Lifen, la impostora
La familia Stweart...
Los Stweart, matrimonio acaudalado, de gran renombre y estatus en la sociedad, no fueron bendecidos con el milagro de un hijo... El Sr Stweart, imposibilitado para procrear decidió, como último recurso, solicitar los buenos servicios de la infalible y maravillosa Dra Zhura, persona de gran renombre por sus avances en la ciencia y genética, y quien brindó la posibilidad a ésta hermosa pareja de ser padres, a través de diversos y extenuantes experimentos genéticos. De esta forma nacieron dos hermosas gemelas: Lifen y Angela.
Lifen y su hermana eran físicamente idénticas; no sucediendo lo mismo con sus carácteres, tan distantes y diferentes entre sí. Lifen, carismática e inteligente, agradaba con su sentido del humor a todo el mundo, atraía y embelesaba a todos los chicos de la escuela, los profesores le adornaban con sólo halagos; mientras que Angela, apartada incluso en el cariño de sus padres, sólo pudo ver emanar de su alma un sentimiento de repudio, envidia y odio eterno hacia su hermana, que le opacaba y no le permitía vivir la vida que ella también merecía... al fin y al cabo gozaba de la misma belleza que su hermana, poseía esa sonrisa de ensueño, y aquella mirada cínica y sensual, pero que, de alguna manera, no producía el mismo efecto de atraer y poner a sus pies, como si fuera un hechizo, a quienes le rodeaban.
-Sería una tortura -pensaba Angela - vivir toda la vida bajo la sombra de mi hermana... bajo mi propia sombra.-
Cuando a Lifen, en su último año, le fue otorgada una beca universitaria para estudiar en la Universidad de mayor renombre del condado; mientras a su hermana le rechazaron el ingreso, Angela decidió que era el momento de actuar.
Como toda una experta criminal logró deshacerse de su hermana sin despeinarse- era tan fácil engañar a esa pobre inocente!-, haciendo creer a los familiares y autoridades que se trataba de un suicidio... del suicidio de Angela. De ésta forma, la vil muchacha usurparía de ahora en adelante a su hermana, disfrutaría de los beneficios que le fueron otorgado y viviría la vida que no le correspondía... pero sería feliz, no viviría a la sombra de nadie y porfin le tomarían en cuenta.
Los pormenores de su primer asesinato no interesan ahora al lector.
De ésta forma, y bajo el nombre de Lifen, asistiría a la Universidad, poniéndose como meta y cúspide el mayor de los éxitos, nada ni nadie le detendría. Sus objetivos, inteligencia, sus ganas de ser brillante justificaban cada vez más el atroz crimen que cometió en el pasado... así, poco a poco, fue "enterrando" ese oscuro secreto; hasta que...
La intromisión de Giada.
Si algo caracterizaba a Giada Mastronardi, no era tanto su inteligencia - vaya que la tenía - sino su capacidad para entrometerse en los asuntos que no le incumbían. Era una metiche, vamos. Al gozar de la confianza de sus tutores y profesores de alto rango, aprovechaba cualquier oportunidad para revisar los archivos e informaciones confidenciales que éstos guardaban ya sea en su escritorio u ordenador. Así fue como se enteró, husmeando en los expedientes personales e informes psicológicos que se encontraban en la oficina de la Decana que: Pseudo tenía serios problemas con el alcohol; que Micka, su entrañable "amigo", era un sátiro de cuidado; confirmó que Veves fantaseaba en sus sueños con gnomos siberianos (lo sospechaba por lo que decía cuando dormía), se enteró de que Bronia, su orientadora, estuvo internada durante varios años en un hospital psiquiátrico, y entre otras cosas, desde el ordenador y los archivos de su tutora, Zhura, se enteró de los experimentos realizados a los Stweart, descubriendo sorpresivamente que lifen, su gran rival, tenía una hermana gemela.
