AUTOR: Mikel Rodríguez Álvarez
AÑO: 2013
RECOPILADO EN: Caperucita y otros relatos vascos de terror
EDITORIAL: Txertoa
COLECCIÓN: Larrea
EXTENSIÓN: 11 págs.
SINOPSIS:
- Una historia de negreros, vudú, celos y venganzas
Moderador: julia
Reconozco que estaba un poco inseguro de cómo iba a recibir el lector este relato .julia escribió:Fantástico, me ha encantado.
El ambiente, la estructura, y el desenlace.
La ambientación esta muy conseguida y transmite el tono decadente y desasegante de la ciudad. Las motivaciones del protagonista estan bien dosificadas y recuerdan de lejos al conde me Montecristo a la vez que nos presenta una realidad no muy conocida. El final impecable y sorprendente. Un buen giro a lo esperado.
Los Baroja... grandes y maravillosos artistas. Y cascarrabias. Pero no muy bien vistos por sus vecinos (supongo que por su increencia religiosa y lapidarias frases como esta de Pío Baroja: "Definición de carlista: animal de cresta roja que vive en el Pirineo y ataca al hombre". Por la certeza y brutalidad, parece de Winston Churchill). En 1936 un militar ilustrado, Martínez Campos, sacó de la cárcel de Santesteban a Pío Baroja justo a tiempo, porque sus buenos vecinos se lo iban a cargar.julia escribió:Pensaba aludir al conjunto de las referencias en las que te inspiras en el tema global.
Siempre he tenido debilidad por la familia Baroja
El conjunto del relato me gusta mucho, y los puntos que has citado creo que estan muy bien armados.
Eran gigantes, a mi entender ahora no hay personajes que se les acerquen (por eso había hecho una analogía con las frases de Churchill).julia escribió:Esa anécdota no la conocía, pero vamos más o menos como la Unamuno y Millan Astray. Ademas tenían por el otro lado una imagen demoledora del bueno de Sabino Arana. Siempre que paso por Vera me encanta acercarme a su casa familiar. El otro dia su sobrino Pio, puso en face el retrato que le hizo Picasso y la imagen que Baroja tenía del pintor.
No se a mi me parece tierno ese tono de cascarrabias gruñon bastante fóbico y me encantan descubrir su manías. Si conocía su anticlericalismo,
Admiro tanto al escritor como a Don Julio, su entrevista en A Fondo es fantástica.