Juan Luis Panero
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Juan Luis Panero
Poeta español nacido en Madrid en 1942.
Creció en el seno de una familia con grandes recursos económicos recibiendo una esmerada educación inicial
en El Escorial y luego en Londres. Su espíritu rebelde y viajero lo llevó a deambular por diferentes países de América,
dándole la oportunidad de conocer a grandes escritores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo, entre otros.
Su carrera poética se inició en 1968 con la publicación del libro «A través del tiempo», al que siguieron luego,
«Los trucos de la muerte» en 1975, «Desapariciones y fracasos» en 1978, «Juegos para aplazar la muerte» en 1984.
«Antes que llegue la noche» en 1985, le permitió obtener el Premio Ciudad de Barcelona. En 1988 con «Galerías
y fantasmas», obtuvo el Premio Internacional de Poesía de la fundación Loewe.
«Sin rumbo cierto», XII Premio Comillas de Biografía, Autobiografía y Memorias y «Enigmas y despedidas» publicado
en 1999, son sus últimas producciones.
Vive en Girona desde 1985.
http://amediavoz.com/paneroJuanLuis.htm
LO QUE QUEDA DESPUÉS DE LOS VIOLINES
Lo que queda después de los violines.
XAVIER ABRIL
Cuando te olvides de mi nombre,
cuando mi cuerpo sea sólo una sombra
borrándose entre las húmedas paredes de aquel cuarto.
Cuando ya no te llegue el eco de mi voz
ni el resonar de mis palabras,
entonces, te pido que recuerdes que una tarde,
unas horas, fuimos juntos felices y fue hermoso vivir.
Era un domingo en Hampstead, con la frágil primavera de
abril
posada sobre los brotes de los castaños.
Pasaban hacia la iglesia apresuradas monjas irlandesas,
niños, endomingados y torpes, de la mano.
Arriba, tras los setos, en la verde penumbra del parque,
dos hombres lentamente se besaban.
Tú llegaste, sin que me diera cuenta apareciste y empezamos
a hablar,
tropezando de risa en las palabras, titubeantes
en el extraño idioma que ni a ti ni a mí pertenecía.
Después te hiciste pequeña entre mis brazos
y la hierba acogío tu oscura cabellera.
Luego la escalera gris, larga y estrecha,
la alfombra con ceniza y con grasa,
tus pequeños pechos desolados en mi boca.
Sí, a veces es sencillo y es hermoso vivir,
quiero que lo recuerdes, que no olvides
el pasar de aquellas horas, su esperanzado resplandor.
Yo también, lejos de ti, cuando perdida en la memoria
esté la sed de tu sonrisa, me acordaré, igual que ahora,
mientras escribo estas palabras para todos aquellos
que un momento, sin promesas ni dádivas, limpiamente se
entregran.
Desconociendo razas o razones se funden
en un único cuerpo más dichoso
y luego, calmado ya el instinto,
se separan y cumplen su destino,
sabiendo que, quizá sólo por eso,
su existir no fue en vano.
ESPEJO NEGRO
Dos cuerpos que se acercan y crecen
y penetran en la noche de su piel y su sexo,
dos oscuridades enlazadas
que inventan en la sombra su origen y sus dioses,
que dan nombre, rostro a la soledad,
desafían a la muerte porque se saben muertos,
derrotan a la vida porque son su presencia.
Frente a la vida sí, frente a la muerte,
dos cuerpos imponen realidad a los gestos,
brazos, muslos, húmeda tierra,
viento de llamas, estanque de cenizas.
Frente a la vida sí, frente a la muerte,
dos cuerpos han conjurado tercamente al tiempo,
construyen la eternidad que se les niega,
sueñan para siempre el sueño que les sueña.
Su noche se repite en un espejo negro.
Creció en el seno de una familia con grandes recursos económicos recibiendo una esmerada educación inicial
en El Escorial y luego en Londres. Su espíritu rebelde y viajero lo llevó a deambular por diferentes países de América,
dándole la oportunidad de conocer a grandes escritores como Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Juan Rulfo, entre otros.
Su carrera poética se inició en 1968 con la publicación del libro «A través del tiempo», al que siguieron luego,
«Los trucos de la muerte» en 1975, «Desapariciones y fracasos» en 1978, «Juegos para aplazar la muerte» en 1984.
«Antes que llegue la noche» en 1985, le permitió obtener el Premio Ciudad de Barcelona. En 1988 con «Galerías
y fantasmas», obtuvo el Premio Internacional de Poesía de la fundación Loewe.
«Sin rumbo cierto», XII Premio Comillas de Biografía, Autobiografía y Memorias y «Enigmas y despedidas» publicado
en 1999, son sus últimas producciones.
