El cluedo forero - 3ª Edición
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Menos donar lliçons, Iris
Que te quedas la última
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Así lo he hecho yo... Dejándome llevar por la historia. Lo de Tolo me salió sin pensarlo... y Lía espachurrando a Rat, también.IrisCornegie escribió:Kassio, no vale corregir, ¿eh? Yo lo escribo siempre directamente en el foro, así es como sale más natural
P.D. Me pongo a ello.
Siempre contra el viento
- IrisCornegie
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
¡¡¡Rat, que estoy en ello!!! Pesao
- IrisCornegie
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Sinkim estaba tan tranquilo en los aposentos de sus amigos Pseudo, Gava y Deschain poniéndose ciegos a todo lo que se les pasaba por delante y riéndose a carcajada limpia mientras miraban páginas porno en Internet y subían fotos robadas de todas las mujeres (y algunos hombres) de la realeza en momento "íntimos". No pensaban que tanta risa tendría su precio y que Iris lo había descubierto un rato antes gracias al soplo de Milo, que no veía bien esas cosas tan inmorales. Iris se pilló un rebote de no te menées, sobretodo porque según Milo, a parte de que muchas de las fotos subiditas fueran suyas, se había descubierto que Sinkim se la pegaba con yuyu (y Milo estaba muy celoso por ello y quería venganza). ¡¡¿¿Cómo había sido capaz??!! Así que ni corta ni perezosa, cogió un bazoka que había dejado tirado por ahí Roland Garros y se dirigió a la habitación donde estaban los tres (se les oía en todo el palacio). De una patada la puerta se abrió y solo se vio sus caras de terror antes de que todo saliera volando por los aires (incluídas partes de sus cuerpos explotados). Iris entonces volvió a la fiesta con una sonrisa de oreja a oreja por el trabajo bien hecho
Cuando llegó vio a Tolo persiguiendo a Lía y diciéndole que no insistira, que Rat era imposible. Tolo le decía que Ada, que parece ser que era la confidente de Rat (por eso la quería en el castillo), le había soplado que Rat hacía tiempo tenía un affair con David y que por esa razón era difícil que eligiera a ninguna pretendienta o que si lo hacía elegiría a la más fácil de manejar para poder seguir teniendo una aventura con David tranquilamente. Lía se enfadó muchísimo con Tolo y le dio una torta que sonó en toda la sala diciendo que no se podía creer que dijeran esas barbaridades del futuro rey. Pero aun así se pasó toda la noche de morros.
Por otro lado, en un rincón apartado se encontraban yuyu y Nini. Nini intentaba ligar con ella diciéndole cosas bonitas y acercándose más de lo socialmente permitido, pero como era muy pequeña, yuyu intentaba no hacerle mucho caso. Sin embargo, poco a poco empezaba a perder el control, ya que no era de piedra y Nini era de muy buen ver y tenía un cuerpo muy desarrollado para su edad. Desde lejos Milo las miraba con odio en los ojos, ya que él quería a yuyu para él, pero no le hacía ni caso
Un rato después Lía no podía más con el enfado y las dudas que le había provocado Tolo, así que fue a buscar pruebas, para lo cual fue a los aposentos de Rat. Abrió la puerta con una llave maestra que le había robado a Kassio y rebuscó por todos los cajones de la habitación. No encontró nada, hasta que se apoyó en la pared abatida y de repente algo hizo clac, y una de las paredes se movió dando acceso a una habitación. Lía entró y no pudo soportar el dolor cuando vio que la habitación estaba toda llena de fotos de David y Rat en poses íntimas de todos los tamaños inimaginables. También descubrió unas cartas, que se puso a leer, pero de la rabia las acabó quemando con un mechero. Fue un error, porque al estar toda la habitación tan llena de papel enseguida se hizo un fuego que empezó a quemar todo lo que allí había.
