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Este fin de semana no lo podia soltar... Me resulto un poquito dificil aceptar lo nuevos personajes... Pero hace tiempo que no me pasaba que deplano no podia dejar de leer...
La guera fortachona nada mas no me cae bien.
nunca he tenido problema con la posicion del autor a una sexualidad por demas liberal, pero la relacionde esta chica con Mikael me resulta un tanto, sacada de la nada. Y luego esta Susanne Linder... Solo yo lo he notado, o ahi hay una rara coincidencia de nombres ???
Fin de trilogía y me ha gustado. El primero puso las expectativas bastante altas, pero creo que ha cumplido.¿Otro personaje que me guste tanto como Lisbeth Salander? Difícil.
Pues me pondré con él. Un amigo mío se lo encontró perdido por ahí y se lo he comprado a buen precio.
A ver que se cuenta de esta vez la señorita Salander. Es un buen tocho. Pena que solo esté yo leyéndolo ahora…
Terminada la primera parte.
Mucha paja como se suele decir, aunque esto dota a la investigación de mayor realidad y fondo. También mucho nombre y mucha historia detrás. Con todo, no se me ha hecho duro de leer en ningún momento. Aunque entendería que a más de uno y una le pueda resultar más tedioso o se le atragante un poco. Al final ya ha empezado a haber momentos de acción muy interesantes.
Como el asesinato de Zalachenko por parte de Gullberg, con dos cojones el viejo. La vieja escuela, con el otro anciano Fredrik Clinton en cabeza, puesto por el mismo Gullberg. Y luego el “suicidio” de Bjorck.
La Sección se ha hecho con las carpetas con los informes que repartió Blomkvist y con el que tenía él en su propia casa, sin embargo no contaban con que escondía uno más. Y a ver también donde se mete Niederman, que ya la ha liado bien.
Salander ha salido poco pero siempre interesante cuando ella esta en escena, aunque esté casi como un vegetal, de momento... A ver si se recupera bien ya, jeje.
Empezando la tercera parte, vuelve a dar demasiadas vueltas a lo mismo para mi gusto. Y tampoco es que sea la leche la conspiración esa. Alguna escena me resulta algo más interesante. Los de The Hacker Republic ha estado bien,
que ahora además está el tal Trinity en Estocolmo.
De todas formas no me aburre y quiero avanzar, pero lo dicho demasiado nombre y vueltas a lo mismo, esperando un poco más de movimiento otra vez, que supongo yo que habrá. Me da a mí que en cuanto aparezca Niederman se puede liar bien. Y Salander a ver si se escapa del hospital, o a ver que pasa.
Ando en el juicio. Mira que le ha costado salir del hospital a Salander, pensaba incluso que huiría. La cosa en el juicio está interesante pero hay que tragarse mucho relleno.
De lo ultimo leído: lo de el acosador de Erika Berger con sus mails anónimos y su trabajo en el SMP son momentos interesantes, así como cuando Milton Security se encarga de la seguridad, o al menos a mí me lo resulta; aunque el desenlace un poco visto. Y alguna escena entretenida con acción por ahí también hay como el intento de asesinato en el restaurante a Mikael Blomkvist.
No obstante tenía mayores expectativas con el libro. Veremos si el desenlace de todo me termina de convencer.
En el juicio (el cual está muy entretenido) mientras la abogada Annika Giannini va sacando las pruebas le falta apuntar tanto a Teleborian como a Ekstrom con el dedo y gritarles: ¡En tu puta cara! Jaja. Y un poco cutre lo de ponerse de ejemplo siempre:
pues yo tengo también un tatuaje en una parte muy intima y no soy tal o o yo de chavala me folle a todo quisqui y no soy una pervertida.
Pero el libro en sí pues por momentos entretenido y tiene más de una escena potente, pero tibio en general, eso sí nunca aburrido. Me gustó más el segundo. El primero aún no me lo he leído puesto que la película de Fincher me la he visto en numerosas ocasiones. Supongo que me dará por leerlo aunque me sepa la historia.
Un placer comentarlo y debatir los diferentes puntos estos días con todos vosotros.
Hace algo más de dos años terminé de leer el segundo y ahora por fin me he podido poner con el tercero. He de decir que el segundo me gustó mucho más que el primero, pero este tercero se me está haciendo algo pesado. Suscribo lo que han dicho por ahí arriba: mucho nombre y un poco lioso. A ver si mejora la cosa que cuando lo dejo en la mesita de noche me cuesta horrores volver a retomarlo.
Leyendo:El día que se perdió el amor - Javier Castillo
Después de tantos meses al final decidí retomarlo en serio y terminarlo de una vez por todas. No me estaba entusiasmando demasiado pero sorprendentemente empezó a engancharme hacia la mitad del libro y no lo pude soltar.
Aun así me quedo con los dos primeros porque como decís por ahí arriba, tanta conspiración me parece poco creíble.
Bueno, fin de una saga y me da mucha pena despedirme de los personajes, sobre todo de Lisbeth y Mikael. A Erika nunca me la tragué. Es una egoísta caprichosa.
Me hubiese gustado que Mikael y Lisbeth hubiesen terminado juntos
Leyendo:El día que se perdió el amor - Javier Castillo
La verdad que me ha gustado bastante, más que el segundo pero menos que el primero. La mejor parte de todas fue la del juicio y ver cómo iban siempre por delante de La Sección. El personaje de Lisbeth ha estado genial en este libro; es el que más he disfrutado. Sin embargo, son excesivos los cientos de detalles que da el autor prácticamente sobre todo.
Hubo unos cuantos momentos en los que leía por leer, como
cuando cuentan la historia de pe a pa de algún miembro de La Sección
Pese a que me gustaron las partes dedicadas a Erika Berger, sí que es verdad que estaban ahí para hacer "bonito" y tener algo que contar. Siento que el libro se hubiera podido contar perfectamente en unas 500 páginas; menos rollo y más al grano.
De momento no creo que lea el último libro. Creo que dejaré las cosas así por ahora.
A veces en la vida todo ocurre o deja de hacerlo por muy poco, ese poco puede ser un minuto, unos metros, un cambio de idea repentino. Y una insignificancia semejante te salva o te mata. Solo poco después de que Juliette hubiese regado las plantas y abandonado la casa, yo misma estuve a punto de acudir a la rue Romarin. Vivo en place Sathonay, encima de la farmacia, a cinco minutos del quiosco, en el que me había olvidado el libro que estaba leyendo esos días. Se trataba deLa reina en el palacio de las corrientes de aire, de Stieg Larsson. Me tenía atrapadísima, no podía dejarlo. ¿Sabes cuando una cosa importante pasa a un segundo plano porque te interesa algo que no tiene relevancia? Había descubierto a Larsson un poco tarde, pero en veinte días devoré la trilogía. Estaba a punto de irme a la cama. Ya me había cepillado los dientes, fregado los platos de la cena y, desde luego, puesto el pijama, cuando me di cuenta de que me había olvidado el libro en el quiosco. Qué disgusto. (...) Rewind, de Juan Tallón
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