Los pájaros de Bangkok - Manuel Vázquez Montalbán

[Edmundo]

En la Barcelona de 1979 Stuart Pedrell, un importante hombre de negocios, aparece muerto cuando todo el mundo le suponía haciendo un viaje por la Polinesia. El detective Pepe Carvalho tiene que investigar el crimen y poco a poco empieza a conocer la peculiar personalidad de la víctima y su obsesión por seguir los pasos de Gauguin e irse a los mares del Sur. Una novela que refleja los conflictos personales y colectivos de la España de entonces. Aparentemente, Pepe Carvalho viaja a Bangkok para atender el SOS de una vieja amiga, Teresa Marsé. Pero en realidad el lector puede llegar a la conclusión de que huye de su mundo cotidiano, en el que la realidad le es insuficiente y le empuja a perseguir fantasmas, como el de Celia Mataix, asesinada con una botella de champán de marca desconocida, o el de su asesina, Marta Miguel,self-made woman de un pueblo de Salamanca. O quizá el motivo auténtico del viaje sea saber el nombre de los pájaros de Bangkok, o confirmar que la Tierra es redonda y que el desenlace real le espera a su regreso.

[Haidé]

Mi madre lo tiene, yo lo leí hace muchos muchos años. Pero no me acuerdo ya de nada del libro.

[macska]

Este libro es el sexto de la serie protagonizada por Carvalho.
Se trata de la historia de una amiga de Pepe Carvalho que se encuentra en apuros y le pide ayuda. El detective no duda en ir hasta Bangkok, ciudad que ya conoció en su juventud, para auxiliar a su amiga Teresa Marsé. En ese momento se encuentra algo agobiado en Barcelona, llevando dos investigaciones.

Aunque en algún momento se puede hacer pesado, en conjunto es muy interesante, recomendable.

[Carmen Neke]

Marcando hilo, esta tarde me pongo con él.

[Carmen Neke]

La novela empieza de maravilla, con un episodio que no tendrá nada que ver con el resto de la trama (creo...) pero que permite a Vázquez Montalbán lucirse en el estilo literario que mejor se le daba: el del costumbrismo malintencionado, especialmente referido a las familias catalanas "de casta" y en esta ocasión a una familia de industriales venidos a más gracias al trabajo duro del padre para descubrir que alguien del clan se está quedando con dinero de la empresa. El episodio se resuelve en un par de páginas pero que son de lo mejorcito que me he leído últimamente.

Y después por supuesto las insuperables cenas de Carvalho con Fuster y las conversaciones político-gastronómicas que las acompañan:

- Desde que se murió Franco hay más crema de leche en los supermercados.
- Lo había observado.
- ¿Qué tenía Franco contra la crema de leche?
- No lo sé. El Caudillo era muy reservado.

[biscuter]

Yo lo empezare mañana, termino el que tengo entremanos y me pongo con este

[Caroline]

Empezado, leídas unas 100 páginas del lector y ¡que de cosas pasan! un desfalco, un asesinato y problemas de Teresa Marsé en Bangkok, me gusta ese guiño, Juan Marsé- Últimas tardes con Teresa

Por ahora estoy en los prolegómenos, aún anda Pepe por Barcelona entre comilona con Fuster y buscando la marca del champan asesino. Pronto se pondrá en marcha a Bangkok.

Es mucho más ameno que el anterior, al estar en Barcelona aún todo suena más cercano.

Sigo.

[Pseudoabulafia]

Llevo leído un tercio del libro y me está gustando bastante, de los que más me han gustado hasta el momento.

Se me hace curiosísimo que sea el propio Carvalho el que se mueve buscando los casos, cuando lo normal era que incluso de hiciese de rogar un poco.

Un detalle que me ha parecido muy bueno, es la forma en que uno intuye que un determinado personaje está cayendo mal a Carvalho en su forma de hablar. Me refiero a esta conversación entre Pepón Dalmases y Carvalho:

[Dalmases:] ¿Qué le parece si quedamos más tarde? ¿A la hora del café?
[Carvalho:] - ¿Le gusta a usted comer bien?
- Como para vivir, no vivo para comer.
- Entonces es preferible que quedemos a la hora del café. ¿Cuál es su hora de tomar café?
- Las cuatro, por ejemplo.
- ¿Dónde?

[...][(A la hora del café)]

[Dalmases:] Pero luego, mientras comía un bocadillo, he pensado y a mí esto ni me va ni me viene.