Cuando salía corriendo de allí, de repente se encontró a Rat que volvía a sus aposentos. Este al oler humo entró corriendo, con Lía detrás diciendo de ayudarle. Sin embargo no se dió cuenta de que esta había cogido la espada que estaba en la mesilla, que puso a su espalda para que no se viera. Cuando Rat entró en la habitación se dió un susto de muerte y se giró para gritarle a Lía si había sido ella la causante de esto. Pero nunca llegó a pronunciar esas palabras, ya que nada más girarse, Lía le clavo la espada en el corazón. Rat cayó desplomado al suelo y Lía salió de la habitación secreta cerrando la puerta tras de sí, provocando así que Rat se quemara junto todas sus amadas fotografías.
Asesino: Lía
Motivo: Por amor.
Arma: La espada del príncipe africano.
Cuando llegó vio a Tolo persiguiendo a Lía y diciéndole que no insistira, que Rat era imposible. Tolo le decía que Ada, que parece ser que era la confidente de Rat (por eso la quería en el castillo), le había soplado que Rat hacía tiempo tenía un affair con David y que por esa razón era difícil que eligiera a ninguna pretendienta o que si lo hacía elegiría a la más fácil de manejar para poder seguir teniendo una aventura con David tranquilamente. Lía se enfadó muchísimo con Tolo y le dio una torta que sonó en toda la sala diciendo que no se podía creer que dijeran esas barbaridades del futuro rey. Pero aun así se pasó toda la noche de morros.
Por otro lado, en un rincón apartado se encontraban yuyu y Nini. Nini intentaba ligar con ella diciéndole cosas bonitas y acercándose más de lo socialmente permitido, pero como era muy pequeña, yuyu intentaba no hacerle mucho caso. Sin embargo, poco a poco empezaba a perder el control, ya que no era de piedra y Nini era de muy buen ver y tenía un cuerpo muy desarrollado para su edad. Desde lejos Milo las miraba con odio en los ojos, ya que él quería a yuyu para él, pero no le hacía ni caso
Un rato después Lía no podía más con el enfado y las dudas que le había provocado Tolo, así que fue a buscar pruebas, para lo cual fue a los aposentos de Rat. Abrió la puerta con una llave maestra que le había robado a Kassio y rebuscó por todos los cajones de la habitación. No encontró nada, hasta que se apoyó en la pared abatida y de repente algo hizo clac, y una de las paredes se movió dando acceso a una habitación. Lía entró y no pudo soportar el dolor cuando vio que la habitación estaba toda llena de fotos de David y Rat en poses íntimas de todos los tamaños inimaginables. También descubrió unas cartas, que se puso a leer, pero de la rabia las acabó quemando con un mechero. Fue un error, porque al estar toda la habitación tan llena de papel enseguida se hizo un fuego que empezó a quemar todo lo que allí había.
Cuando salía corriendo de allí, de repente se encontró a Rat que volvía a sus aposentos. Este al oler humo entró corriendo, con Lía detrás diciendo de ayudarle. Sin embargo no se dió cuenta de que esta había cogido la espada que estaba en la mesilla, que puso a su espalda para que no se viera. Cuando Rat entró en la habitación se dió un susto de muerte y se giró para gritarle a Lía si había sido ella la causante de esto. Pero nunca llegó a pronunciar esas palabras, ya que nada más girarse, Lía le clavo la espada en el corazón. Rat cayó desplomado al suelo y Lía salió de la habitación secreta cerrando la puerta tras de sí, provocando así que Rat se quemara junto todas sus amadas fotografías.
Asesino: Lía
Motivo: Por amor.
Arma: La espada del príncipe africano.
Última edición por IrisCornegie el 28 Ene 2015 22:39, editado 1 vez en total.
- IrisCornegie
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Creo que nunca me había salido tan largo
- Tolomew Dewhust
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
- Tolomew Dewhust
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Por favor, que alguien llame a los padres de Iris y que lean esto...
"Cosas inmorales" lo de las fotitos... ya...
