Cada día un poema
Moderadores: lunallena, Tessia
Cada día un poema
Cada día intentaré poner un poema, no sólo yo, genial si os aportáis, así es una manera de tener activo este apartado de poesía ¿sí?, pues venga, empiezo!
NADIE SINO TÚ
Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
Te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
Intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.
Nadie puede salvarte sino
tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
Limítate a mirarlos.
Escucharlos.
¿Quieres ser así?
¿Un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿Quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?
Nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
No es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.
Piénsalo.
Piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
La parte de tus entrañas.
Tu parte mágica y ebria.
Sálvala.
No te unas a los muertos de espíritu.
Mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.
Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡Sálvate!
Entonces sabrás exactamente de
qué hablo.
Charles Bukowski
NADIE SINO TÚ
Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
Te verás una y otra vez
en situaciones
casi imposibles.
Intentarán una y otra vez
por medio de subterfugios, engaños o
por la fuerza
que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente
por dentro.
Nadie puede salvarte sino
tú mismo
y será muy fácil desfallecer,
pero muy fácil,
pero no desfallezcas, no, no.
Limítate a mirarlos.
Escucharlos.
¿Quieres ser así?
¿Un ser sin cara, sin mente,
sin corazón?
¿Quieres experimentar
la muerte antes de la muerte?
Nadie puede salvarte sino
tú mismo
y mereces salvarte.
No es una guerra fácil de ganar
pero si algo merece la pena ganar,
es esto.
Piénsalo.
Piensa en salvarte a ti mismo.
tu parte espiritual.
La parte de tus entrañas.
Tu parte mágica y ebria.
Sálvala.
No te unas a los muertos de espíritu.
Mantente
con buen talante y garbo
y al cabo,
si fuera necesario,
apuesta tu vida en plena refriega,
al carajo las probabilidades, al carajo
el precio.
Nadie puede salvarte sino
tú mismo.
¡Hazlo! ¡Sálvate!
Entonces sabrás exactamente de
qué hablo.
Charles Bukowski
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Re: Cada día un poema
13/05/2020 miércoles
A Niebla, mi perro
«Niebla», tú no comprendes: lo cantan tus orejas,
el tabaco inocente, tonto, de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas,
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.
Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas,
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.
A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
que transportan la muerte en un cajón desnudo;
de ese niño que observa lo mismo que un festejo
la batalla en el aire, que asesinarle pudo;
a pesar del mejor compañero perdido,
de mi más que tristísima familia que no entiende
lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
y a pesar del amigo que deserta y nos vende;
«Niebla», mi camarada,
aunque tú no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría.
Rafael Alberti
A Niebla, mi perro
«Niebla», tú no comprendes: lo cantan tus orejas,
el tabaco inocente, tonto, de tu mirada,
los largos resplandores que por el monte dejas,
al saltar, rayo tierno de brizna despeinada.
Mira esos perros turbios, huérfanos, reservados,
que de improviso surgen de las rotas neblinas,
arrastrar en sus tímidos pasos desorientados
todo el terror reciente de su casa en ruinas.
A pesar de esos coches fugaces, sin cortejo,
que transportan la muerte en un cajón desnudo;
de ese niño que observa lo mismo que un festejo
la batalla en el aire, que asesinarle pudo;
a pesar del mejor compañero perdido,
de mi más que tristísima familia que no entiende
lo que yo más quisiera que hubiera comprendido,
y a pesar del amigo que deserta y nos vende;
«Niebla», mi camarada,
aunque tú no lo sabes, nos queda todavía,
en medio de esta heroica pena bombardeada,
la fe, que es alegría, alegría, alegría.
Rafael Alberti
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Re: Cada día un poema
Raquel Lanseros, Matria.
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Soñar... ¡Donosa locura!
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Re: Cada día un poema
La noche por ser triste carece de fronteras.
Su sombra en rebelión como la espuma,
rompe los muros débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.
