Aquel lugar de tu cuello.
Aquel lugar de tu cuello.
La luna, a pasitos pequeños entra lentamente por la ventana, encuentra tu cuerpo recostado y te abraza. Sus dedos plateados te recorren poco a poco, casi de forma lasciva. La envidia me corroe y me acuesto a tu lado, de lado, ajustando mi cuerpo al tuyo, mis pechos pequeños se adaptan perfectamente a tu espalda; nuestras concavidades se acoplan a la perfección.
Como si estuviésemos hechos el uno para el otro, paridos por el mismo vientre, fabricados por el mismo molde. Donde acaban los limites de mi piel comienza la tuya.
Hundo el rostro en tus cabellos iluminados de plata y acerco mis labios a aquella zona, aquel paraíso que existe justo entre tu oreja y el cuello. Moriría en ese lugar, aspiro tu perfume a hombre y mis manos, como pétalos de rosa acarician tu hombro y te susurro:
-¿Todo esto acaba aquí?
-Tú sabrás, tu eres la que tienes las maletas preparadas.
Advierto tristemente mucho odio, y mucho dolor en tus últimas palabras, casi han salido masticadas de tu boca.
Mis labios siguen jugando a ese juego peligroso de besar la piel centímetro a centímetro, a robar el alma del lugar besado, extraerla, lamerla.
Mi mano indiferente a tu odio, busca con urgencia el centro del maremoto y allí, donde la piel es casi como la de un niño, pero las urgencias golpean para hacerla fuerte, allí mi mano se hace dueña del todo de tu voluntad y te siento temblar mientras te susurro al oído, que me iré, que te voy a dejar, pero que siempre serás el dueño de mi saliva, de mi lengua, del dolor que habita en mis ojos.
En ese maremoto tu voluntad se hunde y me hago dueña de tus profundidades.
Decido tomar posesión completa de tus naves, así que ignorando tus palabras, tu odio, escalo la montaña de tu cuerpo y la corono, cabalgando por tu rabia, hundiéndome contigo en el terremoto, hundiéndome sin querer salvarme, defendiéndome de tu rencor con mis besos de despedida.
Quisiera comerte, para tenerte dentro de mí todos los días que me queden de vida y luego gestarte y parirte, encerrarte para siempre en la cárcel de mis piernas.
Pero tengo que marcharme.
La luna baña nuestros cuerpos, derrotados, jadeantes. La brisa roza tu cara, estás llorando.
Cada lágrima me pertenece, pues soy culpable de todas ellas, soy su madre, soy la madre de esas perlas derramadas por tus ojos, las perlas van a tu boca y allí me despido de ellas, besándolas, amortiguando su muerte en mi boca.
Mi taxi está en la puerta, me espera.
Un último beso y una última caricia, allí, en ese lugar de tu cuello…
Como si estuviésemos hechos el uno para el otro, paridos por el mismo vientre, fabricados por el mismo molde. Donde acaban los limites de mi piel comienza la tuya.
Hundo el rostro en tus cabellos iluminados de plata y acerco mis labios a aquella zona, aquel paraíso que existe justo entre tu oreja y el cuello. Moriría en ese lugar, aspiro tu perfume a hombre y mis manos, como pétalos de rosa acarician tu hombro y te susurro:
-¿Todo esto acaba aquí?
-Tú sabrás, tu eres la que tienes las maletas preparadas.
Advierto tristemente mucho odio, y mucho dolor en tus últimas palabras, casi han salido masticadas de tu boca.
Mis labios siguen jugando a ese juego peligroso de besar la piel centímetro a centímetro, a robar el alma del lugar besado, extraerla, lamerla.
Mi mano indiferente a tu odio, busca con urgencia el centro del maremoto y allí, donde la piel es casi como la de un niño, pero las urgencias golpean para hacerla fuerte, allí mi mano se hace dueña del todo de tu voluntad y te siento temblar mientras te susurro al oído, que me iré, que te voy a dejar, pero que siempre serás el dueño de mi saliva, de mi lengua, del dolor que habita en mis ojos.
En ese maremoto tu voluntad se hunde y me hago dueña de tus profundidades.
Decido tomar posesión completa de tus naves, así que ignorando tus palabras, tu odio, escalo la montaña de tu cuerpo y la corono, cabalgando por tu rabia, hundiéndome contigo en el terremoto, hundiéndome sin querer salvarme, defendiéndome de tu rencor con mis besos de despedida.
Quisiera comerte, para tenerte dentro de mí todos los días que me queden de vida y luego gestarte y parirte, encerrarte para siempre en la cárcel de mis piernas.
Pero tengo que marcharme.
La luna baña nuestros cuerpos, derrotados, jadeantes. La brisa roza tu cara, estás llorando.
Cada lágrima me pertenece, pues soy culpable de todas ellas, soy su madre, soy la madre de esas perlas derramadas por tus ojos, las perlas van a tu boca y allí me despido de ellas, besándolas, amortiguando su muerte en mi boca.
Mi taxi está en la puerta, me espera.