Vive en Girona desde 1985.
http://amediavoz.com/paneroJuanLuis.htm
LO QUE QUEDA DESPUÉS DE LOS VIOLINES
Lo que queda después de los violines.
XAVIER ABRIL
Cuando te olvides de mi nombre,
cuando mi cuerpo sea sólo una sombra
borrándose entre las húmedas paredes de aquel cuarto.
Cuando ya no te llegue el eco de mi voz
ni el resonar de mis palabras,
entonces, te pido que recuerdes que una tarde,
unas horas, fuimos juntos felices y fue hermoso vivir.
Era un domingo en Hampstead, con la frágil primavera de
abril
posada sobre los brotes de los castaños.
Pasaban hacia la iglesia apresuradas monjas irlandesas,
niños, endomingados y torpes, de la mano.
Arriba, tras los setos, en la verde penumbra del parque,
dos hombres lentamente se besaban.
Tú llegaste, sin que me diera cuenta apareciste y empezamos
a hablar,
tropezando de risa en las palabras, titubeantes
en el extraño idioma que ni a ti ni a mí pertenecía.
Después te hiciste pequeña entre mis brazos
y la hierba acogío tu oscura cabellera.
Luego la escalera gris, larga y estrecha,
la alfombra con ceniza y con grasa,
tus pequeños pechos desolados en mi boca.
Sí, a veces es sencillo y es hermoso vivir,
quiero que lo recuerdes, que no olvides
el pasar de aquellas horas, su esperanzado resplandor.
Yo también, lejos de ti, cuando perdida en la memoria
esté la sed de tu sonrisa, me acordaré, igual que ahora,
mientras escribo estas palabras para todos aquellos
que un momento, sin promesas ni dádivas, limpiamente se
entregran.
Desconociendo razas o razones se funden
en un único cuerpo más dichoso
y luego, calmado ya el instinto,
se separan y cumplen su destino,
sabiendo que, quizá sólo por eso,
su existir no fue en vano.
ESPEJO NEGRO
Dos cuerpos que se acercan y crecen
y penetran en la noche de su piel y su sexo,
dos oscuridades enlazadas
que inventan en la sombra su origen y sus dioses,
que dan nombre, rostro a la soledad,
desafían a la muerte porque se saben muertos,
derrotan a la vida porque son su presencia.
Frente a la vida sí, frente a la muerte,
dos cuerpos imponen realidad a los gestos,
brazos, muslos, húmeda tierra,
viento de llamas, estanque de cenizas.
Frente a la vida sí, frente a la muerte,
dos cuerpos han conjurado tercamente al tiempo,
construyen la eternidad que se les niega,
sueñan para siempre el sueño que les sueña.
Su noche se repite en un espejo negro.
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Re: Juan Luis Panero
Sangre y alcohol
En el silencio de la tarde, ya casi noche,
el sonido de un disparo interrumpe
el decimonónico concierto de las campanas
mientras la lluvia, implacable, cae
sobre los húmedos tejados de Santa Fé de Bogotá.
Casi al mismo tiempo, en París,
en un hotel de segunda, sábanas sucias
y putas disfrazadas de princesas
un indio borracho estrella su copa contra el espejo
¿Quien hubiera pensado entonces
que, entre humo de pólvora y cristales rotos
-sangre y alcohol- unas palabras perdurarían
hasta llegar, misterioso lenguaje, a este papel en blanco?.
En el silencio de la tarde, ya casi noche,
el sonido de un disparo interrumpe
el decimonónico concierto de las campanas
mientras la lluvia, implacable, cae
sobre los húmedos tejados de Santa Fé de Bogotá.
Casi al mismo tiempo, en París,
en un hotel de segunda, sábanas sucias
y putas disfrazadas de princesas
un indio borracho estrella su copa contra el espejo
¿Quien hubiera pensado entonces
que, entre humo de pólvora y cristales rotos
-sangre y alcohol- unas palabras perdurarían
hasta llegar, misterioso lenguaje, a este papel en blanco?.
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Re: Juan Luis Panero
Recuérdalos,
antes que el alcohol se los lleve
o la memoria los maquille y confunda,
antes que sean sueños olvidados,
las huellas de una piel en otra piel borradas.
Recuérdalos,
por encima de la bruma y la noche,
bajo las luces de neón fantasmales,
frente a las vías de metal silencioso,
sin trenes, sin adioses, sin destino.
Recuérdalos,
porque no te esperaban,
ni nada te pedían, ni tú a ellos tampoco,
porque todo era inútil, absurdo y a destiempo,
derrota ternura y sombra de tu vida.
Recuérdalos
y besa otra vez aquellos labios,
su empapado aliento, su lengua sorprendida,
su frágil materia húmeda,
aquellos labios que tu boca imagina.
