Una pequeñez - Anton Chéjov

[Sue_Storm]

UNA PEQUEÑEZ
Anton Chéjov

Otro relato brevísimo del maestro ruso para nuestro miniclub. Esta vez creo que nadie se quejará de que le falte actualidad...

Comentarios a partir del viernes 21 de octubre, aquí

[jilguero]

Como me voy a ausentar por unos días, me he adelantado un poco.
Este cuento me ha parecio lleno de encanto. En tan poco texto, Chejov consigue que el pequeño Alecha se nos haga entrañable. Por eso, al final, he lamentado no poder acercarme al rincón para pasarle la mano por la cabeza y consolarlo.
Por cierto, en la primera parte, el texto nos confirma la hipótesis que tenía Primopons sobre el motivo por el que Chejov cortaba la historia de La señora del perrito justo donde la cortó. Se nos dice: "...con la que vivía, o, como decía él, arrastraba una larga y tediosa novela. En efecto: las primeras páginas, llenas de vida e interés, habían sido saboreadas, hacía mucho tiempo; y las que las seguían se sucedían sin interrupción, monótonas y grises.".
Muy bien, Primo, tenías razón, Chejov solo estaba interesado en contarnos esas primeras páginas llenas de entusiasmo. Esta vez, en cambio, se asoma a esa otra etapa, en la que además de monotonía y falta de color, también hay mezquindad y mucho egoismo. ¿Cómo, si no, habremos de calificar a la conducta de Nicolás Ilich con Alecha?
Me ha gustado mucho : sencillo pero contundente...

[Mora]

¿ Y dónde está el relato para leerlo?

[Arden]

Pues en el hilo del miniclub mensual del año 2011, unos hilos más arriba, en el primer mensaje buscas el mes de octubre y el cuento y ahí está el enlace.

A mí me ha encantado, es un retazo de vida. En dos pinceladas nos ha pintado el autor a Nicolás Ilich y su situación con la madre del niño, me ha encantado la metáfora de la relación con una novela, y después su conversación con el niño donde se nos presenta la situación de esa familia respecto a Nicolás Ilich. El niño es todo inocencia, con lo que confiando en la palabra de honor le confía los encuentros con su padre y lo que piensa, y el Sr. Ilich desprecia al niño con el reproche a la madre y la situación que se produce, todo ello lleva al descubrimiento de la MENTIRA, así con mayúsculas, en la vida por el niño, seguramente a partir de ese momento ya nunca volverá a confiar como lo había hecho hasta ese momento en los adultos.

Me encanta la capacidad que tiene Chéjov de construir toda una novela entera con un relato, de la que saca un pequeño extracto, el resto ya lo imaginaremos, la familia y sus integrantes, lo que sucedió, el abandono del padre porque la madre se lía con Nicolás Ilich, o bien es el padre el que la abandona a ella y él llega después, y tal vez el marido vuelve pero su mujer está deshonrada y entonces le echa la culpa a Ilich, a gusto del consumidor, y todo para llegar a esa escena, posteriormente se pueden dar múltiples caminos, cada uno que elija el que mejor le convenga o más le guste, nos lo deja a nuestra imaginación. Toda una novela a partir de un retazo de vida.

[imation]

Es tan cortito y ya lo habéis dicho todo , así que solo diré que me ha gustado mucho.

[primopons]

También me ha gustado bastante. Me resulta llamativo un detalle: Chéjov, al igual que hizo en La señora del perrito, en un momento determinado pone en boca de un niño una pregunta-curiosidad que queda sin contestar. Si allí fue "¿por qué no hay tormentas en invierno?", aquí es "¿por qué cuando se tira de un solo pelo duele y cuando se tira de todos a la vez casi no se siente?"

Lo que más me agrada de este relato es con qué naturalidad plasma esa escena doméstica de Nicolás Ilich sentándose en el canapé y descubriendo a un Alecha juguetón, y la conversación que con él inicia. Y tal como dice Arden, todo lo que se intuye o se puede imaginar por medio de tan breve diálogo sobre la vida de los personajes ausentes.

Desde el punto de vista argumental, creo que este relato nos habla de la asimetría existente en la relación entre niños y adultos. Se plasma de forma magistral algo que yo, que ya de niño me gustaba observar, descubrí a su tiempo: el interés que un niño siente por un adulto no suele ser recíproco. Tal vez los niños de ahora han ganado mucho en protagonismo social, pero en mi infancia recuerdo subirme a un autobús de la mano de mi madre, ponerme a observar lo que hacía cada pasajero y notar que, sin embargo, yo resultaba transparente para ese mundo adulto. En Una pequeñez, el narrador ya nos advierte al principio que Nicolás Ilich no había prestado jamás a Alecha más atención que a un mueble. Vamos, que casi "descubre" su existencia en esta escena. Y nótese cómo tras echarle cuentas un ratito porque no tenía nada mejor que hacer, acaba mostrando nuevamente el mayor de los desprecios hacia el niño al faltar a la palabra dada. Todo es asimétrico en esta relación hasta el final. Para Alecha la traición de Nicolás Ilich supone su primer cara a cara con la mentira adulta; mientras que para Nicolás Ilich haber defraudado al niño no es más que una pequeñez.

