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El autor está graduado en filosofía y física, dos de los ángulos principales que explora el libro y cuyo subtitulo ilustra claramente.
Las personalidades de Einstein, Bohr y muchos más completan el panorama de esta historia apasionante.
Como en todas las historias de gran calidad hay drama, actos heroicos, acontecimientos inesperados, tragedias, pasión (científica y sexual) y varios finales para elegir.
No es un libro de texto científico ni tampoco uno de popularización de la ciencia, si bien hay mucha información e ilumina aspectos de la mecánica cuántica que, en mi caso, me eran algo oscuros (bien, TODA la mecánica cuántica es oscura…).
Está organizado como si fuese una biografía o un libro histórico. Cada personaje es descripto en detalle pues, como se observa, el conservadurismo de Plank realza su descubrimiento, la inteligencia y mal humor de Pauli fueron instrumentales, la tenacidad y timidez de Bohr indispensables, la imaginación y libertad de Einstein mantuvo la polémica viva, etc.
A ellos se le suman Heisenberg, Shrodingen, Dirac, Born, Bohm, Compton, De Broglie, Sommerfeld, Lorentz, Boltzmann, Rutherford, Uhlenbeck, Goudsmith, Bell, etc. Todos ellos están retratados perfectamente y el lector siente que está presenciando los hechos de manera íntima. Es más, uno querría que ciertos pasajes fuesen mucho más largos.
Como compensación hay un sección de notas muy completa (37 páginas de citas), un glosario de 14 páginas, un timeline de 12 páginas, una bibliografía de 18 páginas y fotografías de todos los personajes principales.
El otro gran aspecto del libro es el problema filosófico sobre la realidad que las brillantes mentes mencionadas arriba analizaron durante medio siglo.
Como ya se ha hecho mi costumbre, debo recordar que nadie puede pretender hacer filosofía sin conocer en detalle la interpretación de Copenhagen, los textos que tal interpretación superó durante las décadas de embates de Einstein, Schrödinger, Podolsky, Rosen y otros, las aplicaciones concretas de la misma, las interpretaciones alternativas, etc.
La mayor parte de la filosofía, sobre todo la practicada por los amateurs, obedece a principios de lógica y física clásica. A diferencia de Einstein (bueno…es mas bien evidente que habría alguna diferencia con el gran científico, no?) que también defendía la localidad y el realismo por vía de análisis críticos de la teoría opuesta y experimentación en laboratorio y mental, muchos filósofos hablan sin saber. El conocido refugio por el cual lo cuántico no se aplica al mundo macroscópico es uno de los tantos ejemplos que se pueden dar al respecto.
Esta es una historia de extraordinarios descubrimientos de parte de mentes de inteligencia vertiginosa. De la creación de una teoría a regañadientes, contra el sentido común de todos los involucrados, de la resistencia hasta el final de algunos y de la espectacular intransigencia de una realidad extraña, tan difícil de comprender que se le niega el aspecto de realidad.
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