Recuérdalos
antes que el alcohol se los lleve
o la memoria los maquille y confunda,
antes que sean sueños olvidados,
las huellas de una piel en otra piel borradas.
Recuérdalos,
por encima de la bruma y la noche,
bajo las luces de neón fantasmales,
frente a las vías de metal silencioso,
sin trenes, sin adioses, sin destino.
Recuérdalos,
porque no te esperaban,
ni nada te pedían, ni tú a ellos tampoco,
porque todo era inútil, absurdo y a destiempo,
derrota ternura y sombra de tu vida.
Recuérdalos
y besa otra vez aquellos labios,
su empapado aliento, su lengua sorprendida,
su frágil materia húmeda,
aquellos labios que tu boca imagina.
Recuérdalos
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Re: Juan Luis Panero
Memoria de la carne
Por la noche, con la luz apagada,
miraba a través de los cristales,
entre los conocidos huecos de la persiana.
Como un rito o una extraña costumbre,
la escena se repetía, día tras día,
igual siempre a sí misma.
Frente a frente, su ventana,
la veía aparecer y bajo la tenue claridad de la luz,
lentamente, irse haciendo desnuda.
Sus ropas caían sobre la silla,
primero grandes, luego más pequeñas,
hasta llegar al ocre color de su cuerpo.
Andando o sentada, sus movimientos tenían
la inútil inocencia del que no se cree observado
y la imprevista ternura del cansancio.
Cuando todo volvía a la oscuridad,
los apresurados golpes del corazón
se aquietaban, con una sosegada prontitud.
De quien así ocultamente deseé,
nunca supe su nombre
y el romper de su risa es aún el vacío.
Sin embargo, allí, en la perdida frontera de los catorce
[años,
por encima del Latín imposible
y de los misteriosos números de la Química,
el temblor detenido de mis manos,
la turbia fijeza de mis ojos sobre ella, permanecen,
dando fe de aquel tiempo, memoria de la carne.
Por la noche, con la luz apagada,
miraba a través de los cristales,
entre los conocidos huecos de la persiana.
Como un rito o una extraña costumbre,
la escena se repetía, día tras día,
igual siempre a sí misma.
Frente a frente, su ventana,
la veía aparecer y bajo la tenue claridad de la luz,
lentamente, irse haciendo desnuda.
Sus ropas caían sobre la silla,
primero grandes, luego más pequeñas,
hasta llegar al ocre color de su cuerpo.
Andando o sentada, sus movimientos tenían
la inútil inocencia del que no se cree observado
y la imprevista ternura del cansancio.
Cuando todo volvía a la oscuridad,
los apresurados golpes del corazón
se aquietaban, con una sosegada prontitud.
De quien así ocultamente deseé,
nunca supe su nombre
y el romper de su risa es aún el vacío.
Sin embargo, allí, en la perdida frontera de los catorce
[años,
por encima del Latín imposible
y de los misteriosos números de la Química,
el temblor detenido de mis manos,
la turbia fijeza de mis ojos sobre ella, permanecen,
dando fe de aquel tiempo, memoria de la carne.
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57460
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Juan Luis Panero
Lo acabo de leer en las ediciones digitales de algunos periódicos, ¡era singular!sergio, escribió:Ha fallecido hoy, víctima de un cáncer.
¡Descanse en paz!
Ahora nos queda honrarle, leyendo sus obras...
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Juan Luis Panero
Singular toda la familia Panero en general...Aben Razín escribió:Lo acabo de leer en las ediciones digitales de algunos periódicos, ¡era singular!
Ya sólo queda Leopoldo María Panero.
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Re: Juan Luis Panero
A la mañana siguiente
Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.
"Los trucos de la muerte" 1975
Juan Luis Panero
Ojalá ese alma atormentada encuentre la paz
Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.
"Los trucos de la muerte" 1975
Juan Luis Panero
Ojalá ese alma atormentada encuentre la paz
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57460
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Juan Luis Panero
Gracias Pastora la mejor manera de recordar a un poeta es leer su obra, porque demuestra quién era y cómo sentía
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Juan Luis Panero
Por la noche, con la luz apagada,
miraba a través de los cristales,
entre los conocidos huecos de la persiana.
Como un rito o una extraña costumbre
la escena se repetía, día tras día,
igual siempre a sí misma.
Frente a frente su ventana,
la veía aparecer y bajo la tenue claridad de la luz,
lentamente, irse haciendo desnuda.
Sus ropas caían sobre la silla,
primero grandes, luego más pequeñas,
hasta llegar al ocre color de su cuerpo.
Andando o sentada, sus movimientos tenían
la inútil inocencia del que no se cree observado
y la imprevista ternura del cansancio.
Cuando todo volvía a la oscuridad,
los apresurados golpes del corazón
se aquietaban con una sosegada plenitud.
