Poesía sobre Córdoba
Moderadores: Tessia, lunallena
IBN ZAIDUM.- DESDE AL-ZAHRA
Desde al-Zahra te recuerdo con pasión.El horizonte está claro y la tierra nos muestra su faz serena.
La brisa desmaya con el crepúsculo:parece que se apiada de mí y languidece, llena de ternura.
Los arriates me sonríen con sus aguas de plata, que parecen
collares desprendidos de las gargantas.
Así fueron los días deliciosos que ya pasaron,
cuando, aprovechando el sueño del Destino, fuimos ladrones del placer.
Hoy sólo me distraigo con las flores, imán de los ojos, en las que la escarcha juega vivaz, inclinando sus tallos:
Son como pupilas que,a ver si insomnio, lloran por mí y por eso el irisado llanto resbala por su cáliz...
La brisa desmaya con el crepúsculo:parece que se apiada de mí y languidece, llena de ternura.
Los arriates me sonríen con sus aguas de plata, que parecen
collares desprendidos de las gargantas.
Así fueron los días deliciosos que ya pasaron,
cuando, aprovechando el sueño del Destino, fuimos ladrones del placer.
Hoy sólo me distraigo con las flores, imán de los ojos, en las que la escarcha juega vivaz, inclinando sus tallos:
Son como pupilas que,a ver si insomnio, lloran por mí y por eso el irisado llanto resbala por su cáliz...
Juan de Mena
Vuestro ojos que miraron
cpn tan discreto mirar,
firieron y no dexaron
en mi nada de matar.
Ellos aún no contentos
de mi persona vencida
me dan atales tormentos
que atormentan mi vida.
Después que me sojuzgaron
con tan discreto mirar,
firieron y no dexaron
en mi nada por matar.
cpn tan discreto mirar,
firieron y no dexaron
en mi nada de matar.
Ellos aún no contentos
de mi persona vencida
me dan atales tormentos
que atormentan mi vida.
Después que me sojuzgaron
con tan discreto mirar,
firieron y no dexaron
en mi nada por matar.
JUAN DE MENA
Vi a Omero e Lucano
en aquellos entremeses,
con Virgilio mantuano,
Séneca vandaliano
e otros sabios cordobeses:
Puesto que digan de mi,
porque en Córdoba nascí,
que en loor suplo sus menguas,
callen, callen malas lenguas,
pues se sabe ser así
en aquellos entremeses,
con Virgilio mantuano,
Séneca vandaliano
e otros sabios cordobeses:
Puesto que digan de mi,
porque en Córdoba nascí,
que en loor suplo sus menguas,
callen, callen malas lenguas,
pues se sabe ser así
Tengo un libro que se llama el collar de la paloma de Ibn Hazm
es bastante complicadillo de leer, pero es bonito
La separación engendra nostgalgia y agitación, y despierta el recuerdo.Sobre este asunto he dicho:
¡Ojala volviese hoy a ver el cuervo!
Tal vez apartaría de mí vuestro apartamiento, que ya se prolonga.
Así dije; pero la noche dejó caer su velo,
jurando que no acabaría, y lo ha cumplido.
El lucero se quedó atónito en el horizonte celeste.
No caminaba ni, causa de su perplejidad, se movía.
Pensarías que era alguien que había errado el camino, o un tímido azorado o un sospechoso amenazado, o un extenuado amante.
es bastante complicadillo de leer, pero es bonito
La separación engendra nostgalgia y agitación, y despierta el recuerdo.Sobre este asunto he dicho:
¡Ojala volviese hoy a ver el cuervo!
Tal vez apartaría de mí vuestro apartamiento, que ya se prolonga.
Así dije; pero la noche dejó caer su velo,
jurando que no acabaría, y lo ha cumplido.
El lucero se quedó atónito en el horizonte celeste.
No caminaba ni, causa de su perplejidad, se movía.
Pensarías que era alguien que había errado el camino, o un tímido azorado o un sospechoso amenazado, o un extenuado amante.