05/05/1994
Mario Quintana
Las cosas que no consiguen ser
olvidadas continúan aconteciendo.
Las sentimos como la primera vez,
las sentimos como fuera del tiempo,
en ese mundo del siempre, donde las
fechas ya no cierran. Sólo en el mundo del nunca
existen lápidas... Qué importa si -
después de todo - haya "ella" partido,
o se haya casado, mudado o desaparecido,
o te haya olvidado, o engañado, o lo que fuera
que te haya hecho, en suma?
Tú tuviste una parte de su vida
que fue tuya, y a ésta
ella no podrá jamás darsela a otro.
Son algo inalienable, esos momentos que
-al contrario de lo que tú piensas-
forman parte de tu vida presente
y no de tu pasado. Y se abren en tu
sonrisa, aún cuando, ovidado de ella,
estuvieras sonriéndole a otras cosas.
Ah, ni quieras saber cuánto lo debes
a aquella ingrata criatura---
A thing of beauty is a joy for ever
dijo, hace más de cien años un poeta
inglés, que no pudo, nunca, morir.