De quien así, ocultamente deseé,
nunca supe su nombre
y el romper de su risa es aún el vacío.
Sin embargo allí, en la perdida frontera de los catorce años,
por encima del Latín imposible
y de los misteriosos números de la Química,
el temblor detenido de mis manos,
la turbia fijeza de mis ojos sobre ella, permanecen,
dando fe de aquel tiempo, memoria de la carne.
Juan Luis Panero.
miraba a través de los cristales,
entre los conocidos huecos de la persiana.
Como un rito o una extraña costumbre
la escena se repetía, día tras día,
igual siempre a sí misma.
Frente a frente su ventana,
la veía aparecer y bajo la tenue claridad de la luz,
lentamente, irse haciendo desnuda.
Sus ropas caían sobre la silla,
primero grandes, luego más pequeñas,
hasta llegar al ocre color de su cuerpo.
Andando o sentada, sus movimientos tenían
la inútil inocencia del que no se cree observado
y la imprevista ternura del cansancio.
Cuando todo volvía a la oscuridad,
los apresurados golpes del corazón
se aquietaban con una sosegada plenitud.
De quien así, ocultamente deseé,
nunca supe su nombre
y el romper de su risa es aún el vacío.
Sin embargo allí, en la perdida frontera de los catorce años,
por encima del Latín imposible
y de los misteriosos números de la Química,
el temblor detenido de mis manos,
la turbia fijeza de mis ojos sobre ella, permanecen,
dando fe de aquel tiempo, memoria de la carne.
Juan Luis Panero.
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57460
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Juan Luis Panero
Gracias por ponernos esta poesía de Juan Luis Panero, madison
¡Muy sensual!
¡Muy sensual!
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Juan Luis Panero
Y DE PRONTO ANOCHECE
Vivir es ver morir, envejecer es eso,
empalagoso, terco olor de muerte,
mientras repites, inútilmente, unas palabras,
cáscaras secas, cristal quebrado.
Ver morir a los otros, a aquellos,
pocos. que de verdad quisiste,
derrumbados, deshechos, como el final de este cigarrillo,
rostros y gestos, imágenes quemadas. arrugado papel.
Y verte morir a ti también,
removiendo frías cenizas, borrados perfiles,
disformes sueños, turbia memoria.
Vivir es ver morir y es frágil la materia
y todo se sabía y no había engaño,
pero carne y sangre, misterioso fluir,
quieren perseverar, afirmar lo imposible.
Copa vacía, tembloroso pulso, cenicero sucio,
en la luz nublada del atardecer.
Vivir es ver morir, nada se aprende,
todo es un despiadado sentimiento,
años, palabras, pieles, desgarrada ternura,
calor helado de la muerte.
Vivir es ver morir, nada nos protege,
nada tuvo su ayer, nada su mañana,
y de pronto anochece.
Vivir es ver morir, envejecer es eso,
empalagoso, terco olor de muerte,
mientras repites, inútilmente, unas palabras,
cáscaras secas, cristal quebrado.
Ver morir a los otros, a aquellos,
pocos. que de verdad quisiste,
derrumbados, deshechos, como el final de este cigarrillo,
rostros y gestos, imágenes quemadas. arrugado papel.
Y verte morir a ti también,
removiendo frías cenizas, borrados perfiles,
disformes sueños, turbia memoria.
Vivir es ver morir y es frágil la materia
y todo se sabía y no había engaño,
pero carne y sangre, misterioso fluir,
quieren perseverar, afirmar lo imposible.
Copa vacía, tembloroso pulso, cenicero sucio,
en la luz nublada del atardecer.
Vivir es ver morir, nada se aprende,
todo es un despiadado sentimiento,
años, palabras, pieles, desgarrada ternura,
calor helado de la muerte.
Vivir es ver morir, nada nos protege,
nada tuvo su ayer, nada su mañana,
y de pronto anochece.
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57460
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Juan Luis Panero
¡Impresiona!,
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Re: Juan Luis Panero
Brutal, no hace mucho estuve viendo un documental sobre la familia, salían los hijos y la madre, me dejó muy impresionada
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- Aben Razín
- Vivo aquí
- Mensajes: 57460
- Registrado: 19 Feb 2009 14:28
- Ubicación: Al lado del Torico.
Re: Juan Luis Panero
Imagino que es el famoso documental o película. Tiene dos partes con una diferencia, creo, de veinte años en la vida de sus protagonistas. También merece la pena la autobiografía de Felicidad Blanc. Bueno es una familia increíble.
Pasado: Los perdedores de la Historia de España de Fernando García de Cortázar.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.
Presente: La deseada de Maryse Condé.
Futuro: Adiós muchachos de Sergio Ramírez.