Perdón por no pasarme antes pero he tenido una tarde liadilla.
Bueno, aquí os dejo el caso...
CASO:Giada había estado inquieta todo el día. No sólo por aquella horrible carta sino porque esta noche tendría lugar el acontecimiento social más importante de la temporada.
Como cada año ya desde los tiempos en que sus abuelos era jóvenes tenía lugar en el palacio que los Montalcino tenía en el Gran Canal, el baile de disfraces que inauguraba los famosos carnavales de la ciudad.
A ella acudía siempre la alta sociedad veneciana, tan cerrada e hipócrita.
Y también como cada año ella se había encargado personalmente de los preparativos; con su hermano Luigi nunca se podía contar para estas cosas, parecía que sólo le importasen los negocios y su vida social se reducía a unas cuantas cenas con amigos íntimos. Giada pensaba que no sabía disfrutar de la vida siendo tan privilegiado como era.
La fiesta comenzó a las 12 en punto y poco a poco fueron llegando todos los invitados. El aire festivo y la buena música envolvían la estancia.
Giada y Luigi, como buenos anfitriones, recibían a todos.
Su prima
Veves, siempre tan apocada, estaba en un rincón con cara de asustada. Giada la tuvo que convencer para que se disfrazase. ¡Era tan seria y se la veía siempre tan fuera de lugar!. Si no fuese porque su hermano Luigi insistió no la hubiese acogido en su casa, ¡tenía tan poco glamour! Y además se había puesto furiosa cuando se lo había dicho. La había llamado snob superficial. En fin…
Allí estaba su amiga
Amanita, el alma de la fiesta como siempre, bailando y coqueteando con todo el mundo. A veces le irritaba tanto su forma de comportarse…En más de una ocasión habían discutido por eso.
También
Poulain, la joven estilista que tanto la admiraba. Era una chica muy dulce pero Giada creía que el mundo en el que ahora se movia le venía grande. Así se lo había dicho justo aquella tarde y Poulain, tan sumisa siempre, por primera vez la miró enfadada. Había algo en ella que le inquietó.
Cerca de Poulain estaba
Micka, paseándose por toda la habitación buscando a su siguiente presa. A Giada eso le enfadó. Se acercó a él con disimulo y le dijo que se comportase. Esa era su fiesta. Ella era la protagonista y no quería ninguna escenita por parte de algún marido celoso. Micka le sonrió socarronamente y se giró camino del bar.
A lo lejos, al otro lado de la sala,
Rachellina conversaba con su hermano que ponía cara de preocupado.
“Qué maquinará esta vez esa bruja”- pensó Giada. Siempre estaba intentando controlarlo todo, parecía que la compañía le pertenecía a ella.
Rachellina la saludó con la mano y Giada ignoró completamente su gesto. Después de la discusión del otro día en el Consejo no iba a ser una cínica como ella.
Pululando por la sala, sin perderse ni un solo detalle de todo lo que estaba viendo y oyendo esa noche estaba
Adisson Gossip. Giada era de la opinión de que una fiesta no tenía éxito si no salía en los ecos de sociedad y para esa tarea la más indicada era Adisson. Además, a los amigos había que tenerlos cerca pero a los enemigos aún más.
Mientras pensaba todo esto,
Luigi se acercó a ella. Giada pensó que iba a felicitarla por la maravillosa fiesta pero él traía cara de pocos amigos.
“¿Se puede saber cuánto va a costar todo esto?. Te dije que invitases sólo a unas cuantas personas de nuestro círculo más íntimo. Esto parece un circo”- dijo enfadado.
Giada pensó que siempre había sido muy serio, quizás demasiado. “ Estás amargado hermanito. ¡Anda, disfruta un poco aunque sea por una noche!”.
Y diciendo esto se alejó porque había visto a
Leonita Aldilà, su vidente. Ella no creía para nada en esas cosas, pero se divertía yendo a las sesiones. La última había sido la tarde anterior y Leonita le había dicho que veía algo terrible dentro de ella y que un cambio iba a ocurrir en su vida. Giada se burló de sus predicciones.¡Cómo la hacía reir esa excéntrica mujer!
