Bueno, pues lo he terminado.
Me enganchó la primera parte, luego el tractat se me hizo como comenté algo árido, aunque nada que llegara a cansarme. Las siguientes 150 páginas* han sido estupendas,
| la transformación progresiva del personaje, si bien creo que en parte hace que sientas que se vende, está perfectamente explicada y anima a seguir leyendo |
en esta parte me llegó el ansia por seguir y seguir que me alcanza con los libros.
Y llegamos al teatro de los sueños, y... qué queréis que os diga. Se supone que tiene que ser el cúlmen final, y a mí me ha sabido a caramelo chupado. Todas las alegorías utilizadas me parecen demasiado rebuscadas o, por el contrario, demasiado obvias. En definitiva, que el ansia ya era por ver si llegaba por fin al final de la comedura de tarro.
El final tampoco me ha gustado mucho, aunque no creo que cierre bruscamente.
| No me ha gustado porque me parece que traiciona el espíritu del personaje |
.
*: Con permiso, un off-topic: Ayer, en la radio, hablaban de libros digitales, y comentaba uno de los comentaristas que una de las mayores desventajas era que no lo veías avanzar, que tú tenías un libro en las manos y gustaba ir viendo cómo al pasar páginas el lado leído iba siendo más grueso y lo que faltaba más fino. Bueno, en mi experiencia el contador de páginas del libro digital cubre esa función perfectamente, para mí la sensación es la misma. Veo otros problemas al e-lector, efectivamente todas románticas, pero esa no es una de ellas. En este libro, por ejemplo, esas últimas 60 páginas que no me han gustado he aumentado el tipo de letra precisamente para darme la sensación de que pasaba más páginas, y por tanto de que avanzaba más
con lo de que parezca momentaneamente un chico...y que nuestro lobito haya averiguado su nombre así sin más.
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