Acaso los amantes acuchillan estrellas,
acaso la aventura apague una tristeza.
Mas tú, noche, impulsada por deseos
hasta la palidez del agua,
aguardas siempre en pie quién sabe a cuáles ruiseñores.
Más allá se estremecen los abismos
poblados de serpientes entre pluma,
cabecera de enfermos
no mirando otra cosa que la noche
mientras cierran el aire entre los labios.
La noche, la noche deslumbrante,
que junto a las esquinas retuerce sus caderas,
aguardando, quién sabe,
como yo, como todos.
Luis Cernuda
Su sombra en rebelión como la espuma,
rompe los muros débiles
avergonzados de blancura;
noche que no puede ser otra cosa sino noche.
Acaso los amantes acuchillan estrellas,
acaso la aventura apague una tristeza.
Mas tú, noche, impulsada por deseos
hasta la palidez del agua,
aguardas siempre en pie quién sabe a cuáles ruiseñores.
Más allá se estremecen los abismos
poblados de serpientes entre pluma,
cabecera de enfermos
no mirando otra cosa que la noche
mientras cierran el aire entre los labios.
La noche, la noche deslumbrante,
que junto a las esquinas retuerce sus caderas,
aguardando, quién sabe,
como yo, como todos.
Luis Cernuda
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Re: Cada día un poema
Gracias, madi.
Dejo cuatro renglones.
...
qué haré sin ver mil hombres
mil muchachas,
qué haré sin conducir sobre mis hombros
una parte de la esperanza?
...
Párrafo de 'Para nacer he nacido', Pablo Neruda.
Soñar... ¡Donosa locura!
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Re: Cada día un poema
Me encanta Valente, y en especial este poema, "sé tú mi límite", cuánto encierra esta frase!
SÉ TÚ MI LÍMITE
Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.
Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.
Si tú acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.
Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.
Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.
No te alejes jamás:
los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.
SÉ TÚ MI LÍMITE
Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco de la tristeza.
Una sola palabra tuya quiebra
la ciega soledad en mil pedazos.
Si tú acercas tu boca inagotable
hasta la mía, bebo
sin cesar la raíz de mi propia existencia.
Pero tú ignoras cuánto
la cercanía de tu cuerpo
me hace vivir o cuánto
su distancia me aleja de mí mismo
me reduce a la sombra.
Tú estás, ligera y encendida,
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.
No te alejes jamás:
los hondos movimientos
de tu naturaleza son
mi sola ley.
Retenme.
Sé tú mi límite.
Y yo la imagen
de mí feliz, que tú me has dado.
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Re: Cada día un poema
Tú no eres tus años.
Ni la talla que usas.
No eres tu peso.
El color de tus cabellos.
No eres tu nombre.
Ni los hoyuelos en tus mejillas.
Eres todos los libros que has leído y todas las palabras que dices.
Eres tu voz media dormida por las mañanas y las sonrisas que pruebas a esconder.
Eres la dulzura de tu risa y cada lágrima derramada.
Eres las canciones cantadas en voz alta cuando sabías de estar completamente sola.
Eres también los lugares donde has estado y el único que realmente llamas casa.
Eres todo aquello en lo que crees
y las personas a las cuales quieres.
Eres las fotografías en tu habitación
y el futuro que pintas.
Estás hecha de tanta belleza pero tal vez todo esto no lo veas, desde cuando has decidido ser todo aquello que no eres.
-Ernest Hemingway.
Ni la talla que usas.
No eres tu peso.
El color de tus cabellos.
No eres tu nombre.
Ni los hoyuelos en tus mejillas.
Eres todos los libros que has leído y todas las palabras que dices.
Eres tu voz media dormida por las mañanas y las sonrisas que pruebas a esconder.
Eres la dulzura de tu risa y cada lágrima derramada.
Eres las canciones cantadas en voz alta cuando sabías de estar completamente sola.
