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¿Quién no ha leído a Lope de Vega y Calderón entre otros muchos autores? Buñuel, Almodóvar, Fellini, ¿qué sería de una buena película sin un buen guión?
El viejo Vacili Vacilich Svetlovidov, cómico, está en el ocaso de su vida. Lo mire por donde lo mire ya no es el que era. Acaba de recibir un homenaje en el que ha interpretado a otro viejo, Kalkax. La noche le sorprende en le camerino de un destartalado teatro de provincias donde se ha producido el homenaje. Tras la representación los aplausos. Y después la inacabable secuencia de vacío, soledad, angustia, alcohol y sueño, por fin sueño. ¡Se ha dormido en el camerino! Y cuando despierta se encuentra más solo aún. Todos se han ido olvidándole en el camerino.
Esta pieza corta, montada una y mil veces, no pierde vigencia con el paso del tiempo. Su "juventud" reside en la esencia de la propuesta de Chejov: hacer un homenaje al actor. A uno. A todos. Siempre es oportuno rendirse a los pies de un actor, de una actriz, y, a través de estos, a los pies de todos los actores y actrices que forman ese corpus especialísimo, sensible, siempre tratado de manera incorrecta, pero que, finalmente, es al artífice de la mayoría de nuestros sueños, nuestras ilusiones. Al menos de las nuestras. Así lo observa Chejov. Y decide escribir una obra que sirva al actor para representar el final de la vida de "otro actor". Teatro dentro del teatro. Y que elija aquellos personajes que le dieron éxito para rememorarlos, o los que nunca interpretó pero que siempre deseó. Un sueño donde todo es posible. Magia. Ser uno y ser todos para, al final, encontrar la soledad. Es hermoso y es amargo.
Tengo muchas ganas de leer este "estudio" de Chéjov. A leerla en miniclub a partir del 25 de marzo.
Bajo tierra seca de César Pérez Gellida. La campana de cristal de Sylvia Plath
Un viejo actor que se encuentra el día de su retiro después de 45 años en el escenario, solo, todos se han marchado y se han olvidado de él incluso el día de su homenaje. ¿Qué será a partir de ahora de él? ¿Por qué sacrificó todo por estar en escena?
Me ha gustado mucho el recuerdo de
su gran amor a la que rechazó porque tenía que elegir entre ella y el teatro, eligió esto último y después de 45 años viejo y solo ve que no tiene nada.
Muy interesante y triste.
Bajo tierra seca de César Pérez Gellida. La campana de cristal de Sylvia Plath
Leído y sumamente bueno. Es una lástima que se termine tan pronto porque me dejó con ganas de más.
Es impresionante lo que, en la búsqueda de la perfección artística (que se puede dar en muchas otras disciplinas), la persona tiene que dejar de lado, las vidas que ya no va a vivir.
Al igual que tú, Arden, me ha llamado la atención el episidio con la muchacha y cómo se lamenta por haberlo hecho. Sin embargo, tengo una duda:
Según yo, al final el actor está feliz por lo que hizo. Incluso se retira entre los aplausos del joven.
Con todo y esta duda, me pareció lo mejor que hemos leído de este hombre en su teatro, que es, debo decir, de altísimo nivel.
Leído.
A mí no me ha gustado, aunque la parte en que empiezan a interpretar a dúo el joven y el viejo me ha conseguido llegar.
Sin embargo el cuento me ha sabido a poco y no me suelen gustar demasiado las historias que hablan de teatro dentro del teatro, o de cine o de escritores.
A pesar de eso da mucho que pensar en pocas lineas. Por una banda lo comentado encima, el trabajo y el esfuerzo del artista, yo aquí englobaría tanto a actores como a músicos, vamos los que se deben al público. Viven para ellos y dan sus mejores años a hacerles vibrar. Pasa que aquí él explica que de joven era todo ilusión pero que de más viejo se sentía un bufón, cosa que al final no da esa impresión ya que parece que le sigue gustando lo que hace. Realmente es un trabajo muy sacrificado y si lo das todos puedes acabar como él
sin hijos ni mujer.
