El bujío de Santa Catalina 1 (Bordeando la realidad)

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jilguero
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Lo cotidiano es ya en sí mismo maravilloso. Yo no hago más que consignarlo, decía F. Kafka

Esta mañana, Cata, me acordé de esta frase del checo (como habrás visto, anda de tú a tú con Caleto) porque en la parada del bus vi a una viejecita, que se parecía mucho a la ancianita del cementerio que te conté que iba en zapatillas y en compañía de un perro casi tan grande como ella pero que era tímido.

Creo que era la misma, la verdad, porque el antiguo cementerio de Cádiz está muy cerca. Pero en vez del perro llevaba una maleta casi tan grande como ella y, en vez de bata y zapatillas, un abriguito negro de pieles sintéticas.

Pues bien, en cuanto le di los buenos días y le sonreí un poquito, me dijo que se iba a ver a su hijo, que llevaba tres años sin verlo. Es bailaor y vive en Benidorm. Luego se sacó un madalloncito del pecho y me mostró una foto.
-¿El bailaor?, le pregunté
- No, el hijo que se me ha muerto, me respondió mientras señalaba el abrigo para que viera que iba de luto.

Entonces vino mi bus y yo le deseé buen viaje y me subí.

Desde la ventanilla del autobús, la vi allí sentadita, con el enorme maletón al lado, y recordé esa frase de Kafka.
Eso, Cata, pasa mucho en esta ciudad, que lo cotidiano es maravilloso y, por eso, lo único que Caleto, o el petirrojo, hacen es dar testimonio. :wink:


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Tolomew Dewhust
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Ese bailaor tiene un buen relato detrás. Lo sé. No sé quién debe escribirlo, pero alguien debería.
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
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jilguero
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

:hola: Buenos días, Cata.
Toda la noche lloviendo. Ni que hubiera vuelto el invierno... Y no sé si será porque con este tiempo dan ganas de estar bien resguardado en un lugar seguro, o bien por cualquier otro motivo misterioso :roll: , se me ha venido a la cabeza esta historia de los patos que te conté un día. Me refiero a esta:
jilguero escribió:Leyendo un libro de Saint-Exupéry me he enterado, Cata, que a los patos también les haría falta otra vida para cumplir todos sus deseos:

"Cuando en época de migraciones pasan los patos salvajes, provocan extrañas mareas en los territorios que sobrevuelan. Los patos domésticos, atraídos por el amplio vuelo triangular, intentan un torpe salto. El canto silvestre ha avivado en ellos un rescoldo salvaje inefable. Y los patos de granja se han transformado durante un minuto en aves de paso. En su cabecita dura llena de imágenes de charcas, de gusanos, de gallineros, aparecen las llanuras continentales y el amor por los vientos y por la geografía del mar. El animal no sabía que su cerebro era suficientemente vasto como para contener tantas maravillas, pero ahí está aleteando, despreciando el grano, despreciando los gusanos, queriendo llegar a ser un pato salvaje.". "

Pero mientras anoche aguardaba a Morfeo, estuve pensando en esa imagen y me pregunté si, cuando la bandada en V de los patos salvajes sobrevuela una charca y ve descansando o picoteando gusanos a los patos domésticos, no aflojaran un poco el aleteo dudando si bajar para convertirse en patos domésticos. :roll: ¿Por qué, si no, existen las madrigueras? ¿No necesitan todas las especies ese rato de solaz en el que se sienten seguras? Supongo que necesitamos ambas cosas y lo complicado es conseguir ese "lugar seguro" (nuestra casa, nuestra familia, los amigos) sin perder la libertad del animal salvaje (los horizontes abiertos, la aventura, gente nueva).

Sí, Cata, es complicadísimo eso de conciliar la libertad con tener un lugar seguro, el vivir aventuras con tener gente con la que siempre puedes contar. Ser pato salvaje y, al mismo, tiempo pato de corral :vb_570:

Pero hoy, será porque fuera hace mal tiempo, este petirrojo está contento de tener su habitual guarida de la que, en cierto modo, ya forma parte este bujío. :wink:
Por cierto, esto sigue siendo un gallinero y, pese a la lluvia, ahí fuera están cantando los gallos. No te hablo de las gallinas para que Caleto no me diga que " el temita de las gallinas" está ya "un pelín manido" :dragon:


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jilguero
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Cata, esta mañana se me olvidó decirte, a cuenta de los patos, que en cuanto pueda me voy a releer Memorias de África:

Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong...

