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Existen pocos libros que marquen una época. «Cuerpos y almas» es uno de ellos.
Hospital Universitario de l’Égalité, finales de los años treinta. La vida del doctor Michel Doutreval, perteneciente a una ilustre familia de médicos de Anjou, es el hilo conductor que Van der Meersch utiliza para introducirnos en el microcosmos de la facultad de medicina: desde las vejaciones a las que son sometidas las prostitutas y tuberculosos por parte del equipo facultativo, hasta el corporativismo de los médicos de cuna y el arribismo de algunos doctores de procedencia humilde, que son capaces de todo con tal de mantener el estatus que tanto les ha costado conseguir. Así, médicos, estudiantes, enfermeras e incluso políticos conforman este magnífico fresco, un fiel reflejo de las condiciones de la época.
«El éxito en medicina es algo que no siempre tiene que ver con los estudios ni con el saber teórico, y que resulta difícil de explicar.»
Maxence Van der Meersch
Maxence Van der Meersch (Roubaix, 1907 - Touquet, 1951) fue uno de los escritores franceses más populares de principios del siglo XX. Su muerte prematura le privó del relieve que tuvieron algunos de sus contemporáneos como Mauriac o Bernanos, que compartían con él su inspiración religiosa.
Abogado, pero por encima de todo activista de lo que podríamos denominar «catolicismo obrero», Van der Meersch compaginó la escritura con el activismo en pos de mejores condiciones para los más desfavorecidos.
Escribió Cuando enmudecen las sirenas (1933), La huella de Dios (Premio Goncourt, 1936), El elegido (1937) y Una esclavitud de nuestro tiempo (1945). Cuerpos y almas (1943) fue su obra más popular y también la esencial a la hora de entender el universo de Maxence Van der Meersch.
a ver si se me ocurre algo original...
) a ratos enfermiza, corrupta, llena de talento semienterrado por las envidias y las luchas de poder, a ratos inocente, pero de una inocencia limitada por la ceguera de algún personaje, ya que el autor no da tregua al lector para sentir ese sentimiento, en todo el momento el lector se ve partícipe de la más cruda realidad desprovista de embellecimientos gratutitos, convertidos, como ya he dicho, en ignorancia (inocencia) de algún personaje. 
Tampoco entiendo que excepto Cuerpos y almas, todos sus demás obras estén descatalogadas. Suerte que en casa mi madre tiene su única trilogía y que he podido leer más de este maravilloso autor.
Son una maravilla. Trata sobre una familia muy pobre que vive en Francia a principios del siglo XX. La historia se centra en una de las hijas, una niña pequeña que tiene que afrontar el pasar hambre, trabajar en las peores fábricas en las peores condiciones, tener una madre que la trata muy mal, una hermana egoísta, un hermano pequeño del que cuidar y muchos problemas que eran tan frecuentes en esas épocas. Evidentemente al largo de la trilogía la protagonista crece y también vive algún romance, etcétera.