La fiesta continuaba y la gente se divertía, Giada se sentía cansada y algo mareada. Las luces, el champán, tanta gente y tantas máscaras la agobiaban.
Decidió escabullirse un momento y descansar un poco. Al fin y al cabo nadie la echaría de menos…
La fiesta terminaba y los invitados se iban marchando. Todos buscaban a Giada para despedirse y agradecerle esta noche inolvidable, pero nadie la encontraba.
De repente alguien gritó y todos se precipitaron hacia donde se había oído el grito. Lo que se encontraron fue terrible. Desde el balcón del despacho de Giada, se la veía a ella, allí abajo, flotando en el Gran Canal. Aún llevaba su máscara puesta.
**********************************************************************Interrogatorio a los testigos:Luigi: Entre sollozos les cuenta que no vio a su hermana nada más que al principio de la fiesta. Intercambiaron unas cuantas palabras y luego él se fue a charlar con unos amigos y a jugar al billar a la sala de juegos. Estas fiestas no le gustaban demasiado así que después se retiró a la biblioteca para buscar algo de tranquilidad y no habló con casi nadie durante la noche. Su hermana parecía algo preocupada ese día pero no le dio importancia.
Amanita: Está histérica y no para de repetir que debe de ser un error. Giada podía ser muy mordaz a veces pero no haría daño a nadie a propósito aunque sabía de alguien que la odiaba; esa “contable” de la empresa, Rachellina y ella se llevaban fatal, discutían a menudo, así que si alguien tenía un motivo era ella.
Rachellina: Reconoce que sus diferencias en los negocios eran conocidas por todos pero que de ahí a matarla…Sí, habían tenido ciertas desavenencias en la última reunión del Consejo pero Luigi les había hecho entrar en razón. En el fondo le daba lástima Giada, sólo era una mujer a la que le gustaba llamar la atención.
Micka: Confiesa haber pasado una temporada en la cárcel por estafa pero eso es su pasado. Tuvo una relación amorosa con Giada y ella decidió ponerle fin. No está despechado por ello, en absoluto. Y tampoco tenía ningún motivo para matarla.¿ Qué ya no disfrutaba de sus regalos? Cierto, pero Giada seguía siendo su amiga y además le presentaba a mujeres muy “interesantes”.
Leonita: Asegura que ella vio en sus cartas que una desgracia así pasaría. Se lo intentó advertir a Giada pero la otra se rió y no se lo tomó en serio. Ahora era demasiado tarde.
Además vio a alguien que llevaba la máscara de Amanita saliendo de la sala detrás de Giada.
Poulain: Muy afectada confiesa que se ha ido alguien muy importante para ella. Era una de sus mejores clientas, ¡tenía tanto estilo!.
Es cierto que a veces sus palabras podían herir pero ella no se las tenía en cuenta, sabía que las cosas que le decía eran por su bien.
Dice que se dio cuenta que en un momento dado la vidente esa abandonaba la fiesta pero no sabe a dónde pudo ir.
Veves: Aún tiene el susto en el cuerpo, dice. Sí, fue ella la que encontró el cadáver de su prima. Todo el mundo la buscaba y a ella se le ocurrió que podía estar en su despacho.
No sabe quién pudo hacerlo, ¡su prima había sido siempre tan generosa! Además ella no conocía bien a sus amistades, así que no se quedó mucho en la fiesta. Prefirió irse al estudio a pintar.
Adisson: Cuenta las desavenencias que ella y Giada tuvieron en el pasado. Sabe que a veces a Giada no le hacía gracia lo que escribía de ella pero cree que se lo tomaba con humor. Es cierto que le puso una demanda por difamación pero ella no es rencorosa y a la vista está que si acudió a la fiesta es porque Giada la llamó.
Me ha quedado un pelín largo,espero no aburriros
Bueno, pues ahora os toca darle a la cabecita!! Mañana si eso os pongo unas pistillas.
¡A jugar!