Eres también los lugares donde has estado y el único que realmente llamas casa.
Eres todo aquello en lo que crees
y las personas a las cuales quieres.
Eres las fotografías en tu habitación
y el futuro que pintas.
Estás hecha de tanta belleza pero tal vez todo esto no lo veas, desde cuando has decidido ser todo aquello que no eres.
-Ernest Hemingway.
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Re: Cada día un poema
Yo nunca me río
de la muerte.
Simplemente
sucede que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y arboles
Yo no me río de la muerte.
Pero a veces tengo sed
y pido un poco de vida,
a veces tengo sed y pregunto
diariamente, y como siempre
sucede que no hallo respuestas
sino una carcajada profunda
y negra. Ya lo dije, nunca
suelo reír de la muerte,
pero sí conozco su blanco
rostro, su tétrica vestimenta.
Yo no me río de la muerte.
Sin embargo, conozco su
blanca casa, conozco su
blanca vestimenta, conozco
su humedad y su silencio.
Claro está, la muerte no
me ha visitado todavía,
y Uds. preguntarán: ¿qué
conoces? No conozco nada.
Es cierto también eso.
Empero, sé que al llegar
ella yo estaré esperando,
yo estaré esperando de pie
o tal vez desayunando.
La miraré blandamente
(no se vaya a asustar)
y como jamás he reído
de su túnica, la acompañaré,
solitario y solitario.
Javier Luis Heraud Pérez
de la muerte.
Simplemente
sucede que
no tengo
miedo
de
morir
entre
pájaros y arboles
Yo no me río de la muerte.
Pero a veces tengo sed
y pido un poco de vida,
a veces tengo sed y pregunto
diariamente, y como siempre
sucede que no hallo respuestas
sino una carcajada profunda
y negra. Ya lo dije, nunca
suelo reír de la muerte,
pero sí conozco su blanco
rostro, su tétrica vestimenta.
Yo no me río de la muerte.
Sin embargo, conozco su
blanca casa, conozco su
blanca vestimenta, conozco
su humedad y su silencio.
Claro está, la muerte no
me ha visitado todavía,
y Uds. preguntarán: ¿qué
conoces? No conozco nada.
Es cierto también eso.
Empero, sé que al llegar
ella yo estaré esperando,
yo estaré esperando de pie
o tal vez desayunando.
La miraré blandamente
(no se vaya a asustar)
y como jamás he reído
de su túnica, la acompañaré,
solitario y solitario.
Javier Luis Heraud Pérez
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Re: Cada día un poema
TÉ EN EL PALACIO DE HOON
No porque yo, de púrpura, bajase
por el final del día a través del que llaman
el aire solitario, no por eso dejé de ser yo mismo.
¿Cuál fue el ungüento que roció mi barba?
¿Qué himnos resonaron cerca de mis oídos?
¿Qué mar en su corriente me anegó?
Los dorados ungüentos llovieron de mi mente,
mis oídos crearon los signos que escuchaban.
Yo mismo fui la brújula del mar:
yo fui el mundo en que anduve, y lo que vi
o sentí o escuché venía de mí mismo;
y me encontré a mí mismo más real, más extraño.
No porque yo, de púrpura, bajase
por el final del día a través del que llaman
el aire solitario, no por eso dejé de ser yo mismo.
¿Cuál fue el ungüento que roció mi barba?
¿Qué himnos resonaron cerca de mis oídos?
¿Qué mar en su corriente me anegó?
Los dorados ungüentos llovieron de mi mente,
mis oídos crearon los signos que escuchaban.
Yo mismo fui la brújula del mar:
yo fui el mundo en que anduve, y lo que vi
o sentí o escuché venía de mí mismo;
y me encontré a mí mismo más real, más extraño.
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Re: Cada día un poema
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
Mario Benedetti
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Re: Cada día un poema
HIMNO A LA JUVENTUD
¿A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
¿Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.
