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Tierra del fuego - Adam Zagajewski

Publicado: 26 Feb 2013 12:45
por Bizarro
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Autor: Adam Zagajewski
Título: Tierra del fuego
Título original: Ziemia Ognista
Traducción: Xavier Farré
Editorial: Acantilado
ISBN: 978-84-96136-73-1
Descripción: 80 páginas, 13 x 21 cm
Precio: 12.00 €
Adam Zagajewski es un poeta de la claridad. En sus versos asoman inviernos infinitos, sabor de hojas, arboledas y sonidos, casas como un bolsillo en un abrigo, violonchelos, aeropuertos, los vivos y los muertos, un anhelo, la memoria y, a veces, el tiempo circular. Zagajewski es asimismo un poeta visual, de palabras que son celebración del mundo y sus imágenes. Es el canto de un instante que se expande, que involucra, y en el que converge la realidad toda, epifánica y plural, siempre presente. Poeta exiliado, la suya no es, sin embargo, una poesía del exilio. Se le considera una de las figuras más relevantes y con más repercusión internacional de la nueva generación de poetas polacos y, con el libro que hoy presentamos, Acantilado empieza la publicación de su obra poética.


“Tal vez sea la mezcla de imagen y sintaxis lo que confiere a esta obra su más alto grado de originalidad. Eso y una instancia metafísica que le procura una muy controlada dosis de misterio: una especie de enajenación mística en su poética inmersión de la realidad.”
Jaime Siles, El Mundo

“Adam Zagajewski, un poeta maravilloso, un exiliado exquisitamente alerta, escribe sólo de lo que realmente importa -con ejemplar pureza y escepticismo”.
Olga Glondys, Quimera

“Un poemario que predice el pasado”.
J.A. González Iglesias, El País

“El mejor poeta europeo vivo -comparable a Milosz o Brodsky o el israelí Amijai-.“
José Carlos Llop , ABC

Re: Tierra del fuego - Adam Zagajewski

Publicado: 26 Feb 2013 13:13
por Bizarro
Es el primer libro que leo de este autor (y en general, lo primero que leo de poesía polaca). La mayoría de los poemas me han gustado, aunque la poesía traducida sea a menudo algo difícil de valorar. El poemario es de 1994. Dejo unos pocos poemas como muestra:

Paseando

Alguna vez cuando estás paseando
por un camino rural, o en un bosque
verde y solitario, oyes fragmentos
de voces, quizás unos gritos;
no quieres acudir, y aceleras el ritmo,
y durante un rato te persiguen
como un animal adiestrado.

No quieres acudir, pero después,
en el bullicio de una gran ciudad,
te arrepientes de no haber hecho caso
e intentas recordar
cómo eran sus sonidos,
sus sílabas y las pausas que había.

Pero ya es demasiado tarde,
nunca podrás saber
quién cantada, qué música se oía
y qué invocación encerraban.


Lo que pasó

Lo que pasó, había pasado antes.
Cuatro toneladas de muerte yacen en la hierba
y duran las lágrimas secas entre las hojas del herbolario.
Lo que pasó, se quedará con nosotros,
y crecerá y disminuirá.

Pero nosotros tenemos que vivir,
dice un castaño casi enmohecido.
Nosotros tenemos que vivir,
canta la langosta,
nosotros tenemos que vivir,
murmura el verdugo.


Busca

Volví a la ciudad
donde fui niño
y adolescente y un viejo de treinta años.
La ciudad me recibió con indiferencia,
los megáfonos de sus calles murmuraban:
¿no ves que el fuego todavía arde?,
¿no oyes el estrépito de las llamas?
Vete.
Busca otro lugar.
Busca.
Busca la verdadera patria.