Lifen, vaya faena, lo siento
Bueno, como lo vas a leer pronto de todos modos...
Voy por el capítulo 4. Ya me van cayendo mejor las niñas: al principio las encontraba tontas de remate, pero me he dado cuenta de que en realidad no hay para tanto, que todas hemos hecho cosas así con esa edad. Me hacen gracia en particular
las conversaciones imaginarias con el señor Rochester o con el protagonista de Secuestrado: fantasías así también las he tenido yo en mi infancia, igualitas igualitas |
Y como dice masako, la naturalidad en los saltos del pasado al futuro es pasmosa; la verdad es que he releído alguna página para intentar encontrar la clave de cómo lo hace, cómo se las arregla para que quede tan bien. El efecto es muy sencillo y muy raro a la vez
En cambio, sigo sin tragar a la señorita Brodie y su pedantería de quiero y no puedo, qué queréis que os diga.
Tanto cuento, para acabar haciendo lo más vulgar del mundo: liarse con un compañero de trabajo. |
¿A qué demonios se referirá con lo de la "traición"?
Quizá -supongo- a que alguien le fue con el cuento a la directora del colegio, y aprovecharon para echarla, que ya le tenían ganas desde hacía tiempo. Aunque ni ella misma sabe quién fue. |
Intrigante