Aunque no lo dice explícitamente en la novela, se intuye el desprecio que debe estar pasando por la cabeza de Carvalho.

el del costumbrismo malintencionado, especialmente referido a las familias catalanas "de casta" y en esta ocasión a una familia de industriales venidos a más

un asesinato y problemas de Teresa Marsé en Bangkok, me gusta ese guiño, Juan Marsé- Últimas tardes con Teresa

Y hay que ver lo mucho que le gustan a Carvalho las burguesitas etéreas.
No me refiero solo a Teresa, que ya apareció en otra novela, sino también a Celia.

Y después por supuesto las insuperables cenas de Carvalho con Fuster y las conversaciones político-gastronómicas que las acompañan:

Pues yo me estoy dando cuenta ahora de la importancia que tiene el personaje de Fuster dentro de la vida de Carvalho, pero no me acordaba nada de este personaje. Otros, como Biscuter o Charo, se me habían quedado mejor en la memoria.

Vaya rapidez de Caroline en ponerse al día. Como un rayo.

[Carmen Neke]

Y hay que ver lo mucho que le gustan a Carvalho las burguesitas etéreas.
No me refiero solo a Teresa, que ya apareció en otra novela, sino también a Celia.

A mí todo este asunto de Carvalho con las pijas (igualito que Marsé, vamos ) me está recordando una conversación que tuve allá en la prehistoria de los años ochenta cuando estudiaba en la universidad y un compañero que parecía compartir la misma fascinación por las pijas etéreas se preguntaba por qué las pijas siempre están tan buenas: ¿es por la buena alimentación durante generaciones que las condiciona genéticamente a ser guapas y esbeltas? ¿O es, como decíamos las proletarias resentidas, porque tienen más dinero para arreglarse, ir a la peluquería, comprar ropa, hacer deporte y esas cosas? En fin, treinta años después todavía no he encontrado la respuesta a este dilema vital, pero lo cierto es que Vázquez Montalbán pone bien a caldo a los pijos en esta novela, empezando por la rubia de la botella de champán y siguiendo por Teresa y su exmarido. Me parece que le caen mucho mejor los viejos industriales catalanes, tacaños y cascarrabias pero que al menos se han currado el dinero que tienen para que ahora los tontolhabas de sus hijos y nietos vayan de hippies por el mundo esperando que el dinero de la familia les saque de apuros cuando haga falta.

Yo ya voy por el último tercio de la novela. Hasta aquí muy bien pero Bangkok se me está haciendo un poco pesadito y repetitivo, a ver si vamos cambiando pronto de ambiente.

[biscuter]

Yo también la empecé anoche y he leido poco, de momento el botellazo y poco mas. hoy espero darle un buen repaso

[Caroline]

Ya tengo a Carvalho en Bangkok después de un rifirrafe en la agencia y con el padre de Teresa Marsé ha conseguido el trabajo y parece que en buenas condiciones económicas.

El viaje de Barcelona a Bangkok es de traca,

con un avión lleno de españoles que terminan como si fueran de excursión en un autobús. Ainss si solo les ha faltado aplaudir cuando el piloto toma tierra.

En Bangkok empiezan las pesquisas y hay partes que directamente las he leído en diagonal como cuando enumera el desayuno en el hotel o la variedad de cosas que hay a lo largo de la calle, agotadita me dejó.

La verdad es que me está gustando mucho más que los anteriores, lo noto más maduro, más trabajado y sin perder su esencia.

[Caroline]

Sigo en Bangkok pero ya estoy camino del final de la historia, algunas partes de la estancia en Bangkok se me están haciendo algo reiterativas, pero en general me está gustando, Carvalho ha dado con la pista de Teresa pero se le ha escapado por segundos. A ver como lo resuelve, ya me queda poquito y puede que hoy lo termine.

[Pseudoabulafia]

Llevo tres cuartos de libro.
Me está gustando mucho en todos los aspectos, tanto en las caracterizaciones de la sociedad barcelonesa que dice Carmen Neke como en la parte más aventurera de Tailandia. La trama de investigación me está gustando mucho y creo que está muy bien hilado todo, esta vez no hay nada que se me esté haciendo forzado. La verdad es que yo no lo veo repetitivo, salvo quizás demasiado empeño en mostrar los contrastes sociales de la ciudad en el negocio turístico (putiferio) y en los otros negocios.

