Desgracia - J. M. Coetzee

[Andromeda]

Pasé una noche insomne, así que adelanté bastante en esta lectura, plantando en el capítulo veinte.

Creo que no voy a dormir.

[G.A.]

Este libro no es buen remedio contra el insomnio Lo poco que dormí lo hice mal, recibiendo un bombardeo de imágenes desagradables, que al despertar asociaba inmediatamente con la lectura. Me dio la noche el maldito libro

Eso sí, me está gustando mucho

[Maider]

Yo nada, sigo en el capítulo 9, así que no tengo que comentar.
Andromeda, yo también creía que todo iba a girar al asunto de Melanie y me sorprendió el giro. Y según tú, Gabo, el giro que da después es inmenso, no tengo ni idea qué puede ser
A ver si mañana o hoy a la noche leo un poquito y llego hasta ese capítulo once que comentas, Gabo.

[Andromeda]

Yo también sigo en el mismo punto, Maider, a ver si Gabo se entretiene un poco con El callejón de los milagros en lugar de presionarnos con sus insomnios.

[Daniel Duarte]

Definitivamente esta obra no es buena para el insomnio
Yo también la empecé antes de dormir y me quedé despierto buen tiempo. Es una excelente novela. Puede ser tan chocante, tan indignante. Pero hace poco, con algunas de las noticias relacionadas al Mundial de Sudáfrica, he percibido que aparentemente

las violaciones son un fenómeno común en ese país, donde la tensión racial persiste

.

[Maider]

Hoy he tenido ganas de leer un rato y he llegado hasta el capítulo 17, de momento. Porque engancha cosa mala este libro, aunque sea bastante desagradable la historia.

En el capítulo once, como ya dijo Gabo, se rompe por completo la historia que ibamos siguiendo, pasando a ser otra cosa completamente distineta.

Yo no esperaba para nada una cosa así. Me he quedado helada ante semejante bestialidad y maldad. Y asqueada ante lo que puede llegar a hacer las personas. Me ha resultado muy difícil de leer. Y lo peor de todo es lo de Lucy. Lo que no dice, lo que se calla, lo que cambia después de la violación. El hecho de que nadie quiera decir que Lucy fue violada, que ella se averguenze, que no quiera ni oir hablar de contar eso por nada del mundo, es super duro. El esfuerzo tan grande que hace Laurie por su hija, por intentar que reaccione, el cambio que él da después de toda la historia del robo, la paliza, las quemaduras, la violación...

Lo que tú decías, Gabo, de los perros, yo también lo veo.

Lo de David Laurie con los animales es increible. La trasformación de este personaje es espectacular. Pasa de reirse de los animales, del campo y de todo eso, a realizar él todas esas tareas. ¿Y la sensibilidad que le ha entrado ahora por los perros? Hasta él mismo se encarga de incinerarlos para que sigan conservando algo de dignidad después de haberlos matado en la clínica.

Y otra cosa increible es lo del vecino de Lucy, Petrus. Vamos, es que es algo que no puedo entender, lo flipo en colores. Uno de los tíos que hizo semejante barbaridad se presenta en la fiesta y todo el mundo lo defiende. ¡Hasta Lucy! no consigo entender de que va todo ese rollo, se me escapa.

Me está encantando, la verdad.

[Andromeda]

Estoy en el capítulo 14 pero creo que voy a leer un poco más antes de comentar.

[Maider]

Yo creo, Andromeda, que desde el capítulo once todo va a girar en torno a lo que pasa en él.

[Andromeda]

Pero hace poco, con algunas de las noticias relacionadas al Mundial de Sudáfrica, he percibido que aparentemente

las violaciones son un fenómeno común en ese país, donde la tensión racial persiste

.

Y vaya que este autor lo refleja de forma tan cruda.

Lucy incluso expresa en algún momento que la violación podría ser la cuota que se exige por hacer uso del territorio o por sostener esa situación privilegiada en su hacienda.

