El caso del hombre guapo, muy atractivo y encantador cuando estaba vivo
Sergio Pons y su ayudante, Juan Claxon, acuden a la escena de un crimen.
La víctima se llamaba David, un empresario de éxito, de mediana edad, metro ochenta y poco, y ochenta kilos de peso. Guapo, muy atractivo y encantador cuando estaba vivo.
El atractivo hombre había dado una fiesta el día anterior que duró desde las veinte horas hasta las veintitrés, aproximadamente, con motivo de la inminente salida a bolsa de su empresa. La asistenta se queda para limpiarlo todo a conciencia y dejarlo impoluto, im-po-lu-to, y la víctima, antes encantador, le da el día siguiente libre. Ella acude a la casa sobre las doce por motivos irrelevantes y encuentra el cadáver. El forense establece la hora de la muerte entre las nueve y las diez de la mañana, por la temperatura del hígado.
Pons y Claxon examinan el escenario.
Lo primero que les llama la atención es el calor que hace. Demasiado incluso para un hombre friolero. Miran el termostato y está apagado. Marca 31º.
El cadáver esta tendido boca abajo. Cuatro flechas, presumiblemente la causa de la muerte, lo atraviesan en distintos puntos, todas disparadas por detrás. Una en el brazo derecho a la altura del tríceps con un ángulo de entrada ligeramente ascendente. Otra en el cuello, escorada a la derecha y atravesándolo, también con trayectoria ligeramente ascendente. Una tercera en el omoplato izquierdo, con ángulo de entrada recto, perpendicular al suelo. Y la última, en la espalda, a la altura del sacro, escorada a la derecha, con trayectoria descendente. Hay una quinta flecha clavada en la pared con un trozo de carne en la punta que, seguro, coincidirá con el trozo de la oreja derecha que le falta a la víctima. La trayectoria es ligeramente ascendente.
El arma utilizado ha sido un arco de estilo étnico, probablemente traído de áfrica, que coincide con la marca que el paso del tiempo ha dejado en la pared, a unos dos metros de altura, y que ahora enmarca dos soportes vacíos.
Examinan el arco y encuentran un par de pelos enredados en la cuerda unos diez centímetros por encima de la mitad.
A Claxon le llama la atención que a unos cuatro metros del atractivo hombre muerto, antes encantador, hay restos de ceniza de cigarrillo. La víctima no fumaba.
Cerca de una ventana hay una base circular, de unos veinte centímetros de altura, que contiene agua y varias botellas de champán, algunas abiertas. Un gran charco de agua empapa la moqueta a su alrededor y se extiende varios metros. El día anterior, según la asistenta, era una figura de hielo de metro y medio representando una diosa griega abrazando esas mismas botellas de champán para enfriarlas.
Pons tiene suficiente y le pide a Claxon que solicite una lista de los invitados a la fiesta del día anterior. Antes de marcharse vuelve a mirar el termostato y marca 28º.
Después de examinar la lista seleccionan siete nombres. Pons es un detective muy particular, no le gusta hablar con los sospechosos, prefiere hacerlo con su entorno y sus pertenencias, ellos no mienten; así que visita sus casas cuando están vacías. Estas son las notas que recoge:
Tolomew Dust: Director de recursos humanos. Los muebles altos de toda la casa están vacíos. Hay una plataforma, de medio metro de altura con dos escalones, frente a la vitrocerámica. En el suelo hay arañazos que van de esa posición hasta el fregadero.
Yuyu: Empresaria. Su gestoría lleva la contabilidad de la empresa del hombre guapo y atractivo. Ha sido imposible encontrar la casa vacía, ella no sale al exterior por el día. Las cortinas son opacas, como las de los hoteles. No dejan pasar la luz exterior. Todo está en penumbras.
Nínive: Operaria de fábrica. Tiene una diana de bar en el salón. Hay varios trofeos de torneos de dardos celebrados en tugurios de mala muerte.
Sinkim: Jefe de I+D. En el baño el jabón tiene un pulsador de pie para dosificarlo. Dentro de la ducha, otro pulsador de pie para el gel. Y otro para la pasta de dientes. Todo muy ingenioso. Los cuchillos en el cajón de cubiertos no tienen marcas típicas del uso. En el armario hay varios guantes: de lana, de piel y de polyester, con mucho uso, todos de la misma mano y desparejados.
Ratpenat: Becario. Don nadie. Llama la atención la ausencia de un bote de champú en la ducha. Tampoco hay peines o cepillos. Ninguno en toda la casa.
Persephone: Administrativa. Todas las lámparas de la casa están clavadas al techo, ninguna cuelga. Los zapatos son del 44. Los marcos de las puertas están más desgastados por la parte de arriba que por los laterales.
IrisCornegie: Ingeniera de proyecto. No huele a tabaco y es la única casa en la que no hay ceniceros.
Con esos datos, Pons ya sabe quién ha matado al hombre guapo, muy atractivo y encantador cuando estaba vivo, y cómo lo ha hecho.
El motivo en este caso es irrelevante, más que nada, porque lo tendría que pensar y se alargaría esto mucho ya
Quiero que me digáis quién es el asesino, cómo lo ha hecho y por qué los demás no son culpables.
La solución está en el texto, solo tenéis que deducirlo. Por esta razón, poner antes la solución, si es la correcta, vale más puntos, porque el segundo solo tiene que copiar la deducción del primero si la ve plausible y ya está.
Los puntos se reparten de la siguiente manera:
Asesino: 5 puntos.
Cómo lo hizo: 10 puntos para el primero que lo diga bien y 2 puntos para los que se suban al carro. Vale más que el asesino porque el asesino se puede decir al azar a ver si se atina.
Cada personaje exculpado correctamente: 3 puntos para el primero y 1 punto para los que le copien.
Otra solución es que me digáis las soluciones por privado y así todas valen lo mismo.