Lo siguiente estaba en otro post; lo dejo tal cuál porque tenía su sentido en el tono de coña en el que estábamos. Cuando me lo he encontrado de pegote aquí pues suena pelín informal, pero lo dejo para que quede constancia:
pues todo comienza con un hombre que recibe una herencia justo cuando su vida es un desastre (fracaso amoroso incluido). Lo manda todo a la porra y se embarca en un viaje a lo largo y ancho de las carreteras estadounidenses disfrutando de su fortuna. Cuando ya ha gastado una parte generosa cruza en su camino un jugador de póker, que le conducirá a una partida con dos millonarios digamos..... "peculiares".... y hasta ahí podemos leer
Lo más curioso del libro es el cambio de registro que hace, pasando de la historia tipo road-movie a una especie de fábula psicodélica sobre el azar, el miedo, la libertad.....
aviso: es raro raro raro , pero me atrapó
Aquí una reseña en condiciones:
La música del azar - Paul Auster:
Cuando Jim Nashe es abandonado por su mujer, se lanza a la vida errante. Antes ha recibido una inesperada herencia de un padre que nunca conoció y que le permitirá vagabundear por América en un Saab rojo, el mejor coche que nunca tuvo. Nashe va de motel en motel, goza de la velocidad, vive en una soledad casi completa y experimenta la gozosa y desgarradora seducción del desarraigo absoluto. Tras un año de esta vida, y cuando apenas le quedan diez mil dólares de la herencia, conoce a Jack Pozzi, un jovencísimo jugador profesional de póquer. Los dos hombres entablan una peculiar relación y Jim Nashe se constituye en el socio capitalista de Pozzi. Una sola sesión de póquer podría hacerles ricos. Sus contrincantes serán Flower y Stone, dos curiosos millonarios que han ganado una fabulosa fortuna jugando a la lotería y viven juntos como dos modernos Bouvard y Pecuchet. A partir de aquí, la novela abandona el territorio de la «novela de la carretera» americana, y se interna en el dominio de la literatura gótica, entre Kafka y Beckett. Nashe y Pozzi penetran en un ámbito sutilmente terrorífico, y la morada de los millonarios se convertirá en una peculiar prisión, cuyos ilusorios límites y leyes no menos ilusorias deberán descubrir.
Así sí (perras, avisad de estas cosas )