Reconozco que a mí lo primero que me ha sorprendido es que la historia no tiene prácticamente relación con la película, salvo la situación bajo la puerta monumental, lloviendo torrencialmente. Hace mucho tiempo que la he visto, y no recuerdo la historia con la anciana.
Me ha costado hacerme la idea del entorno. Se supone que era un paso de acceso a Kioto, tipo arco de triunfo. Pero por lo que se ve, era a su vez un templo cuyas estancias estaban abandonadas, y la gente pobre lo usaba para arrojar cadáveres de menesterosos. Se me rompen los esquemas, ya que pensaba que los japoneses son más asépticos para estas cosas. También me ha chocado el maltrato a la anciana, ya que en mis estereotipos orientales entraba el respeto a la gente mayor, por aquello de que han adquirido la sabiduría de la vida. Es lamentable cómo la mayoría manejamos los tópicos para identificar otras culturas.
En cuanto al final, será común en muchas culturas lo de “quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón”

. Pero aun así, se me hace un poco duro.
Conste que me ha gustado bastante el relato. Me cuadra bastante con el lado apocalíptico de la ficción japonesa. A veces parece que no hay término medio. O tratan cosas delicadísimas, o se pasan al presente, pasado, o futuro desolados y violentos. Pero bueno, que a fin de cuentas tendemos a manejar tópicos por nuestra comodidad.