EL LEÑADOR (EN PAPEL)
MICHAL WITKOWSKI , RAYO VERDE, 2013
ISBN 9788415539346
DATOS DEL LIBRO
Nº de páginas: 440 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editoral: RAYO VERDE
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788415539346
Se supone que es la novela queer que hay que leer, almodovariana, disparatada, divertida y con un toque de novela negra. Las críticas que he leído son buenas, así que si hay alguien interesado que lo diga y montamos miniclub.¿Cómo se escribiría una novela que trasladase el estilo cinematográfico almodovariano al papel? Si queréis saber la respuesta no tenéis más que leer esta ocurrente novela, escrita por un escritor polaco, que se declara admirador y seguidor de Almodóvar y Gombrowicz, y consigue un texto lleno de creatividad, en la línea de esos dos autores.
Un libro disparatado, muy creativo, narrativamente exhaustivo, con un torrente arrollador de palabras que cuenta lo ocurrido en una semana en 400 páginas y pico, es decir que lo cuenta todo, absolutamente todo, con un ritmo endiablado que hace que el resultado sea ameno y entretenido.
El autor se toma a broma a sí mismo y crea un alter ego caricaturizado, gay, obeso, hipocondríaco, pastillero, cinéfilo, culto, aficionado a las marcas y algo fetichista, y lo embarca en un rosario de aventuras absurdas como la vida misma, en la Polonía profunda más gélida y deshabitada, alrededor de una cabaña en el bosque y unos cuantos lugares de veraneo decadentes y venidos a menos. En un escenario en el que nunca pasa nada, Witkowski consigue que pasen cosas sin parar y finalmente, aflora una trama inmobiliaria de novela negra.
Provocador, políticamente incorrrecto, este texto recuerda a Herny Miller, salvando las distancias, y también las películas de Kevin Smith. Incluye relatos dentro del relato principal, un cuento en inglés macarrónico que es para leerlo (no se puede explicar, hay que verlo), cambia varias veces de narrador sin que el lector se despiste, está lleno de referencias literarias de Shakespeare y algunos autores polacos,,, es un libro caótico y divertido, que habrá hecho sudar sangre al traductor (Francisco Javier Villaverde), que creo sinceramente que se merece un premio.
Una obra original con un planteamiento que debería habérsele ocurrido a alguien antes, escrita por un seguidor de Almodóvar polaco. En fin, un caos divertido, un universo kitsch, desenfadado y provocador, divertido, plagado de hallazgos expresivos y ocurrencias felices, que afortunadamente ha llegado a nuestro país en una buena traducción.