De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.
Y te vemos llegar: figuración
de un fabuloso espacio ribereño
con toros, caracolas y delfines,
sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún trémula de gotas,
deslumbrada de sol y sonriendo.
Nos anuncias el reino de la vida,
el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin deseo enconado como un remordimiento
-sin deseo de ti, sofisticada
bestezuela infantil, en quien coinciden
la directa belleza de la starlet
y la graciosa timidez del príncipe.
Aunque de pronto frunzas
la frente que atormenta un pensamiento
conmovedor y obtuso,
y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre mojadas mechas rubias
la expresión melancólica de Antínoos,
oh bella indiferente,
por la playa camines como si no supieses
que te siguen los hombres y los perros,
los dioses y los ángeles
y los arcángeles,
los tronos, las abominaciones...
JAIME GIL DE BIEDMA
¿A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
¿Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.
De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.
Y te vemos llegar: figuración
de un fabuloso espacio ribereño
con toros, caracolas y delfines,
sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún trémula de gotas,
deslumbrada de sol y sonriendo.
Nos anuncias el reino de la vida,
el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin deseo enconado como un remordimiento
-sin deseo de ti, sofisticada
bestezuela infantil, en quien coinciden
la directa belleza de la starlet
y la graciosa timidez del príncipe.
Aunque de pronto frunzas
la frente que atormenta un pensamiento
conmovedor y obtuso,
y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre mojadas mechas rubias
la expresión melancólica de Antínoos,
oh bella indiferente,
por la playa camines como si no supieses
que te siguen los hombres y los perros,
los dioses y los ángeles
y los arcángeles,
los tronos, las abominaciones...
JAIME GIL DE BIEDMA
1
- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57560
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
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Re: Cada día un poema
Sobre el poema de Jaime Gil de Biedma, ¡poco más que añadir, @madison!
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Cada día un poema
madison escribió: ↑24 May 2020 13:34 HIMNO A LA JUVENTUD
¿A qué vienes ahora,
juventud,
encanto descarado de la vida?
¿Qué te trae a la playa?
Estábamos tranquilos los mayores
y tú vienes a herirnos, reviviendo
los más temibles sueños imposibles,
tú vienes para hurgarnos las imaginaciones.
De las ondas surgida,
toda brillos, fulgor, sensación pura
y ondulaciones de animal latente,
hacia la orilla avanzas
con sonrosados pechos diminutos,
con nalgas maliciosas lo mismo que sonrisas,
oh diosa esbelta de tobillos gruesos,
y con la insinuación
(tan propiamente tuya)
del vientre dando paso al nacimiento
de los muslos: belleza delicada,
precisa e indecisa,
donde posar la frente derramando lágrimas.
Y te vemos llegar: figuración
de un fabuloso espacio ribereño
con toros, caracolas y delfines,
sobre la arena blanda, entre la mar y el cielo,
aún trémula de gotas,
deslumbrada de sol y sonriendo.
Nos anuncias el reino de la vida,
el sueño de otra vida, más intensa y más libre,
sin deseo enconado como un remordimiento
-sin deseo de ti, sofisticada
bestezuela infantil, en quien coinciden
la directa belleza de la starlet
y la graciosa timidez del príncipe.
Aunque de pronto frunzas
la frente que atormenta un pensamiento
conmovedor y obtuso,
y volviendo hacia el mar tu rostro donde brilla
entre mojadas mechas rubias
la expresión melancólica de Antínoos,
oh bella indiferente,
por la playa camines como si no supieses
que te siguen los hombres y los perros,
los dioses y los ángeles
y los arcángeles,
los tronos, las abominaciones...
JAIME GIL DE BIEDMA
Soñar... ¡Donosa locura!
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.
Blanca de los Ríos Nostench.
Erase una persona tan despistada que se quedó una semana en su casa encerrada pues sus llaves no encontraba.