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Siempre me ha gustado ser la hija bastarda del rey. Me da una posición cojonuda, todo el mundo se fía de mí porque no soy nadie y eso me da acceso a todos los cotilleos del reino. Colecciono fotos con los famosos, sí, y además saco provecho de todo. Mi fortuna asciende, los títulos vendrán después. El caso es que gracias a mí posición privilegiada sé qué sucedió aquel día y así os lo relato.
La cosa estaba calentita, Ratpenat sólo tenía ojitos para Ada, la muy guarra le había enviado un whatsapp con una foto de su última adquisición en la mejor lencería del reino “Chúpame la punta S.L.”, un conjunto de gominola de mora compuesto por alzador de pecho y tanga que no llegaba ni a pesar 3gramos entre todo, dejaba poco a la imaginación. Entiéndase que Rat andaba malo por la recepción, no era quién a concentrarse.
Su madre, Kassio, no era tonta, sabía que algo sucedía, no paraba de meterle por los ojos a Lía, creía que era la mejor opción para su hijo, ya no tanto ella como sus terrenos y ganadería, pero la muy estúpida llevaba un vestido de terciopelo hasta las orejas y no había manera de que su querubín entrara por el aro. Sabía que Ninive no era opción, era muy niña y llevaba todo el día dando vueltas con su diario secreto de Violetta y su muñeca favorita de Monster High, la había desechado hacía tiempo, necesitaba a alguna que pudiera desbancar a Ada, si no acabaría gobernada por una plebeya y le salía urticaria sólo de pensarlo.
Hacía unos días se había reunido con su cuñada Iris y con la aspirante al trono Lía y habían urdido un plan para quitarse de el medio a Ada . Sinkim les había conseguido un veneno prodigioso con el que inyectaron a todas las vacas del rebaño que se le iba a regalar a Rat. Éste tenía intolerancia a la lactosa, no habría peligro, en cambio Ada era conocida por los baños que se daba en leche, emulando a una antigua reina de Egipto. Pero ay amigos, que mala jugada. Ada se puso su conjunto de gominola de mora y se metió en su baño de leche de las vacas de Lía, orgullosa de aprovecharse de la estúpida aspirante al trono para blanquear y purificar su piel. El caso es que cuando Rat llegó a hacerle un apañito entre recepción y recepción el modelito de gominola había absorbido gran cantidad de la leche envenenada. Como era de esperar se lo arrancó a bocados, al pobre apenas le dio tiempo a terminar la faena, aunque loados sean los dioses terminó, justo a tiempo para empezar a hincharse, a cerrarse su tráquea y a lo que viene siendo morir por choque anafiláctico más envenenamiento leve. Ada se quedó compuesta y sin rey y sólo unas ampollitas en el cuerpo pues aquel día no había buceado en la piscina de leche para no estropearse el peinado. Qué curiosa es la vida, verdad? Seguiré por ahí bastardeando, si necesitáis algo ya sabéis.
Asesina: Kassio
Motivo: Por estar en medio
Arma: Un veneno puesto a mala leche
Ronda de noche. Mundodisco 29. Terry pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
El asombroso Mauricio y sus roedores sabios. Mundo disco 28. Terry Pratchett
Que estuve liada con el concurso de relatos, como todos , prisillas, ahí la tenéis, la verdad que estaba empezando a parecerme a Lïa
Ronda de noche. Mundodisco 29. Terry pratchett
La sombra de Ender (Ender 5) - Orson Scott Card
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Cinco de octubre de 1918. Las Ardenas (cerca de Vouziers).
Tres cazas alemanes derribados y su Nieuport 11 intacto. En breve pasará a formar parte de la leyenda, un símbolo no ya para la aviación, sino para el conjunto de la nación francesa, trascendiendo la épica de su coraje.
Roland Garros, piloto militar aéreo que antes de caer tiene una misión más que cumplir: son las 18 horas 23 minutos en el campo de batalla cuando escucha un tremendo estruendo. Las hélices de su aparato se desmigajan como si estuvieran retozándose en el interior de un tazón de leche calentita. Su fin está cerca. Cada vez más, concretamente a ochocientos cuarenta y dos pies de altura y bajando. Más cerca. Ahora, un poquito más. La llanura le aguarda. Cierra los ojos. Respira. A trescientos kilómetros de su pecho, una mujer, Anabelle, se estremece y expira un “te quiero”…
Roland Garros desaparece.
Un agujero de gusano. Un atajo en el espacio – tiempo y Roland Garros absorto en la contemplación de la garganta de lombriz…
Un reino, el de Valencia. Muchos comensales. Visten raro, sobretodo un tal Sinkim… es al que primero apunta, por estrafalario. La ráfaga del piloto francés revienta por completo al desgraciado duque consorte de Gandía… Su mujer, Iris, sonríe.
Otra pasada del aeroplano y está vez fuego a discreción. Los invitados a la fiesta implosionan fruto de la virulencia de los proyectiles. Caen casi todos: Kassio, Yuyu, David… Este último recibe un impacto certero en el bajo vientre; aún así, resiste. Roland Garros lo aprecia pese a estar a unos setenta metros del objetivo y decide inmolarse contra el plebeyo que se la da de banquero embustero… El piloto se coloca una cinta en el pelo y jura por el emperador de Japón que nunca un pelirrojo sonreirá de día mientras que él viva. Ambos mueren.
Los invitados se esconden en las troneras del castillo de Valencia.
De entre los escombros del fuselaje se alza un hombre, un nuevo ser surgido del sudor del piloto, la grandeza de su nombre y la furia del emperador de Japón: es Rafa Nadal, que ha ganado el torneo tantas veces como para alicatar un cuarto de baño con el cobre de sus trofeos. Con su zurda le da un raquetazo en la cabeza a Milo que lo deja rodando siete días… y al octavo perece. Nadal, contento, vuelve a Mallorca con su novia de toda la vida.
Vía libre para Tolomew, que se aprovecha del estado traumático en el que han quedado todas las supervivientes para beneficiárselas… a todas (Rat incluido). Rat nunca ha probado algo tan bueno, así que decide morirse ahora que está lleno y se siente ufano antes que dejar que alguien pretenda casarse con él y ser un infeliz toda la vida.
Fin.
Asesino: Tolo.
Motivo: por amor.
Arma: la “espada” del príncipe africano.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.