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Menuda bacanal
- Tolomew Dewhust
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Saco en conclusión que aquí subyace tensión sexual no resuelta por todas partes...
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
- kassiopea
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Jajaja, pues se parece un poquito a mi desbarre (por lo de la tensión sexual)... Lo estoy terminando. Me ha salido un relato de kekos, a ver si esta noche lo subo
Creo que también falta la hipótesis de David, verdad?
P.D. Lo que me he reído con la lencería de gominolas y Tolo convertido en semental vacuno, qué cracks!
Creo que también falta la hipótesis de David, verdad?
P.D. Lo que me he reído con la lencería de gominolas y Tolo convertido en semental vacuno, qué cracks!
Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Pues si no me salen mal las cuentas, faltáis Lía, Ada, Milo, David y tú.
Pero aparte de ti, los demás no dan señales de vida
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- IrisCornegie
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Ha sido divertido
- Pseudoabulafia
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- kassiopea
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Re: El cluedo forero - 3ª Edición
Empecé a escribirlo ayer y lo he terminado hoy. Iba imaginándome la historia y me ha salido un relato bastante largo... |
Enredo en la corte de Valencia
Los ojos de la reina relampaguearon. Sus manos blancas estrujaron la larga falda de su elegante vestido y, luego, se cerraron en apretados puños. Sintió cómo las uñas puntiagudas se le clavaban en las palmas de las manos, y eso le hizo regresar a la realidad. Kassiopea y Milo se encontraban en un cenador, semi-oculto en las profundidades del jardín, rodeados de arbustos, flores silvestres y enredaderas. Después de muchos años, esa noche habían vuelto a reunirse en aquel solitario lugar para hablar a solas de un asunto de vital importancia.
—¡Esto es intolerable! —rugió la reina—. ¡Tenías que haberme informado antes!
—Pero la muy pícara me estaba haciendo chantaje —se excusó Milo—, ¡tenía en su poder el camisón de la novicia con la prueba de nuestros amores! ¿Imaginas el escándalo?
—¿Y te parece menos importante la información que ahora está en su poder? ¡Estúpido! Ahora Yuyu sabe que Ratpenat fue concebido fuera del matrimonio, ya estaba embarazada de ti cuando me casé con el rey.
—Sabía que tú sabrías solucionarlo. Siempre lo haces...
—¡Qué cansado es el trabajo de una reina, por favor! —Y echó una miradita a Milo sonriendo a medias—. No sé cómo un día me llegaste a engatusar, ay, bribón... Pero bueno, lo arreglaré todo. Y conseguiré que Rat se case con la joven Nínive, este enlace supondrá un florecimiento para las magras arcas de Valencia.
No solo la luna llena fue testigo de esta escena: unos ojos verdes observaban tras los arbustos. Eran los ojos de Ada, que trabajaba de criada en el palacio real para poder estar siempre cerca de su amado Ratpenat. Él la quería, se lo repetía todas las noches, cuando reclamaba su presencia en su alcoba. Juraba que la convertiría en su reina. No obstante, en sueños, él había mencionado a una tal Lía...
Todos regresaron al salón del trono, la fiesta estaba en su apogeo. Ratpenat, Tolomew y Sinkim se desgañitaban repasando todos los éxitos de los trovadores del momento. Esto del trovaoke era un gran invento. Un corrillo de atractivas invitadas, enfundadas en vestidos que apenas contenían su arrolladora pechonalidad, se reían a carcajadas a su alrededor. Todas reían, excepto la marquesa de Dènia, conocida como Lía, y Nínive, la joven hija del barón de Catarroja, conocido como banquero millonetis. "Es el momento", pensó Tolo. Dejó a sus amigos con el trovaoke y fue tras Lía.