¿Por qué nunca habló de ella? Según lo que leyó mientras husmeaba en la oficina de Bronia, Lifen afirmaba ser única hija, con una infancia intachable y muy feliz al lado de sus padres.
¿Qué razón tendría ésta enigmática chica para esconder la existencia de su hermana gemela?
Gracias al google, como pasa en las películas, Giada encontró la noticia de la muerte de Angela. Aparentemente un suicidio, por falta de evidencias y para no urgar en el dolor familiar, el caso quedó cerrado. Pero para Giada ésto podría ser una muy buena forma de amedrentar, descolocar y tomar posición frente a Lifen... no lo pasaría por alto.
Giada se coloca la soga al cuello
Y así lo hizo la inocente Giada, quien no sabía ante que moustro pretendía enfrentarse; más le hubiera valido competir y rivalizar intelectualmente, a escudriñar e indagar sobre el pasado de Lifen.
Así pues, cuando estaban en el comedor, Giada muy jocosamente se acerca al grupo de Lifen y le dice:
-Vaya, si aquí está la hermana gemela de Angela - Lifen sintió morirse, se encontraba desnuda ya su secreto había sido descubierto.
- Que dices? - le contesta perpleja
- Ah te harás la que no sabes ¿no?... porque has ocultado la existencia de tu hermana; analizandolo bien quizá hasta tomaste su lugar, no? - Dice Giada en tono jocoso... y sin saberlo, dió en el blanco.
- Cállate! - Espetó Lifen y apresuró su paso hacia la salida, caminando a ningún lado, pensando, atormentada, que lo que había sembrado había terminado... pero ¿Cómo pudo saberlo?...
Esperó a que cayera la noche para poder entrar a hurtadillas en la habitación de Giada y hurgar entre sus cosas. Fue cuando vió en el computador de Giada el historial de búsqueda en google y los links de las noticias sobre la extraña muerte de Angela.
Se metió en su vida, eso no lo permitiría más.
Giada mientras tanto, perpleja ante la reacción de Lifen, dió por cierta su hipótesis. ¿Quién la mandaría a entrometerse y a ser dueña de un secreto tan oscuro?... desesperada solicitó ayuda, consultó con expertos en leyes, se informó más sobre las circunstancias extrañas de la muerte de Angela, y se convenció del crimen cometido por Lifen.
Baja el telón
Cuando Lifen se enteró de la misteriosa cita planeada entre Giada y la Decano, no tuvo duda algunas que el tema principal sería ella. Aquella entrometida pretendía seguir fastidiándola hasta morir... hasta morir.
Como en sus viejos tiempos planeó como deshacerse de aquella molestosa persona; debía descartar el aparentar un suicidio, ya no se trataba de una niñata inocente que confiaba a ciegas en su hermana; era Giada Mastronardi, en el Campus.
La vio, aquel fatídico día, entrar en la biblioteca, mientras los alumnos en una huelga de quien sabe qué, hacían desastres en la universidad. Pintaban paredes, quemaban cauchos, destrozaban estatuas.
Era su momento. La hora había llegado. La biblioteca estaría sola, a excepción de aquel ratón de biblioteca que sería su próxima víctima. Recogió del suelo lo que aparentemente es el busto del fundador de la universidad y, despacio y silenciosamente, entró en la biblioteca, divisó de lejos a la víctima, quien trabajaba en lo que iba a relatar a la decana y por ende a las autoridades; se dio cuenta que nadie notó su entrada, su presencia (volvía a ser Angela, la invisible), y de ésta forma, con un contundente golpe en el cráneo, terminó con la vida de una brillante alumna que, como a los gatos, la curiosidad e intromisión le mató.
Lifen se apresuró a arrancar las páginas del cuaderno en donde se descubría toda su verdad y huyó lejos...
Asesino: Lifen (Verdadero nombre: Angela)
Arma: Busto del fundador
Motivo: Se vió amenazada por giada, quien descubrió que era una usurpadora y asesina.
Se me fue la olla... no hallaba por donde agarrar el asunto y me he puesto a desvariar
