Ahora sabemos una cosa que antes ignorábamos y es que
la Bruja de Endor es la esposa de Marte Ultor. |
Los vetala (del sanscrito vetāla o वेताल), o Baitál, son espíritus malignos en la mitología de la India. Rondan los cementerios, osarios y crematorios y pueden tomar posesión de los cadáveres a través de los cuales atormentan a los vivos causando locura, enfermedades, abortos y la muerte. Como no muertos, es decir seres entre la vida y la muerte, son capaces de saber el pasado, el presente y el futuro por lo cual los hechiceros y nigromantes buscan la manera de someterlos a su voluntad para a provechar sus poderes. La gente común busca combatirlos o neutralizarlos con mantras y oraciones o cánticos rituales.
Son similares a los bhüta y a los preta (difuntos) porque se originan cuando los difuntos no son sometidos a los rituales funerarios de rigor.
También tenemos a Cernunnos, El Dios Alado, Arconte, Maestro de la caza salvaje:
Cernunnos, en la mitología celta, es la deificación del animal macho cornudo. Dios relacionado con la fertilidad y la regeneración ctónica y divinidad de la abundancia y amo de los animales salvajes. Su rasgo más particular son los cuernos de ciervo. En las representaciones que se conservan, se le ve anciano, con orejas y cuernos de un ciervo, portando un torque al cuello y en la mano. Está a menudo acompañado por una serpiente con cabeza de carnero o simplemente, con cuernos, esta simbiosis simboliza fertilidad y renacimiento (en la tradición gaélica virilidad y renovación), vinculado con el mundo inferior.
Sabemos que habrá una cacería salvaje:
Se conoce como cacería salvaje a un mito del folclore europeo que se presentó en distintas formas en la zona norte, occidental y central del continente. La premisa fundamental de todos los casos era siempre la misma: un grupo fantasmal de exploradores ataviados con indumentaria de caza y acompañados de caballos, perros rastreadores, etc., en una desenfrenada persecución a través de los cielos, a lo largo de la tierra o por encima de ella. Frecuentemente, era una forma de explicar las tormentas.
Los cazadores eran comúnmente muertos, almas perdidas, deidades o espíritus de ambos sexos, y podían estar liderados por una figura histórica o legendaria.
Ha tenido diversos nombres a lo largo de todos los lugares y tiempos por donde ha pasado: Wild Hunt, Woden's Hunt, the Raging Host (Alemania), Herlathing (Inglaterra), Mesnee d'Hellequin (norte de Francia), Cŵn Annwn (Gales); Cain's Hunt, Ghost Riders, Herod's Hunt, Gabriel's Hounds (Norteamérica); en Cornualles se llama the devil's dandy dogs.
La cacería salvaje era vista también como un presagio de alguna catástrofe venidera, como una plaga o una guerra, o, por lo menos, de la muerte de aquel que había observado dicho evento. Las personas que estuvieran en el camino y se toparan con la cacería podían elegir entre dos opciones: arrojarse al suelo y sentir cómo las gélidas patas de los animales le pisan la espalda, o dejarse llevar por la partida de caza, corriendo el riesgo de ser depositado lejos de su casa o morir durante la furiosa embestida de los personajes malvados y pasar a ser otro integrante más de la misma. Una niña que vio a un antiguo líder anglosajón fue advertida por su padre de taparse los ojos para evadir la visión. Otros creían que los espíritus de las personas podían ser sacados de sus cuerpos durante el sueño para participar de la cabalgata.
Al principio nuestros protagonistas pensaban huir antes de que los atraparan, pero al final Josh dijo que se quedaban y muy buena la idea de incendiar el foso para evitar que pasaran. |