Un último beso y una última caricia, allí, en ese lugar de tu cuello…
Última edición por Berlín el 20 Jul 2010 22:41, editado 6 veces en total.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Re: Aquel lugar de tu cuello.
Berlin, es una absoluta maravilla. Me he emocionado hasta el punto de casi llorar, te lo prometo, porque hay tanta pasión, tanto amor y dolor... y has descrito el "acto sexual" de una manera tan hermosa.... ufff, siempre te superas... cuando leo algo tuyo pienso que no podrás hacer nada mejor, que es insuperable, pero siempre me equivoco.
Esto es poesía!!!
Esto es poesía!!!
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
Gracias Milady, si es que lo mio no es la poesía, me resulta mas sencillo incluirla en la prosa.
Gracias bonita.
Gracias bonita.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
- indalecio17
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- Registrado: 31 Ene 2010 08:28
Re: Aquel lugar de tu cuello.
Me gustó berlin, como dice Mylady tiene mucha pasión y dolor.
Te sigo leyendo, saludos!
Te sigo leyendo, saludos!
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- Ángel_caído
- Vivo aquí
- Mensajes: 5093
- Registrado: 05 Ene 2009 14:34
- Ubicación: Madrid
Re: Aquel lugar de tu cuello.
Se me han puesto la carne de gallina... genial
No tengo mucho tiempo de pasar por este subforo, pero de vez en cuando lo hago y me quedo alucinada con lo que algunos escribís...enhorabuena Berlín!
No tengo mucho tiempo de pasar por este subforo, pero de vez en cuando lo hago y me quedo alucinada con lo que algunos escribís...enhorabuena Berlín!
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
Gracias indalecio, pero sigo pensando que te has rajado.indalecio17 escribió:Me gustó berlin, como dice Mylady tiene mucha pasión y dolor.
Te sigo leyendo, saludos!
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Re: Aquel lugar de tu cuello.
Gracias Angel_ , un placer que te guste.Ángel_caído escribió:Se me han puesto la carne de gallina... genial
No tengo mucho tiempo de pasar por este subforo, pero de vez en cuando lo hago y me quedo alucinada con lo que algunos escribís...enhorabuena Berlín!
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
¡Qué poético! ¡Cuánto sentimiento me has hecho sentir! ¡Cuánto dolor también, mi Berlín! ¡Cuántos recuerdos!¡Quién no ha sido abandonado por una mujer de ese modo!Lo que nunca me dijeron es lo de que yo fuera su dueño. No se si es mejor. Me inclino ante tu arte. Te lo dice un simple admirador
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
Querido greg, todos tenemos un dolor, un beso, un adiós. Pero siempre sale el sol, cielo, ánimo.Gregsamsa escribió:¡Qué poético! ¡Cuánto sentimiento me has hecho sentir! ¡Cuánto dolor también, mi Berlín! ¡Cuántos recuerdos!¡Quién no ha sido abandonado por una mujer de ese modo!Lo que nunca me dijeron es lo de que yo fuera su dueño. No se si es mejor. Me inclino ante tu arte. Te lo dice un simple admirador
Tengo pendiente tu nuevo relato, no me olvido, luego lo comentamos. un abrazo.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Re: Aquel lugar de tu cuello.
Creo que se me han borrados mensajes, si no recuerdo mal Conphoos, y alguien mas opinó sobre este relato.
¿lo habré soñado?
¿lo habré soñado?
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
Saludos. Puede ser Berlin pues ha habido caídas y Lucia habrá recuperado casi todo pero solo casi.
Me uno a las alabanzas. Que descripción más cruel y bella, me has subyugado, caigo a tus pies. Ahora ya no se si quiero caer en tu tela de araña, prometías goce y dolor y no me importaba pero tras leer este relato me lo he pensado mejor
Me uno a las alabanzas. Que descripción más cruel y bella, me has subyugado, caigo a tus pies. Ahora ya no se si quiero caer en tu tela de araña, prometías goce y dolor y no me importaba pero tras leer este relato me lo he pensado mejor
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
jajaja ahora aun te doy mas miedo ¿no? gracias por tu comentario amigo Shardin.SHardin escribió:Saludos. Puede ser Berlin pues ha habido caídas y Lucia habrá recuperado casi todo pero solo casi.
Me uno a las alabanzas. Que descripción más cruel y bella me has subyugado, caigo a tus pies. Ahora ya no se si quiero caer en tu tela de araña, prometías goce y dolor y no me importaba pero tras leer este relato me lo he pensado mejor
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
Yo comenté sobre la crueldad de la mujer, que se va haciendo daño a sabiendas.
Nuestra editorial: www.osapolar.es
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
No pasa nada jefa, pero me apena, porque luego añadí una poesía al final editandola y también ha desaparecido.lucia escribió:Yo comenté sobre la crueldad de la mujer, que se va haciendo daño a sabiendas.
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Re: Aquel lugar de tu cuello.
No lo soñaste, dije que para mi es lo mejor que te he leído.
Una lástima, no pude leer la poesía.
Una lástima, no pude leer la poesía.
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