, que el simple hecho de que no hayan traído el montaje por aquí ya indica algo... Pero sí, oye, estaría bien que trajeran un Jardiel, ¡a ver qué pasa!...

[Arwen_77]

Pues fíjate, Arwen, que el simple hecho de que no hayan traído el montaje por aquí ya indica algo... Pero sí, oye, estaría bien que trajeran un Jardiel, ¡a ver qué pasa!...

Tienes toda la razón. Aquí se representa bastante Jardiel: este año en los jardines de Galileo pusieron "Las siete vidas del gato" y aún se representa la que creo que viste tu cuando viniste "Las cinco advertencias de Satanás".