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Poder borrarme estas huellas
Que como flóculos de tinta
Se impregnaron en el papel de mi alma
Tinta gruesa, fuerte, concentrada
Tinta imborrable, sustrato de mis latidos
Maldita tinta...
Insumo de mis escritos, testigo de mis pensamientos.
¿Cuánto, cuánto vale?
Poder olvidar lo escrito
En el eterno y blanco firmamento
De las estrellas de mi día, de las púas de mi vida.
Maldito corazón, jugando a trovador,
Entintado perdido, cegado frente al sol
Cuánto ¡Cuánto, maldición...!
Vale olvidar... por favor,
Que el precio no puede ser mayor...
No, no lo sería ¿cómo podría?
Tinta negra, escarlata, pegajosa y mortal
Tanto mi ingenuidad pudiste manchar
Que ni a fuego vivo, esta alma que clama,
Pudo aferrarse al olvido...
No pudo, no quiso y, se dejó llevar...
Y entonces, para el concurso de romántica
Se puso a imaginar...
Nos vemos,
Emisario
Pero faltan signos de puntuación en la primera estrofa 
¿Cuántos, cuántos faltan? 
(es de lo más entretenido, si las críticas son comprometidas, más aún cuando es un área que si bien no me es del todo desconocida, no es mi fuerte). Que si gusta, mejor. Piensa que habrá relatos escritos por Románticos de profesión.
Estas perdonado, siempre será un placer comentar tus relatos querido 
Que estés super bien