Salí a dar un paseo avanzanda la noche, preguntándomeGonzalo Valdivia Dávila escribió:Mark Strand (Canadá, 1934) es un poeta en habla inglesa, que tiene un significativo uso lúdico del lenguaje, en su
poema ‘Comiendo Poesía’ narra una transformación fantástica, que bien nos recordaría ‘Las metamorfosis’ de Ovidio. Este cambio se opera en el yo poético al saturarse de poesía, que come por la boca al engullir la tinta de lo que lee, dejando los libros en blanco, el lugar es una biblioteca a donde acuden los perros para ver el cambio psicológico del yo, este actúa como perro lamiendo la mano de la bibliotecaria que llora por el blanqueo de las páginas.
La lectura de la poesía implica una renovación, pues el yo se siente otro hombre por el placer de la lectura, es colmado de bienestar que lame la mano a la bibliotecaria, pero esta grita ante el evento insólito. El episodio narrado es maravilloso por el portento de comer las letras y tinta de los poemas, es decir que el yo las asimila se las apropia al entrar a su estómago, un centro vital de la energía en muchas culturas. La imagen del hombre actuando como perro no tiene un tinte cómico, pues del ethos de este animal se destaca su virtud de gratitud y bondad.
si acaso volverías. El aire estaba tibio y el olor de las rosas
mi hizo recordar la tarde que apareciste en mi alcoba,
en un pozo de luz. Pronto la luna se pondría
y deseé que vinieras. Mientras tanto, pensaba
en las viejas estrellas que caen, en las cenizas de una y otra
cosa.
Y supe que podría estar esparcido entre ellas,
que el sueño de la luz podría continuar sin mí,
que nunca fue mi sueño sino el tuyo. Y en la oscuridad
de la séptima noche supe que pronto llegaría mi hora.
Y miré la colina, y miré más allá de las aguas en calma.
Ya la luna se había puesto, y tu estabas aquí."