Me he quedado en el inicio del capítulo 19,

otro cambio o retorno en una novela cuyos entresijos resultan demasiado inquietantes.

Yo no esperaba para nada una cosa así. Me he quedado helada ante semejante bestialidad y maldad. Y asqueada ante lo que puede llegar a hacer las personas. Me ha resultado muy difícil de leer. Y lo peor de todo es lo de Lucy. Lo que no dice, lo que se calla, lo que cambia después de la violación. El hecho de que nadie quiera decir que Lucy fue violada, que ella se averguenze, que no quiera ni oir hablar de contar eso por nada del mundo, es super duro. El esfuerzo tan grande que hace Laurie por su hija, por intentar que reaccione, el cambio que él da después de toda la historia del robo, la paliza, las quemaduras, la violación...

Todo eso es terrible, Maider,

y creo que lo peor viene un poco más adelante. Me desconcertó la afirmación de que Lurie "no tenía idea de lo que le pasó a Lucy". Porque la violación no quedó sólo en eso, sino en un odio tan profundo transmitido a su hija que la dejó como muerta, pero dispuesta a continuar hasta el final. La figura de Petrus hasta el momento es bastante siniestra, porque los indicios de que quizá tuvo algo que ver con los hechos no parecen infundados, aunque Bev Shaw lo defiende en cada oportunidad. Me parece que el autor transmite parte de las contradicciones o incoherencias de una sociedad tan dividida. La defensa de lo indefendible se hace presente a través de Petrus, quien intenta minimizar lo ocurrido. Las referencias a un lenguaje limitado también son interesantes; las diferencias tan profundas hacen que las ideas no logren conectarse entre seres que seguramente no tienen la intención de hacerlo.

Lo que tú decías, Gabo, de los perros, yo también lo veo.

Lo de David Laurie con los animales es increible. La trasformación de este personaje es espectacular. Pasa de reirse de los animales, del campo y de todo eso, a realizar él todas esas tareas. ¿Y la sensibilidad que le ha entrado ahora por los perros? Hasta él mismo se encarga de incinerarlos para que sigan conservando algo de dignidad después de haberlos matado en la clínica.

Coincido con lo que decís.

Disfruté mucho con esta parte, me encantó lo de las ovejas y la conciencia que toma el personaje del trato digno que deben recibir los animales. Se encarga de esa dignidad porque quizá es una forma de redimirse y recobrar la propia, aunque termine por pensar que su permanencia en la hacienda lo pierde en lugar de reconfortarlo. La experiencia ha sido demasiado dura.

Algunas de las imágenes, muchas de ellas apenas sugeridas, son potentísimas, con una fuerza capaz de hacer que se te incrusten en el subconsciente. Los perros tienen gran importancia en esta novela, sospecho que con mucha carga simbólica, llegando a establecerse cierto paralelismo entre ellos y David Lurie.

También me ha dado esa impresión, Gabo. Acompañando siempre a los sucesos,

continúa girando la esencia erótica del personaje que incluso compara ese impulso con el de los perros. El perro no debería ser castigado por "ceder al instinto". ¿Habla de sí mismo?

[Daniel Duarte]

Luego de leer las conversaciones entre padre e hija, pensaba que

solo ella había cambiado

, pero en realidad

el mayor cambio, como bien apuntan, es el del padre hacia la naturaleza, hacia la vida en general y frente a su propia existencia en particular. Ella en cambio, no ha variado su forma de pensar, mantiene sus convicciones y sigue adelante a toda costa.

Aunque lo cierto es que más adelante, en esta novela se viene

lo peor. Y los cambios de Lurie se reflejan cuando vuelve a la ciudad a visitar a la familia de la chica "acosada" y las sospechas sobre Petrus son confirmadas.

[Maider]

Ya lo he terminado. Me ha gustado muchísimo, pero ahora mismo no sé qué comentar sobre él. Me he quedado en blanco después de terminarlo. Tengo que reflexionar.

Daniel,

estoy totalmente de acuerdo con tus opiniones. El que realmente sufre una gran trasformación y un crecimiento interior es él, el padre.