Supongo habrás visto la peli y, si no, deberías verla para que sepas en qué te propongo te embarques conmigo. Verás, yo me he acordado de esta peli porque uno de mis patos salvajes favoritos es Denys Finch. Creo que en una de esas otras vidas que vamos a solicitar, en la de aventurera, voy a pedir nacer por esa época y a ver si consigo que ese pato salvaje me lleve a ver los flamencos en la avioneta. ¿Te apuntas? Después de viajecito a Tlön esto está ahí al lado :wink:

Aunque pensándolo mejor, por si acaso llegamos tarde y él ya estuviese siendo custodiado por los leones, podemos aprender nosotras a volar y así nos aseguramos autonomía para la turné. :mrgreen:
Te comunico que soy cobarde a rabiar, con lo cual, habré de pedir, como mi Juanita, para la resurrección de la carne, un cambio integral :meparto:
Sí, sí, ya sé, eso todavía no lo he contado, pero es que últimamente no encuentro tiempo para hacerlo :batman:



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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

:hola: Cata, a falta de un buen repaso, ya te he colgado la última entrega de esta Juanita la Loca.
Ahora me tengo que marchar, pero cuando vuelva te contaré alguna cosita más de la de verdad. :wink:

Y cuando lleguemos al comienzo de la siguiente página, le cojo hueco a la Beata Juana.
¡Vaya, vamos de Juana en Juana! :cunao:
Última edición por jilguero el 20 Mar 2017 09:21, editado 1 vez en total.


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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Juanita la Loca
Lo cotidiano es ya en sí mismo maravilloso. Yo no hago más que consignarlo (F. Kafka)

Buenos días, Cata, lo que hoy te quiero contar es que, como ya te dije, la Juanita la Loca que recreo en este relato existió de verdad. Y, aunque un poco aderezada, la escena de la primera parte es real. Llegué a esta ciudad hace muchos años y, cuando me vi frente al mar, supe que empezaba una nueva etapa de mi vida. No tenía ni idea de cómo sería pero respiré hondo y me dispuse a vivirla. En los primeros tiempos, las calles estaban llenas de gente desconocida. Los peatones eran por ello indistinguibles los unos de los otros (como las rosas de la rosaleda para el Principito). Pero de un día para otro empecé a cruzarme con personas que, sin saber muy bien por qué, se destacaban de las demás y se volvían conocidas (tal cual me ha ocurrido contigo en este foro :wink: ).

Pues bien, Juanita la Loca fue una de ellas y lo que yo retrato aquí es la última vez que me la encontré. Aun no sabía eso, que nunca más la iba a volver a ver, pero fue así. Yo era más joven y sabía mucho menos de la vida. Nunca crucé una palabra con ella, sí muchas sonrisas. Si ahora se volviese a repetir la escena, yo actuaría de otra forma por lo que luego te explicaré. Me la encontré varias veces por la avenida principal de esta ciudad; a menudo iba por la acera de enfrente, pero entre nosotras (o quizás solo me ocurriese a mí) había ya una especie de radar que hacía que nos detectáramos incluso a distancia. Al principio solo era para mi una loquita risueña y estrambótica. Con el tiempo, sin embargo, fui comprendiendo que aquella sonrisa perenne tenía mucho de no querer perder la dignidad, pero que su vida no debía ser ningún camino de rosas.

Pasaron los años y, un día de Levante en calma, andaba yo callejeando por el casco antiguo, como quien se mueve por un laberinto (tardé muchos años en ser capaz de ir de un lugar a otro directamente, sin perderme por el camino), y la vi tal cual la describo en el relato. Estaba muy avejentada y parecía no poder separarse de la pared. Arrastraba la mano y eso debía hacerle daño porque, de vez en cuando, se detenía y se miraba la palma. Fue verla y quedarme parada en una esquina. Un poco como cuando una mantis religiosa se queda quieta al acecho de una presa (digo esto sin ningún orgullo, pero es la verdad). Entonces ella intentó separarse de la pared para cruzar hacia la plaza. Lo hizo con miedo, titubeando, como quien está al borde de un precipicio y teme caerse. Llevaba un gran capacho colgando del hombro y, en el momento de cruzar, lo aprisionó con fuerza bajo el brazo, como quien se agarra a lo único a lo que se puede agarrar. La vi sentarse en el banco, la vi mirar a San Antonio, a las palomas, sacar la cajita de colorete... Y luego decidí continuar callejeando y me olvidé de ella.