Tolo, en su condición de mejor amigo del príncipe, estaba enterado de las últimas noticias: la reina Kassiopea había decidido que la mejor candidata era Nínive y así se lo había manifestado a su hijo. Rat había asumido la decisión de su calculadora madre, aunque Lía le gustaba mucho más, pues estaba estupenda cuando se enfundaba en su traje de cuero negro. Bien que lo sabía Tolo, pues les había estado espiando a través de un agujero que, a tal fin, había practicado en la pared de la alcoba del príncipe. Desde que la vio en acción con ese traje de cuero y látigo en mano, Tolo había suspirado por llevarse a la lianta al huerto y a donde hiciera falta. Por eso esa noche le había comunicado la decisión de la reina, y por eso ella estaba de tan mal humor.
—¡Encima les he regalado mis mejores vacas! —soltó Lía, enfurruñada. En ese momento se acercó una criada con una bandeja de fruta. Era Ada. Lía golpeó la bandeja e insultó a la chica—: ¡No me gustan los ajocuates, estúpida!
—Lo siento, Milady... —Ada se alejó con los ojos llenos de lágrimas.
—Pero las vacas pueden escaparse —sugirió Tolo cuando la criada hubo marchado—, yo mismo podría encargarme de ello.
—¿En serio harías eso por mí, Tolito?
—Eso no es nada comparado con lo que vos os merecéis, marquesa.
Ada regresó a la cocina muy apesadumbrada. Los celos, la rabia y la indignación la reconcomían por dentro. Toda aquella gente de la corte eren unos Judas que venderían hasta a su madre al mejor postor. Buscó en un pequeño armario y encontró raíces y hierbas que ella misma había recolectado. Los consejos de la bruja Pluf, que vivía independizada en el bosque, le iban a resultar, al fin, muy útiles. Puso agua a hervir, echó las hierbas adecuadas y empezó a preparar unos dulces muy especiales.
Aprovechando que Rat seguía ocupado con el trovaoke, Lía y Tolo subieron a la alcoba del príncipe. Las vacas ya se "habían escapado" y corrían por las calles del pueblo de regreso a las tierras de la marquesa. Lía se enfundó su famoso traje y Tolo le dio mandanga de la buena. Y luego al revés. Sinkim y su esposa Iris, que estaban hospedados en la habitación contigua, escucharon el griterío de los amantes y descubrieron el agujero en la pared. Tras ver a la otra pareja en acción, reencontraron el ardor perdido tras largos años de matrimonio aburrido.
En el salón, Ada apareció con una bandeja de dulces apetitosos. Fue ofreciéndolos a los invitados, especialmente a las mujeres. Lástima que no vio a la lianta por ningún lado. Una tras otra fueron engullendo aquellos pastelitos. Bastantes hombres también picaron. Al poco, se retiró de la estancia con la bandeja vacía y una sonrisa maliciosa en la cara.
La reina esperaba en sus aposentos. Había hecho llamar a Yuyu, con la excusa de una supuesta herencia que el rey había dejado en el testamento para su hija ilegítima. En realidad, Kassiopea había decidido terminar con la chantajista esa misma noche. Los problemas había que cortarlos de raíz cuanto antes, mejor pronto que tarde, y ese ya estaba durando demasiado. Escuchó pasos, alguien se acercaba. Tomó aquel florero tan feo —vaya regalo tan mísero para un banquero— y esperó junto a la puerta.
Milo, que se encontraba en el pasillo buscando un retrete, oyó el ruido de algo que se rompía. Luego escuchó los gritos de una mujer histérica. Corrió y descubrió que se trataba de la reina. Ante ella, en el suelo, había quedado aovillado el cuerpo del príncipe, con los restos del jarrón ensangrentados a su alrededor. Una gran mancha de sangre iba creciendo bajo la cabeza de Ratpenat.
—¿Qué ha ocurrido? —preguntó Yuyu, que en ese momento llegaba—. ¿Seré reina?
Asesino: Kassiopea, la reina
Motivo: por estar en medio
Arma: el florero del artesano filósofo, ciego y sordomudo.