Un detalle de canela fina que me ha gustado mucho es que (creo que) por primera vez aparece en la saga una escena que a mí me ha parecido humorística y me ha hecho poner una sonrisa en la boca. Me refiero a la caricaturización de Biscuter en la escena en la que trata de suplir a Carvalho intentando darle un aire de distinción y seriedad al despacho:

Biscuter se esmeró en recoger la mesa como él creía que recogían la mesa los camareros de restaurantes distinguidos. La presencia de Marta Miguel, inmovilizada sobre la silla, con las manos sobre las rodillas unidas y el culo sin acabar de entregarse al culero, condicionaba la conducta de Biscuter, que se reprochó a sí mismo, nada más decirlo, el haber ofrecido a una señora primero un café, luego una copita y finalmente un carajillo. Lo que más le dolía era haber ofrecido el carajillo y se hubiera dado de bofetadas mientras apilaba los platos sucios en la fregadera y preparaba la estrategia a seguir con una dama en ausencia de su jefe. Se miró en el espejo oxidado que pendía sobre el pequeño lavabo de su habitación y se humedeció las palmas de las manos para a continuación tratar de domar los haces de pelos hirsutos y rubios que le subían desde los parietales hacia la estratosfera. Rebuscó en el armario de plástico cerrado con cremallera y sacó una corbata de punto que se anudó en torno a su cuello de pajarito. Luego se endilgó una ex chaqueta de pana de Carvalho que le habían acondicionado en una sastrería de arreglos, se cepilló los zapatos con el mismo cepillo que usaba para la ropa y fue al encuentro de Marta Miguel con la expresión a medio camino entre la atención y la preocupación.
- Usted dirá.
Dijo al tiempo que se entregaba con naturalidad al sillón giratorio de Carvalho.

[...]

Dos deditos de Biscuter marcaban la exacta brevedad del segundo que necesitaba. Empuñó el teléfono y marcó un número.
- Señorita Charo, Biscuter al habla. Tengo ante mí a una señora íntima amiga del jefe. Se llama Miguel. No. Es el apellido. ¿Le dijo algo el jefe sobre ella antes de marcharse? Recuerde, Marta Miguel. Marta Miguel.
La ceja derecha de Biscuter se arqueó dispuesta a soportar el peso de las elucubraciones que le forzaran las revelaciones de Charo.
- Pero qué cachondeo es éste, Biscuter. ¿Desde cuándo Pepe me ha hablado a mí de sus ligues o de sus asuntos?

se preguntaba por qué las pijas siempre están tan buenas: ¿es por la buena alimentación durante generaciones que las condiciona genéticamente a ser guapas y esbeltas? ¿O es, como decíamos las proletarias resentidas, porque tienen más dinero para arreglarse, ir a la peluquería, comprar ropa, hacer deporte y esas cosas?

Uff, que cuestión tan difícil.
Yo creo que es por todo un poco. Desde luego creo que tienen mucha más pasta y tiempo para cuidarse y estar monas, pero supongo que también tiene muchísimo peso el fetichismo del dinero y el lujo...

[Caroline]

Pues yo ya lo he terminado.

Y sí, me ha gustado mucho, con mucho ritmo, muchas vueltas y giros y un final sorprendente. Desde luego Pepe tiene una santa paciencia!

Al final los tres casos, desfalco, asesinato con botella de champan y búsqueda de Teresa se resuelven y cada uno a su manera. Lo que me ha gustado ya que pensaba que los primeros casos iban a ser solo introductorios, pero no, persiguen a Pepe hasta el fin del mundo.

Yo fui una de las que comentó lo de repetitivo, pero me refería a la cantidad de listas que dedica a describir los diferentes ingredientes que componen el desayuno del hotel o las baratijas que venden en los mercados tailandeses, pero nada más.

También me ha gustado la documentación que aporta para situar al lector en la realidad de Tailandia en los años 80 del siglo pasado, aunque no se si ha cambiado mucho y sigue, más moderna, pero con los mismos problemas.

Resumiendo, me ha gustado, he disfrutado con el viaje a Tailandia y la busca de Teresa, los personajes colaterales son muy buenos, no solo los nativos.

[Pseudoabulafia]

Yo fui una de las que comentó lo de repetitivo, pero me refería a la cantidad de listas que dedica a describir los diferentes ingredientes que componen el desayuno del hotel o las baratijas que venden en los mercados tailandeses, pero nada más.

Ah, entonces creo que tenéis razón. Yo no había caído en eso porque las partes gastronómicas me las salto y no les presto mucha atención, hago lectura diagonal salvo que haya alguna buena conversación , así que supongo que por eso no me han estorbado demasiado.

Soy un poco como algunos personajes que aparecen en la novela y que repiten la misma frase: «como para vivir, no vivo para comer». Carvalho nunca se vendría a comer conmigo, como mucho un café.