Historia de la mujer despedazada, de las tres manzanas y del negro rihan
Me gusta como algunos relatos comienzan con un argumento y luego dan vuelta y terminan quien sabe donde. En este caso todo comienza con los recorridos del califa camuflado por la ciudad, el encuentro con el pescador pobre y luego deriva en el cofre con la mujer descuartizada.
¡Pobre Giafar! Todo el relato al borde de que el califa lo ajusticie.
"¡Oh perro visir! ¡Ya ves cómo, durante mi reinado, se asesina a las gentes y se arroja a las víctimas al agua! ¡Y su sangre caerá sobre mí el día del juicio, y pesará eternamente en mi conciencia! Pero ¡por Alah! que he de usar de represalias con el asesino, y no descansaré hasta que lo mate. En cuanto a ti, juro por la verdad de mi descendencia directa de los califas Bani-Abbas, que si no me presentas al matador de esta mujer, a la que quiero vengar, mandaré que te crucifiquen a la puerta de mi palacio, en compañía de cuarenta de tus primos los Baramka!" (Los Barmecidas, noble familia árabe).
Debo reconocer que las palabras del negro me sacaron una carcajada... No se contenta sólo con robarle la manzana al niño sino que se mofa también del padre.
Y le dije:, "¡Eh, buen amigo! ¿de dónde has sacado esa manzana, para que yo pueda comprar otras iguales?" Y el negro se echó a reír, y me contestó: "Me la ha regalado mi amante. He ido a su casa, después de algún tiempo que no la había visto, y la he encontrado enferma, y tenía al lado tres manzanas, y al interrogarla, me ha dicho: "Figúrate, ¡oh querido mío! que el pobre cornudo de mi esposo ha ido a Bassra expresamente a comprármelas, y le han costado tres dinares de oro". Y en seguida me dió esta que llevo en la mano".
La justicia del califa deja bastante que desear. El negro le robó la manzana al niño e inventó la historia del engaño pero, ¿qué culpa tiene de los arranques del esposo engañado? Si este señor en un momento está viajando durante quince días para conseguirle manzanas a su esposa y al rato la está cociendo a cuchilladas por un supuesto engaño.
Y otra vez el pobre Giafar...
He llegado a saber ¡oh rey afortunado! que el califa juró que no mataría más que al negro, puesto que el joven tenía una disculpa. Después, volviéndose hacia Giafar, le dijo: "¡Trae a mi presencia al pérfido negro que ha sido la causa de esta muerte! Y si no puedes dar con él, perecerás en su lugar".
Y Giafar salió llorando, y diciéndose: "¿Dónde lo podré hallar para traerlo a su presencia? Si es extraordinario que no se rompa un cántaro al caer, no lo ha sido menos el que yo haya podido escapar de la muerte. Pero ¿y ahora... ? ¡Indudablemente El, que me ha salvado la primera vez, me salvará, si quiere, la segunda! Así, pues, me encerraré en mi casa los tres días de plazo. Porque ¿para qué voy a emprender pesquisas inútiles? ¡Confío en la voluntad del Altísimo!"
Y nuevamente un relato logra que le perdonen la vida a alguien.
Con retraso... pero continúo.
laniñadelasopafria escribió:Nota: ya he empezado con el cuaderno.
¡Que bueno niña! Yo espero poder empezarlo en estos días.
Saludos...