Pues felicidades lo primero, veinteañeros.
Lo primero que yo leyera, fijo que fueron tebeos que ya tenía mi padre por casa, algunos Olé de Mortadelo y Filemón. Recuerdo mucho este, y lo tuve muy baqueteado me lo sabía casi de memoria, así que no es raro que fuera lo primero que me leería entero:
Pero como libro de verdad que recuerdo que me leí de pe a pa, y que además es que lo pedí yo expresamente, yo no contaría los tebeos populares de hasta aquellos aún '80 como tales. El primero fue además la primera vez en la que mis padres dirían "a ver qué se le ocurre" y pensando en un pedido al Círculo de Lectores me dijeron a ver de lo que veía por el catálogo del mes quería para mí. Y vi y se me encaprichó justo este:
Y tras este terminaron cayendo todos los demás de la colección. Así que 'El pequeño Nicolás' fue el que me enganchó y animó a leer más libros.
Hasta entonces curioseaba algunos libros que dejaban a mi alcance, pero no leídos completamente. Por ejemplo, este que recuerdo mucho sus tapas, aunque no me lo llegara a leer entero, porque tampoco es un libro de historias, es una especie de libro de consulta enfocado a la infancia que propone y responde a ciertas preguntas en clave divertida vestidas de seriedad y hasta con algunas caricaturas:
Y también unos libros de bolsillo y consulta de campo de la editorial Everest ¡que me encantaban! (y me encantan, que algunos aún conservo, más otros que llegué a comprar) pues hasta bien entrada la adolescencia me tiraba mucho el tema de la naturaleza, los documentales y esas cosas, era un "friki" que se dice ahora aunque realmente nada más que un curioso, nada obsesivo (que es lo que yo conocí como "friki" cuando empezó a resonar el término por España, el rarito y obsesionado con alguna afición o temática). Y como sobre todo los más finitos no eran muy caros (recuerdo que alrededor de las 1000 ó como 1200 pesetas) pues más de una vez en las secciones de librería al ir a la compra de hipermercados, pues me caía alguno o dos o tres de ellos como estos dos entre otros:
Y cuando ya mi padre veía que se podía fiar de mi, como trataba los libros, y puso a mi alcance su colección encuadernada de fascículos de la célebre 'Mundo Submarino' (12 tomos si no recuerdo mal) y 'Enciclopedia de la Naturaleza' (por ahí anda también, quizás entre dos y cuatro más, pues ocupa similar a la anterior pero son tomos casi la mitad de gruesos) y que ambas también conservo...