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Una obra magnífica. Para mí Agustín Moreto es de los autores injustamente más olvidados del siglo de Oro, cegado por Lope, Calderón o Tirso.

Espero que alguien se anime y podamos comentar.

Arden escribió: ↑11 Jul 2019 23:56 Una obra magnífica. Para mí Agustín Moreto es de los autores injustamente más olvidados del siglo de Oro, cegado por Lope, Calderón o Tirso.

Espero que alguien se anime y podamos comentar.

Agustín Moreto tuvo la mala suerte de pertenecer a una generación literaria llena de "monstruos".

Arden, espero terminar hoy de leer a María de Zayas, así que voy a hacerle un hueco a Agustín Moreto y sus desdenes. Me apetece volver a disfrutar de esta obra.

Resulta que yo pensaba que lo había descargado en préstamo digital de la Biblioteca y ahora veo que algo debí de hacer mal, porque me da error de archivo.

Como estoy leyendo Patria, de Fernando Aramburu, por ahora voy a dejarlo estar y cuando lo termine ya veré si vuelvo a leer esta obra de Moreto que ya leí el año pasado.

Lo he bajado hoy de eBiblio, aprovechando que el préstamo digital de Cuidate de mí que quería renovar me ha dado error. Está visto que lo mío con los préstamos digitales es de "necesita mejorar".

Bueno, pues ya lo he empezado y, al igual que me pasó el año pasado, estoy disfrutando mucho leyéndolo. ¡Qué bueno es nuestro teatro del Siglo de Oro!

¡Este verano va a ser el de El desdén con el desdén! La he descargado varias veces en eBiblio, incluso he empezado a leerla en un par de ocasiones porque me gustó mucho el año pasado y al ver el miniclub, me animé a releerla. Pues hoy he vuelto a empezarla a ver si esta vez consigo llegar hasta el final de un tirón y no me quedo a medias del primer acto.

Si me llegan a decir a principios de verano que iba a tener una lectura tan accidentada, me habría parecido imposible.

Ahora mismo acabo de terminarla y me ha vuelto a parecer una maravilla. No quiero resultar pesada, pero nuestro Siglo de Oro derrocha talento por todos lados y Agustín Moreto es una buena muestra de lo que digo.

Tengo pendiente leer más obras suyas, tanto me da que sea en estos MC de Teatro del Siglo de Oro como por mi cuenta.

Yo siempre he pensado lo mismo, hay nombres que eclipsan a otros que son prácticamente desconocidos, prácticamente ni se nombran en el bachillerato, como Agustín Moreto, del que como mínimo se tiene que leer El desdén con el desdén y la comedia de figurón El lindo don Diego.

El año pasado tras leer El lindo don Diego y El desdén con el desdén hice propósito de leer más obras de Agustín Moreto y este año me toca cumplirlo, Arden.

Hay que reconocer que la abuela esa tarde estuvo en todo muy clarividente y además divertidísima, al final el licor café se le había subido bastante a la cabeza y eso aumentaba su locuacidad; me estuvo leyendo trozos de una comedia de Moreto que siempre le ha gustado a ella mucho, El desdén con el desdén, me parece que en el baúl la trae, un librito negro con pinta de breviario; ya en otras ocasiones, cuando era yo pequeña, me había señalado párrafos y la escogía para hacernos dictados, pero a la lectura de esa noche le dio una especial solemnidad, siempre le ha encantado leer en alto porque sabe que lo hace bien, yo me iba a casar a los pocos días y en su boca tomaban un tono especial de admonición las parrafadas de aquella Diana del texto a quien los desengaños de una pasión violenta llevan a refugiarse en el estudio de la historia y la filosofía antiguas para instruirse sobre los desastres que el amor ha acarreado a la humanidad; pero todo esto intercalado con unos comentarios graciosísimos. Ya era tarde, cenamos un poco y la acompañé a acostarse a esa misma cama grande de donde la he sacado para siempre antesdeayer; al despedirme estaba un poco emocionada, le pregunté: "Oye, abuela, ¿por qué has dicho que Andrés es frío si sólo lo has visto una vez?", no me contestó a derechas, ella hace eso muchas veces, tratar de aclararte algo y meter otra sentencia que desvía el asunto y lo oscurece, dijo con un ritmo de voz un poco incoherente: "Es frío pero tiene buen cuerpo, un hombre es su cuerpo, el placer que te dé y nada más, tú búscale el cuerpo y déjate de historias; eso es lo malo de los hombres fríos, que te intrigan, gozas de su cuerpo y no te basta, pero lo que te digo es que te baste, te tiene que bastar, acuérdate".
Retahílas, de Carmen Martín Gaite