¡Terminada la tercera y última parte!
Me ha gustado también. La he leído en formato digital (en el ebook) y la verdad es que lo detesto. Es realmente ortopédico y poco funcional para hacer algo que me gusta mucho como rehojear lo leído, volverlo a leer rápido aquí y allá... pero bueno. Al final esta parte también la he leído en versión de Pujante y muy bien.
¡OJO SPOILERS! A partir de aquí sería complicado decidir qué no poner en negro, aunque algo pongo...
El primer acto empieza fuerte, enlaza tal cual con la anterior. El Rey Enrique se ve ya en un auténtico brete e intenta una solución más o menos pacífica que a continuación lo que va a provocar es mayor sangre. Consigue el cabreo de los suyos, que se sienten pisoteados con eso de dejar que York reine después de que él termine su reinado: la guerra, pues, sigue, y los York son acorralados en esta ocasión,
siendo matado el pequeño Rutland |
(escena buscada de efectismo pero muy sentida, con el joven Rutland suplicando piedad).
A partir de aquí (que es básicamente el primer Acto) empieza un continuo guerreo entre una fuerza y otra. En la parte defensora del Rey Enrique VI destaca Clifford, y en la otra Warwick, que lucha a brazo partido junto a los tres hijos de York, tres soles unidos. Me gustó el discurso o soliloquio que hace Enrique VI sobre la vida feliz del pastor y la vida como rey. Sobre todo porque cada vez se nos refleja más como alguien con ternura y afecto, pero que está en un puesto equivocado o rodeado de auténticas rocas que le ensombrecen y aniquilan como persona. No tiene, pese a ser Rey, ni voz ni voto, y no ve más que un baño de sangre siempre a su alrededor.
Pero en la siguiente batalla
Clifford se va al traste, muere. Y York proclaman rey a Eduardo IV. El cual hará afronta a Warwick con su decisión de casarse con Lady Grey en vez de la hija del Delfín Carlos, Bona. Warwick cambia de bando. |
Y vuelta a la guerra. Entre tanto, se apresa al Rey Enrique VI.
En fin, que me lío, una guerra constante entre las dos rosas que no deja títere con cabeza.
Warwick acaba muriendo, y eso permite ya a los York conseguir el poder sin discusiones... |
por el momento.
Un par de momentos especiales: cuando Ricardo mata al Rey en la torre y cuando matan, con rabia, al príncipe Eduardo, hijo de la Reina Margarita, delante de ella misma. |
¡Tremendo! Desde luego Ricardo ya se va perfilando como un personaje de lo más fascinante. De nuevo, como hiciera su padre, va contando aparte sus impulsos de llegar al poder, aún por encima de sus hermanos.
¡En fin! ¡Qué trilogía! La he disfrutado mucho. En esta tercera parte quizá lo único un poco negativo es la sucesión de batallas y de cambios de bando tan brusco y continuo que hay. Por lo demás, tiene situaciones y algún que otro parlamente realmente ensalzable.
Leídas las tres, creo que la que más equilibrada me parece entre una cosa y otra es la segunda. La primera ahora, tras estas dos, me parece ligeramente más floja (aunque con su interés, desde luego), y esta tercera, pese a tanto fragor de batalla, gana en crudeza y en crueldad, lo cual atrapa. Un recorrido que he disfrutado desde el Acto I de la primera parte al V de la última.
Lo mejor es que ahora sabes que viene Ricardo III... y ¡¡qué ganas!!
PD: añadir que no sé por qué pero se me ha quedado grabada la siguiente pregunta que le dice Eduardo a Warwick en la primera escena del quinto acto.
Warwick está tras la muralla esperando refuerzos, y Eduardo y Ricardo, envalentonados y sabiéndose ya en parte vencedores (han capturado al rey Enrique), dejando a sus tropas cerca, se acercan para negociar. Warwick se enorgullece de ser quien pone y quita a los reyes. Su viraje en contra de los York ha sentado realmente mal. En un momento de la discusión Eduardo le suelta a Warwick :
"Pero el rey de Warwick es prisionero de Eduardo.
Responde, entonces, gentil Warwick,
¿qué es el cuerpo cuando rueda la cabeza?" |
¡Pues así son estas tres partes del Enrique VI de Shakespeare!