Pues te recomiendo que eches un vistazo al autor, a Julia sé que también le gusta mucho.
Son cuentos breves denominados "de efecto", argumentos intensos que atrapan totalmente al lector en línea ascendente hasta llegar al impacto final, totalmente inesperado en este caso, muy recomendable.
Las desgracias fueron permanentes en su vida y a la vez su mejor fuente de inspiración: la muerte accidental de su padre siendo niño y la de su mejor amigo, ésta última por una escopeta y por el propio Quiroga (pasó una temporada en prisión, digno de los mejores cuentos de Poe), el suicidio de su padrastro, la muerte por sublimado de su primera mujer tras una lenta agonía, el abandono de su segunda mujer y sus hijos...
En definitiva, la locura y el delirio marcaron la vida solitaria del autor hasta su suicidio y esto lo plasmó en sus cuentos. En este caso, al aparecer las armas de fuego y la caza como tema central: un terror primitivo, personal, casi se podría decir
autobiográfico por lo que comentaba antes. Hay una tristeza, una melancolía en sus relatos, y un tono casi romántico por el amor y la protección que el padre profesa a su hijo pequeño en el relato, así como para el propio Quiroga sus hijos en momentos de flaqueza eran los únicos que le daban fuerzas para seguir viviendo.
Si además tenemos en cuenta que cuando salió de la cárcel se marchó de Uruguay (para no regresar jamás y huyendo de la fatalidad) hacia Misiones, en plena selva, un mundo inexplorado, puro, ¿qué mejor inspiración para sus cuentos selváticos pudo encontrar bajo la influencia además de autores como Kipling o Anatole France? Está muy bien ambientado.
Os dejo para que os hagáis una idea de la filosofía del autor, su tan conocido
Decálogo del perfecto cuentista, muy interesante.
Decálogo del perfecto cuentista
I
Cree en un maestro —Poe, Maupassant, Kipling, Chejov— como en Dios mismo.
II
Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.
III
Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia.
IV
Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.
V
No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.
VI
Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.
VII
No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.
VIII
Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.
IX
No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino.
X
No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.