Una hora más tarde, andaba yo por los alrededores del palacio de los ladrillitos rojos (teatro Falla) cuando, de pronto, al desembocar en una calle, la vi de nuevo con su andar titubeante y arrastrando la mano por la pared. Al llegar a la esquina, miró hacia arriba y, tras una breve pausa, siguió caminando. Vista desde atrás, con el pelo suelto que se bamboleaba a cada paso, me recordó la imagen de una dolorosa de retirada a su templo (cuando los cargadores ya casi no tienen fuerza para mover el paso y lo bailan como mejor pueden). Me aproximé a la esquina, miré hacía arriba y vi en el azulejo que el nombre de la calle era Soledad Antigua y entonces lo comprendí: estaba sola, absolutamente sola en esta vida.

Por aquel entonces yo no escribía pamplinas. Tan solo había escrito un relatito sobre una aventura que me ocurrió en Marrakech. Pero esa noche, de regreso a casa, me acordé de esa dolorosa cargando con su soledad y pensé que deseaba conocerla más. A falta de un "apero" mejor, tiré de la pluma y me la imaginé en su partidito y aferrada a la imaginería sacra, como tan a menudo hace la gente aquí. No me preguntes por qué, pero el final que me salió es el que ayer te colgué. A partir de ese día, en mi callejeo, siempre guardaba la esperanza de volverme a cruzar con ella. Pero no, Cata, desapareció de esta ciudad. Nunca más la he vuelto a ver. Por eso, esa imagen de dolorosa, encarnada en una loquita que camina por la calle Soledad Antigua con su tan antigua soledad a cuestas, es para mí el centro de gravedad de esta historia.

Ha pasado el tiempo, yo he madurado mucho y ahora entiendo mejor la importancia de los gestos. Por eso, cuando pienso en ella, siento un regustillo amargo en la boca porque me digo que, como el fotógrafo de la famosa foto del buitre acechando a la niña moribunda, no hice lo que tenía que haber hecho. Si hoy volviera a ocurrir, me sentaría en el banco a su lado, le sonreiría y la dejaría que me contase su verdadera historia, en vez de de mirarla desde lejos como si estuviese viendo una obra de teatro.

Ya no puedo hacer nada por ella, pero, como según la información que tengo (la que yo imaginé), vivía en la calle de La Palma y era devota de Nuestra Señora de las Penas, los Lunes Santos que me cogen aquí acudo a la salida del paso y, cuando alguien tira pétalos de flores desde los balcones, nunca miro hacía arriba sino que me la imagino a ella, con su San Pancracio recién remozado al lado, contemplando a Su Señora de las Penas. Y si en ese momento suena una marcha, Cata, no puedo evitar el que se me salten las lágrimas: sobre todo por ella, por su soledad; pero también por ese gesto que yo debería haber hecho y, sin embargo, no hice... :(



PD: por si no sabes la foto de la que hablo, es esta que ves antes de picar y la última que sale cuando picas, la top one.

Última edición por jilguero el 05 Ene 2021 11:44, editado 5 veces en total.


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lucia
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por lucia »

Se te da bien escribir pequeños momentos íntimos, pajarillo. Da igual desde qué punto de vista lo hagas, como ha quedado demostrado con Juana la Loca.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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Berlín
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por Berlín »

A mi me parece que sí que has hecho algo por ella: la has pensado, la has escrito, la has hecho un poquito inmortal y sé que la llevas un poco en tu corazón. Ya, ella no lo sabe, y por no saberlo igual no le alivia.

Pero qué bonito te ha quedado pajarillo.

:60:

Yo tengo por ahí a una chiquita a la que llamo niña ingrávida, porque de tan poquita carne que tiene más que andar levita. Otras la llamo niña efímera, porque me da que en este mundo de lobos no llegará muy lejos. A veces también la llamo niña volátil, porque temo que se la lleve el viento un dia furioso. Cualquier dia le robo la vida y me la traigo aquí.

Me ha gustado mucho.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
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jilguero
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Berlín escribió:A mi me parece que sí que has hecho algo por ella: la has pensado, la has escrito, la has hecho un poquito inmortal y sé que la llevas un poco en tu corazón. Ya, ella no lo sabe, y por no saberlo igual no le alivia.

Pero qué bonito te ha quedado pajarillo.

:60:

Yo tengo por ahí a una chiquita a la que llamo niña ingrávida, porque de tan poquita carne que tiene más que andar levita. Otras la llamo niña efímera, porque me da que en este mundo de lobos no llegará muy lejos. A veces también la llamo niña volátil, porque temo que se la lleve el viento un dia furioso. Cualquier dia le robo la vida y me la traigo aquí.