[Ororo]

A mí también me ha gustado bastante la asimetría que tan bien ha explicado primopons.
Hay un gran abismo entre el punto de vista del adulto y del niño. Todos podemos recordar la niñez y compartir el sentimiento de Alecha al sentir la traición ante una pequeñez.

Me confundí al leer el cuento de la semana pasada y pensé que era Los extraviados. Anuncio que es muy gracioso, como una obra de teatro. Eso sí, como todos estos cuentos, es un fragmento de una historia.

Me parece que Chéjov tiene mucha magia al plasmar estos pequeños instantes y transformarlos en cuentos.

[Conphoos]

A mí cada cuento me va gustando más.
Este es genial, la verdad es que con vuestros comentarios no hay ya mucho espacio para decir nada más.
Me ha encantado ese choque entre los dos mundos, choque que irá metiendo al chiquillo en el mundo que lo ha traicionado.

Estupendo relato

[Murke]

Es tan cortito y ya lo habéis dicho todo , así que solo diré que me ha gustado mucho.

+1 .
Como no estuve el finde en casa se me había olvidado pasarme por aquí .

[fresa_charly]

He estado pachuchilla unos días y se me pasó comentar este cuento... que me gustó mucho; especialmente cómo describe

el sentimiento de traición del pequeñoAlecha, que en un momento de confidencia y confianza -qué gran relación tienen ambas palabras- le cuenta al amante de su madre que sigue viéndose con su padre. Y cómo este, por una simple cuestión de vanidad y orgullo herido, porque ya no hay alor en él, traiciona al muchachito, con unas consecuencias que desconocemos, pero que podemos imaginar

Me ha gustado ver la otra cara de la moneda de una historia de adulterio

la mujer viviendo con su amante y sus hijos, aparentemente feliz o con una situación normalizada... Y el marido abandonado, en vez de ser un soberbio que la repudia, o desprecia a sus hijos... se nos aparece como un padre amante y preocupado, que por amor a sus hijos está dispuesto a esconderse para verlos, y que no reclama su derecho ante su mujer (que las leyes del momento le otorgaban sin discusión, por otra parte). Es fácil imaginarse entonces a un hombre herido y traicionado, abandonado por su mujer... Siempre en este tipo de historias -lo vimos en La dama del perrito y en Ana Karenina, por nombrar dos rusos - nos cuentan las ansias de amor y de libertad de la esposa "traidora", pero ver al marido en esta posición es más extraño (el marido de Ana K. no reaccionaba ni remotamente parecido como al padre de Alecha...)

Hasta ahora lo único que conocía de Chejov era el cuento de La dama y el perrito, y lo descubrí muy recientemente -apenas un año- pero me gusta mucho cómo escirbe, cómo con tan pocas palabras es capaz de evocar historias y sentimientos que van más allá de lo que estrictamente está en el papel, cómo conoce al ser humano con sus debilidades (sobre todo) y sus pequeñas grandezas... Desde luego, un autor en el que profundizar...

[primopons]

Es cierto, Fresa, eso que señalas. No había reparado yo en la originalidad que supone, sobre todo para la época, un marido...

abandonado que se comporte tan civilizadamente.

[jilguero]

Desde el punto de vista argumental, creo que este relato nos habla de la asimetría existente en la relación entre niños y adultos. Se plasma de forma magistral algo que yo, que ya de niño me gustaba observar, descubrí a su tiempo: el interés que un niño siente por un adulto no suele ser recíproco... Todo es asimétrico en esta relación hasta el final.

Totalmente de acuerdo en la asimetría que existe en el relato y en la vida real entre un niño y un adulto. Sin embargo, en lo de quien ignora a quien creo que depende de los protagonistas. Me refiero, Primo, a que tu experiencia fue que tu curiosidad por los adultos no se veía recompensada. En mi caso, en cambio, recuerdo que los adultos en general (salvando a los tres o cuatro adultos más proxímos: padres, sobre todo) me aburrían y me molestaba cuando se interesaban pro mí y me hacian preguntas, en mi opinión, estúpidas.
Y eso me trae a la memoria lo de las preguntas que Chejov pone en boca de los niños. En mi modesta opinión, simplemnte es una manera de resaltar las cosas que importan a los niños, la curiosidad tan amplia que se tiene a esa edad, que nos lleva a preguntarnos las cosas más peregrinas, en contraposición al horizonte vital más estrecho , centrado a menudo en las relaciones amorosas o económicas, de los adultos, donde ese tipo de cuestiones, en apariencia sin transcendencia ni utilidad, raramente surgen.

[Topito]

Este relato de Chéjov es uno de mis favoritos. No sé por qué me gustan tanto los relatos de Chéjov en los cuales aparecen retratada la infancia. Imagino que el contraste entre los dos mundos: inocencia y picardia, me llama mucho la atención.

Esa perdida de inocencia infantil, ya no por la madurez sino por culpa de la picardia del maduro ante la inocencia del infante.

[Lua]

Leído con bastante retraso, y me ha gustado mucho.

Me ha despertado sentimientos muy encontrados de rabia hacia el traidor y de ternura hacia el nene. Como la vida misma, el niño perderá su inocencia a base de golpes que le van dando, y el adulto ni se inmuta.

Y no digo nada más, que ya lo habeis dicho todo, sólo que es mi preferido por el momento.