[G.A.]

Lo terminé esta mañana y sigo con la sensación de que se me ha escapado algo importante. Algo hay en esos perros que tiene importancia en el puzzle, pero no consigo pillarlo, sobre todo en el final.

[Maider]

Se me ha quedado una sensación parecida a la tuya, como de no acabar de enterlo por completo. Por eso mismo no puse nada cuando lo termine.

[Daniel Duarte]

El libro me gustó mucho en suma. Ahora pienso con cuales de este autor se podría seguir, alguna recomendación?

Me alegra que coincidamos Maider

[Andromeda]

A mí me dejó, no sé, como deprimida... Tuve que salir a tomar aire al terminarlo.

Daniel, acabo de comprar El maestro de Petersburgo, pero creo que voy a esperar unas semanas para empezarlo.

Aunque lo cierto es que más adelante, en esta novela se viene

lo peor. Y los cambios de Lurie se reflejan cuando vuelve a la ciudad a visitar a la familia de la chica "acosada" y las sospechas sobre Petrus son confirmadas.

Esa visita a la familia,

tan desconcertante, culmina con la aclaración por parte del señor Isaacs de que no intercederá por Lurie en la universidad. Todo un juego macabro al invitarlo a cenar, al escuchar los pormenores febriles y fuera de lugar del profesor, para anunciar algo que éste en ningún momento pidió. Así pues, los Isaacs han quedado conformes con el resultado que el propio Lurie se encarga de aclarar: "Según mi propio lenguaje, estoy siendo castigado por lo que sucedió entre su hija y yo. Estoy sumido en una desgracia de la que no será nada fácil que salga por mis propios medios. Y no es un castigo a cuyo cumplimiento yo me haya negado, al contrario..." Rosalind habla con Lurie y le hace notar que "los juicios no tienen nada que ver con los principios, sino con lo bien o mal que sepas bandearte y salir del atolladero". Estas palabras son muy significativas porque en innumerables ocasiones no vale la dignidad o la sinceridad; si Lurie hubiese actuado de otra manera, con hipocresía, las cosas le hubieran ido mejor. La autenticidad muchas veces no encaja en una sociedad hambrienta de novedades morbosas y dispuesta a dar la espalda al caído sin misericordia. Esta idea es, desde luego, completamente universal. Y, por otro lado, la actitud de Lucy, estancada en sus propios procesos interiores, incapaz de trascender el entorno tan hostil que la rodea, dispuesta a conformarse y a quedar reducida hasta las últimas consecuencias. Lurie y su hija han intentado convivir sin lograr compenetrarse; sus individualidades no les permiten estar cerca por mucho tiempo, pero a la vez los une un vínculo indisoluble además del parentesco: ambos han tenido que renunciar a vivir como desean. La frase final que en que Lurie se refiere al perro es terrible: "Sí, voy a renunciar a él". Esa renuncia ha estado presente a lo largo de la novela, evolucionando a través de los matices propios del padre y la hija; la vida para ellos ha quedado reducida hasta lo indecible. En forma paralela se narra la historia de amor entre Byron y Teresa, en una última intención de David Lurie por continuar con lo suyo: "Una pieza de cámara en torno al amor y la muerte, con una joven apasionada y un hombre de edad ya madura que tuvo gran renombre por su pasión, aunque esta solo sea un recuerdo." Byron se cansa de Teresa al considerarla una "cabeza hueca", pero la pasión y sensualidad de sus primeros tiempos hacen que Lurie se refleje en ellos a través de su propia experiencia con varias mujeres. Aunque este pasaje sobre personajes históricos sigue su camino particular, Lurie hace un esfuerzo por apropiarse de ciertos segmentos adecuándolos a sus propias circunstancias. Y así, la enamorada Teresa recreada en la mente de Lurie, el propio Lurie y su hija, todos ahhelantes y desmejorados, permanecen frente a los fantasmas y murallas creados en torno a sí mismos.

En cuanto me recupere un poco continuaré con Coetzee.