Me ha gustado mucho.
Anda, Cata, ha venido la tercera (o la primera, o la segunda, que el orden no altera el producto) pata de mi trípode poético. :60:

Pues si decides convertirte en ladrona de vidas, seguro que Cata estará encantada de guardar a tus "niñas" en su bujío. :wink:

PD: los protas de Los detectives salvajes , cuando vuelven la vista atrás, dicen algo así como "hicimos lo que pudimos pero todo salió mal". De eso se trata, de hacer, salga como salga. Por eso, si pudiera volver atrás, me sentaría en el banco con ella y nos reiríamos juntas de cómo tienen las palomas al bendito de San Antonio. :D


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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

lucia escribió:Se te da bien escribir pequeños momentos íntimos, pajarillo. Da igual desde qué punto de vista lo hagas, como ha quedado demostrado con Juana la Loca.
Y a ti la estancia en Tlön te está sentando de maravilla.
Cualquier día me doy una vueltecita por allí a ver cómo van esos dos niños melocotón. Le dije a Cata que nos informara de sus progresos, pero esta mujer es la prudencia en persona y no hay quien le saque prenda. :desierto:


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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Profeta, que no me he acordado de preguntarte cómo va esa mano :wink:


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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por Tolomew Dewhust »

Una dama, una lady del sur, la madamme de occidente...

Este, que es el primer verso con el que arranca Tino Tovar con su "Ángel de Cádiz", sería también seguro mi primera línea en un relato al que, sin duda, hubiera llamado Juana la Loca. Y los protas serían dos: Juan y Juana, cada uno con sus propios miedos pero un único conflicto... que ambos son la misma persona (algo que solo se desvelaría al final).

Ea, otra cosita menos en la cabeza, jajaja.

Pues tu sarasa ha hecho buena compañía a Cata, petitúa.
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

Tolomew Dewhust escribió: Ea, otra cosita menos en la cabeza, jajaja.
¡Vaya por dios, Cata, el poeta sin trompeta y no se qué loca, ahora se nos está volviendo además un cabeza hueca! :batman:


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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por magali »

Berlín escribió:A mi me parece que sí que has hecho algo por ella: la has pensado, la has escrito, la has hecho un poquito inmortal y sé que la llevas un poco en tu corazón. Ya, ella no lo sabe, y por no saberlo igual no le alivia.

Pero qué bonito te ha quedado pajarillo.

:60:

Yo tengo por ahí a una chiquita a la que llamo niña ingrávida, porque de tan poquita carne que tiene más que andar levita. Otras la llamo niña efímera, porque me da que en este mundo de lobos no llegará muy lejos. A veces también la llamo niña volátil, porque temo que se la lleve el viento un dia furioso. Cualquier dia le robo la vida y me la traigo aquí.

Me ha gustado mucho.
Me meto en lo que no me importa, espero que sabrás perdonarme, Jilguero. Pero no sé si con intención, Berlín ha escrito un microrrelato. Lo he resaltado porque me parece bellísimo.
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Re: El bujío de Santa Catalina (bordeando la realidad)

Mensaje por jilguero »

magali escribió:
Berlín escribió:A mi me parece que sí que has hecho algo por ella: la has pensado, la has escrito, la has hecho un poquito inmortal y sé que la llevas un poco en tu corazón. Ya, ella no lo sabe, y por no saberlo igual no le alivia.

Pero qué bonito te ha quedado pajarillo.

:60:

Yo tengo por ahí a una chiquita a la que llamo niña ingrávida, porque de tan poquita carne que tiene más que andar levita. Otras la llamo niña efímera, porque me da que en este mundo de lobos no llegará muy lejos. A veces también la llamo niña volátil, porque temo que se la lleve el viento un dia furioso. Cualquier dia le robo la vida y me la traigo aquí.

Me ha gustado mucho.
Me meto en lo que no me importa, espero que sabrás perdonarme, Jilguero. Pero no sé si con intención, Berlín ha escrito un microrrelato. Lo he resaltado porque me parece bellísimo.
En el bujío de Cata, magali, no hay nada que perdonar, pues nada hay prohibido. :60:
A esta poeta (la tengo en mi plantilla desde hace ni se sabe) lo que le pasa es que, cada vez que mete una mano en el bolsillo y luego la saca, se le cae una historia. Pero ni Cata ni yo nos conformamos con un micro, queremos más, conocer mejor a esas niñas. :wink:
Última edición por jilguero el 20 Mar 2017 16:30, editado 1 vez en total.


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