También me hace pensar el paso de el tiempo y nuestra dedicación respecto a cualquier cosa durante nuestra vida. Como nos puede llegar a absorber lo que hacemos y que sin darte cuenta ya "la canción está cantada" (me gusta esta frase sí )
Bueno a ver si puedo seguir leyendo alguna cosilla más de él que esto es lo primero
Leyendo :
Les calces al sol - Regina Rodríguez Sirvent
Ciudad Feliz - Charles Montgomery
Pseudoabulafia escribió:Leído.
A mí no me ha gustado, aunque la parte en que empiezan a interpretar a dúo el joven y el viejo me ha conseguido llegar.
Sin embargo el cuento me ha sabido a poco y no me suelen gustar demasiado las historias que hablan de teatro dentro del teatro, o de cine o de escritores.
Es curioso lo de que para gustos colores, porque a mí es todo lo contrario, me encantan las obras que tratan de los entresijos de los actores, el teatro o los escritores.
Aquí lo veo un poco como el payaso triste, es decir hace reír al público y todo el mundo puede pensar que es feliz, incluso se le ha hecho un homenaje, que como se puede ver al principio en realidad es un teatro de provincias, es decir que el reconocimiento es más bien pobre, ¿Y al final qué? Es lo triste. Cuando ves esos reportajes de personas de la farándula, y no me refiero a grandes actores o actrices reconocidísimos, sino a esos actores o actrices o cantantes de teatros que tuvieron su momento y que después viven de sus recuerdos en pequeños apartamentos rodeados de fotografías y con una decadencia física cada vez mayor, cuando han vivido un esplendor de vida, lentejuelas y candilejas, y al final no son nadie ni nada, nadie se acuerda de ellos, que lo han tenido todo en el mundo del teatro, reconocimiento, diversión, etc..., pero han renunciado muchas veces a tener una familia, como en el caso de esta obra, y al final están solos. De ahí la tristeza de esta obra.
Bajo tierra seca de César Pérez Gellida. La campana de cristal de Sylvia Plath
Arden escribió:Cuando ves esos reportajes de personas de la farándula, y no me refiero a grandes actores o actrices reconocidísimos, sino a esos actores o actrices o cantantes de teatros que tuvieron su momento y que después viven de sus recuerdos en pequeños apartamentos rodeados de fotografías y con una decadencia física cada vez mayor, cuando han vivido un esplendor de vida, lentejuelas y candilejas, y al final no son nadie ni nada, nadie se acuerda de ellos, que lo han tenido todo en el mundo del teatro, reconocimiento, diversión, etc...
Lo siento por la comparación pero es que esto me ha recordado muchísimo a la BimBamBum de Aida
Leyendo :
Les calces al sol - Regina Rodríguez Sirvent
Ciudad Feliz - Charles Montgomery
Tenía intención de empezar en enero con este MC mensual, pero, bueno, más vale un poco tarde que nunca, que Chéjov se lo merece.
Esta pequeña pieza me ha parecido una buena muestra del buen hacer de este autor. Expone en muy pocas páginas, y sin apenas personajes, su ideario sobre el oficio de actor: la pasión que hay que tener por algo a lo que dedicas tu vida entera y que, al final de ella, puede que te deje sólo, pero con un montón de momentos satisfactorios detrás como bagaje. Aunque el tono general es de tristeza por todo lo perdido, la ilusión final del personaje protagonista tras el juego de diálogos famosos en el que se enzarza con el apuntador, deja claro que, por mucho que añore la compañía de familia y amigos sacrificados a su profesión, en el fondo es feliz y vive como realmente quiere.
Más pena me ha dado el papel del apuntador, un secundario que comparte todo lo malo del actor y prácticamente ninguna de sus compensaciones: incluso tiene que dormir en el teatro porque no tiene para pagarse una pensión. Y a pesar de saberse todos los papeles de cada obra, nadie le aplaudirá nunca por ello.
La renuncia a su primer amor, que tanto emociona al actor al recordarla, la veo más como un recurso romántico-dramático, como aclara el traductor en mi edición, que como algo que en su momento le afectara tanto.
A mi también me ha gustado. Esa mezcla de amargura ante la inevitable vejez y entusiasmo por todo lo que se ha hecho bien en una vida elegida libremente, me parece muy duro pero muy tierno a la vez: Donde hay arte, donde hay talento, allí no hay vejez, ni soledad, ni enfermedad, y la muerte misma no vale gran cosa
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